Comunas con indicadores para zona de rezago
Desde el lunes pasado quedó disponible el Informe de Comunas Susceptibles de ser propuestas como zona rezagada en materia social 2022, documento que fue elaborado por la Unidad de Territorios de Convergencia de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, de acuerdo con lo estipulado en el artículo 6 del Decreto 975, que fija la Política Nacional de Zonas Rezagadas en materia social, y de acuerdo con los criterios e indicadores establecidos en la misma norma.
En esta oportunidad, el análisis identifica un total de 120 comunas a nivel nacional que cumplen con los factores determinados por ley, los que tienen relación directa con los niveles de aislamiento y brechas sociales existentes en los distintos territorios. Estos indicadores provienen del Estudio de Identificación de Localidades en Condición de Aislamiento 2021, elaborado por la propia Subdere, y los resultados comunales de pobreza por ingreso y multidimensional de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, CASEN, aplicada en pandemia durante el año 2020, respectivamente.
En la actualidad existen zonas de rezago en 13 regiones, incluida Biobío, que cuenta con un plan para las 7 comunas de la Provincia de Arauco, el que en agosto próximo cumple los ocho años de aplicación, que es el tope según la normativa y cuyos resultados están siendo evaluados desde febrero, considerando que está pronto a concluir. De todas formas, existe la intención de extender la vigencia del programa por dos años, lo que deberá ser resuelto a través de una modificación de la normativa que debe ser tramitada en el Congreso y para lo cual ya se contaría con el compromiso del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Según el nuevo informe, la Región del Biobío cuenta con 15 de las 120 comunas que podrían ser consideradas al momento de definir una nueva zona de rezago. Se trata de algunas que son integrantes de la Asociación de Municipios Cordilleranos de la Provincia de Biobío (Amcordi), como son Antuco, Santa Bárbara, Quilleco, Tucapel, Quilaco y Mulchén, además Alto Biobío, Nacimiento, Negrete, Laja y Yumbel de la misma provincia.
A ellas se suman otras cuatro comunas, donde se cuentan Santa Juana, Florida, Penco y Hualqui de la Provincia de Concepción, pese a que en el caso de las últimas dos no podrían ser consideradas como parte de una zona de rezago porque actualmente pertenecen al área metropolitana de Concepción, una condición que las deja fuera por lo dispuesto en la ley.
El alcance del programa es ambicioso y tiene palabras clave que es importante considerar. Si se considera lo que dice la definición legal, la Política Nacional de Zonas Rezagadas en materia social contempla entre sus objetivos el "propender al igual acceso de oportunidades entre las personas, independientemente del lugar donde habiten, focalizando recursos en aquellos territorios que presentan brechas de mayor magnitud en su desarrollo social, de modo de propender a que dichos territorios alcancen niveles de desarrollo no inferiores a su propia región, a través del trabajo coordinado de los órganos públicos y entidades o actores del sector privado, presentes en el territorio."
Se trata, entonces, de buscar igual acceso de oportunidades, disminuir brechas en el desarrollo social y todo aquello con trabajo coordinado de los sectores público y privado presentes en la zona. Considerando ese punto de partida, es importante responder a la interrogante sobre si esos objetivos se han conseguido tras ocho años de programa en la Provincia de Arauco y cuánta ha sido la contribución que se realizado en materia de coordinaciones para el alcance de ese fin, sobre todo si se plantea que todavía son necesarios otros dos años para concretar o consolidar cambios, respuesta que los habitantes de la zona deben conocer mejor que cualquiera de quienes defienden o cuestionan este tipo de políticas públicas.
Una segunda reflexión tiene relación con la gran cantidad de comunas que califican para una zona de rezago en la Región del Biobío. Si se aplica la metodología de forma inversa y se restan las 7 comunas que actualmente están en el programa, tenemos que solo 11 de las 33 quedan fuera de la clasificación, lo que nos indica que solo un tercio de la Región mantiene indicadores de mejor calidad de vida, menor aislamiento y menor pobreza.
La definición de las comunas que integrarán la nueva zona de rezago o, si se aprueba el cambio legislativo, la segunda área con este programa, está en manos del Gobierno Regional, que luego debe presentar su propuesta al Consejo Regional para su aprobación final. Sin embargo, la tarea no terminará ahí, porque los indicadores seguirán demostrando que, más allá de esta política focalizada, la Región presenta un panorama de gran desigualdad y la labor en torno a la búsqueda de menores brechas en aquellas comunas que no sean considerada deben ser un objetivo más amplio en el tiempo y más transversal en la gestión.
Se trata, entonces, de buscar igual acceso de oportunidades, disminuir brechas en el desarrollo social y todo aquello con trabajo coordinado de los sectores público y privado presentes en la zona.