Meghan y Harry mantienen bajo perfil en Jubileo de la reina, pero no consiguen ocultar tensión
Harry y Meghan aparecieron por primera vez en público en Reino Unido desde que renunciaron a trabajar para la monarquía británica en 2020.
Los duques de Sussex, cuyo viaje al Reino Unido había creado expectativa tras su retirada de la Casa Real británica, quieren mantener un perfil lo "más bajo que sea posible" durante las celebraciones por los 70 años del reinado de Isabel II que hoy cumplen su tercer día de cuatro, según Omid Scobie, autor del libro "Finding Freedom".
Pero es imposible, y después de que la reina de 96 años suspendiera por cansancio su participación en algunas actividades, prácticamente toda la atención se concentró en los díscolos de la realeza británica.
El príncipe Harry y Meghan Markle no fueron vistos el jueves durante el desfile militar "Trooping the Colour", que marca el cumpleaños oficial de la reina, y solo hay unas fotografías de ellos tomadas a distancia mientras hablaban con unos niños en la sede de la guardia real de caballería, en Londres.
Scobie, cuyo libro es una autobiografía de la pareja, dijo ayer a la cadena BBC que habló con personas cercanas a los duques y le dijeron que Harry y Meghan "quieren ser lo más discretos posible" durante este viaje al Reino Unido, hasta donde llegaron de California, EE.UU., donde están radicados.
"Es casi difícil de creer, pero creo que ayer (jueves) Trooping the Colour fue un gran ejemplo. Realmente no los vimos en las cámaras de televisión", añadió el autor, quien recalcó que los duques mantienen una relación "cálida y cercana" con la reina Isabel II.
Los duques de Sussex participaron ayer en el servicio de Acción de Gracias que se celebró en la catedral de San Pablo, en Londres, al que asistieron miembros de la familia real; el primer ministro británico, Boris Johnson, e invitados especiales.
Cansancio de la reina
Al servicio no asistió la reina, según el Palacio de Buckingham tras sentir "molestias" al término del "Trooping the Colour".
De hecho, tampoco acudirá hoy al hipódromo para presenciar la carrera de Epsom Derby, que seguirá por televisión desde su residencia de Windsor, debido a los problemas de movilidad que sufre últimamente.
Tampoco acudió, por haberse contagiado con covid-19, el príncipe Andrés, de 62 años, "hijo predilecto" de Isabel II, pero alejado de la vida pública tras conocerse acusaciones de una supuesta agresión sexual a una menor de edad en EE.UU.
Fue así como, con el príncipe Carlos a la cabeza, los asistentes se unieron para rendir tributo a los 70 años de servicio público de la reina.
Afuera del templo, la guardia real, con sus uniformes rojos y sombreros negros revestidos de piel de oso, y la de caballería formaron una larga fila para recibir a la familia real.
En la misa, presidida por el deán de San Pablo, el reverendo Dadi Ison, Boris Johnson leyó un párrafo del Nuevo Testamento y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, destacó el sentido de servicio público de Isabel. "Su Majestad, lamentamos que no esté con nosotros esta mañana en persona", agregó, en una ceremonia que tuvo un coro de niños y destacó por la formalidad.
Más de 400 personas fueron invitadas a este hito, pero las cámaras de televisión se concentraron en cuatro: Meghan y Harry, que en 2020 decidieron no trabajar para la Casa Real británica; el príncipe de Gales y el duque de Cambridge y hermano de Harry, William, con quienes los duques de Sussex han sostenido fuertes tensiones.
Harry, de 37 años, vestía chaqué y corbata gris, más todas sus condecoraciones, a pesar de que ya no puede llevar uniforme militar. Meghan (40), exactriz, sonreía, pero se notaba algo tensa, y llegó con abrigo de solapas blanco hueso y una pamela gris perla.
Al término del servicio religioso, todos los invitados de pie cantaron el "Dios salve a la Reina", el himno nacional, antes de que tañera la campana de la catedral, la más grande de todas las que hay en el Reino Unido- y continuará haciéndolo durante cuatro horas consecutivas en honor a Isabel II.
CUMPLEAÑOS DE Lilibet
Los duques de Sussex viajaron a Londres con sus hijos, Archie y Lilibet, y esta será la primera vez que la soberana británica tenga oportunidad de conocer a la niña, que hoy precisamente cumplirá un año.
"Esos momentos con Lilibet son muy privados entre ellos y la reina", resaltó Scobie.