"Nosotros no tenemos la atribución de alterar el contenido de las normas ya aprobadas por el Pleno"
La representante del distrito 20 analiza los puntos claves que tendrá el trabajo de adecuación y sistematización de las normas constitucionales ya aprobadas.
Solo bastaron tres votaciones en la segunda sesión de Comisión de Armonización de la Convención Constitucional para que la abogada especializada en Derechos Humanos y Género Tammy Pustilnick (INN), convencional del distrito 20, lograra imponerse con la votación de sus pares como una de las dos coordinaciones del microciclo decisivo del proceso constitucional.
Al otro lado del teléfono, Pustilnick expresa la emoción que sintió al lograr el respaldo de sus pares para liderar un trabajo que define como un desafío apremiante que busca en poco tiempo "darle coherencia a todas las normas aprobadas en el pleno. Ya llevamos más de 400 normas aprobadas y se requiere darles un trabajo riguroso, eficiente y responsable, pero también porque me interesa que podamos replicar el buen ambiente que tuvimos en la comisión de Forma Jurídica de Estado, donde tuvimos mucho diálogo incluso de forma muy amistosa, e incluso nos llevó a presentar indicaciones con apoyo de todos los colectivos políticos presentes en la comisión".
Además, sostiene que la relevancia de la comisión radica en que "buscaremos darle forma y coherencia al contenido aprobado ya por el Pleno, y entre los desafíos está darle esa consistencia a la propuesta constitucional".
-¿Considera usted que el texto constitucional debe ser extenso en el número de artículos o un texto más breve? Usted señalaba que ya llevan más de 400 normas aprobadas por el Pleno.
-Eso no dependerá del ánimo que tengamos de acortar o alargar el articulado, sino que netamente de la revisión que hagamos. Nosotros tenemos que detectar si existen inconsistencias, incoherencias, o duplicidades, y de ese trabajo dependerá si debemos disminuir los artículos, ya sea por repetición o incompatibilidad -que deberá revisar la comisión y el pleno deberá deliberar-, si existen incoherencias. También existirá la posibilidad de que dos artículos similares se puedan fusionar en uno solo por un tema de técnica legislativa. Más que disminuir el texto, el objetivo es que tengamos un texto coherente y sistematizado. Si en ese trabajo, se disminuye el texto entregado por el pleno, será consecuencia del trabajo y nuestras competencias como comisión.
-Una discusión que se ha instalado en las últimas semanas tiene relación con que las comisiones finales sean una opción de incluir cambios que no pasaron la barrera de los dos tercios en el Pleno. Desde su mirada como convencional y coordinadora de Armonización, ¿cree que existe ese espacio en el microciclo para poder modificar o incluir nuevas normas, o eliminar aquellos vacíos que pueda tener el texto constitucional?
-Ahí tenemos dos temas relevantes. Uno tiene que ver con el análisis que hagamos de todos los articulados, y detectemos incompatibilidades o vacíos normativos de una determinada norma; ahí, la comisión deberá proponer como suplir ese vacío normativo. Otra cosa es que se quiera incorporar al texto algún elemento ya rechazado, lo que es un tema de fondo y no de forma, y en eso soy muy clara: en base al reglamento general de la Convención, no tenemos la atribución de alterar el contenido de las normas ya aprobadas.
-Queda la sensación entonces de que el diálogo político entre colectivos será fundamental para aunar criterios a la hora de afrontar los nudos críticos que puedan surgir en el trabajo de la comisión, sobre todo considerando que cuentan con poco tiempo para presentar la propuesta de texto constitucional.
-Exactamente. Por eso, la mesa instó a que las comisiones se instalaran una semana antes -supuestamente iba a ser el lunes, pero el tema de los quórum hizo que fuera el miércoles- para que ya tuviésemos una coordinación, para que pudiésemos tener los insumos elaborados por la secretaría de la comisión como la secretaría técnica, que lleva meses trabajando en insumos que facilitarán nuestro trabajo. Tenemos tiempo acotado, por lo que debemos ser lo más eficientes y dialogantes, pilares fundamentales que me motivaban a asumir la coordinación.
-Además, el trabajo de comisiones temáticas tuvo marcadas diferencias: mientras la de Forma de Estado -que usted integró- tuvo una alta tasa de aprobación de normas, a diferencia de otras como Medio Ambiente y Sistema Político, que tuvieron muchos inconvenientes en su proceso de aprobación de normas.
-Eso es algo que debemos tener en consideración, ya que acá no existen dos o tres oportunidades de que una norma se rechace en el pleno y pueda volver a ser revisada. Acá se conjugan dos temas, por un lado, que aquellos representantes de los distintos colectivos hayan sido elegidos porque exista una confianza depositada en estas personas que interpretan el sentir del colectivo, y que lo que se acuerde refleje su sentir. Por otro lado, que aun cuando uno pueda tener una confianza plena en lo que señale el colectivo, si se deben dar los espacios para que se transmitan a los colectivos los acuerdos que generemos. Si nos encerramos los convencionales de la comisión y acordamos cosas, podemos cometer el error de que eso no sea algo que refleje el sentir del colectivo y finalmente no se apruebe en el pleno.
-A menos de dos meses que termine el proceso constitucional, ¿usted está conforme con la propuesta de normas ya aprobadas por el pleno que deberán armonizar en la comisión?
-Estoy bastante conforme con el texto que nos va a llegar el próximo lunes. Algo que he hecho las últimas semanas es invitar a todas las personas que votaron apruebo a que analicen porque votaron apruebo y que cambios querían en la propuesta constitucional, para que vean si se ve reflejado en la propuesta de nueva Constitución. En mi caso, todo aquello que me motivó a votar apruebo y a ser candidata a la Convención, lo encuentro hoy día -hasta de una forma emocionante- reflejado en el texto de propuesta constitucional.