Cronenberg, ovacionado en Cannes: "Lo que más he filmado en mi vida es el cuerpo humano"
El director canadiense estrenó en el festival francés "Crimes of the Future", su primera película en ocho años, que fue recibida con gran entusiasmo.
El cineasta canadiense David Cronenberg presentó en Cannes "Crimes of the future", filme de terror corporal con el que compite por la Palma de Oro y uno de los platos fuertes de este festival.
Perturbadora, pero no tanto como prometía, la primera película de Cronenberg en ocho años fue recibida en su preestreno oficial con una ovación de seis minutos y sin los abandonos masivos del público que había pronosticado el propio director por las escenas viscerales que contiene.
Con Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart como protagonistas, "Crimes of the future" se lee como una inquietante advertencia sobre el mundo presente y futuro, pese a que fue escrita hace 20 años, en cuanto a la obsesión por el cuerpo y los intentos de censura y control de los gobiernos sobre la actividad artística y sobre el propio cuerpo.
Gobiernos sobre cuerpos
"Siempre hay un gobierno en alguna parte del mundo que quiere controlar a su población", señaló el director en la rueda de prensa. "En Canadá pensamos que Estados Unidos está completamente loco, a juzgar por lo que dicen algunos funcionarios, no sólo por el caso Roe-Wade, sino por todo lo demás", agregó.
El caso Roe contra Wade se refiere a la sentencia de 1973 por la cual el Supremo de los Estados Unidos dictaminó que la Constitución protege la libertad de una mujer embarazada para interrumpir su embarazo, una protección que podría retirar en una sentencia que se espera para finales de junio.
"Hablamos de Rusia y Ucrania pero siento vibraciones similares en nuestra frontera del sur", lamentó el premiado cineasta.
"Crimes of the future" conecta con las obsesiones habituales del director de "Crash" (basada en un libro de J.G.Ballard) o "El almuerzo desnudo" (inspirada en la novela de William Burroughs). Describe un mundo sintético en que no existe el dolor y la cirugía es "el nuevo sexo". Mortensen y Seydoux son dos famosos artistas de performance que triunfan con sus actuaciones en las que extraen de sus cuerpos nuevos órganos generados artificialmente.
"Todas mis películas son muy íntimas, lo que más he filmado en mi vida es el cuerpo humano y lo que propongo es una discusión sobre la condición humana a partir del cuerpo", dijo el cineasta.
Comer plástico
Sobre las alusiones medioambientales de una historia en la que hay personajes que comen plástico literalmente, recordó que cuando escribió el guion "nadie hablaba de microplásticos" pero que en estudios recientes se hallaron restos de estas sustancias en el 80% de los cuerpos humanos analizados.
"Una opción que tenemos es limpiar todos los océanos y cuerpos humanos de microplásticos, pero no es muy plausible, así que la alternativa es aceptarlo, es una sugerencia teórica pero hay algo de verdad, hay científicos que están investigando la posibilidad de comer plástico".
En su recreación visual de ese mundo futuro Cronenberg despliega su imaginación con objetos como un sarcófago que sirve de mesa de operaciones, una cama con forma de útero suspendida en el aire que detecta el crecimiento de nuevos órganos o una silla que se encarga de dar de comer a Mortensen.
Elenco comprometido
Mortensen, cómplice habitual de Cronenberg, con quien ha rodado películas como "Una historia de violencia", "Promesas del este" o "Un método peligroso", dijo que lo que más aprecia de trabajar con él es su sentido del humor y el hecho de que hace que los actores se sientan parte del relato.
Consultado por su relación con el envejecimiento y el paso del tiempo, el actor contó que desde pequeño le preocupaba y le hacía preguntas a su madre sobre la muerte: "Una vez que lo aceptas es algo que te motiva. Me gustaría mirar la muerte a la cara y con sentido del humor".
Kristen Stewart, que interpreta a una funcionaria del gobierno que sigue los pasos de los protagonistas, dijo que Cronenberg es un director de pocas tomas y recordó la primera vez que vio una película suya, "Crash" (1996), cuando aún era "demasiado joven. Pensé que me iba a meter en problemas y por eso me encantó".
Léa Seydoux destacó la libertad que siente rodando con Cronenberg y el placer de conversar con él, no tanto sobre cine, sino sobre "el amor, la vida y la muerte".