Compañía Teatro El Rostro vuelve a presencialidad familiar
Luego de casi dos años de encierro obligado, debido a la pandemia, el tradicional grupo teatral penquista con 43 años de carrera se mostró feliz de volver montar obras en vivo.
Fue un reencuentro esperado por el público, como también los cinco integrantes de la compañía Teatro El Rostro, que dan vida escénica a la obra "El flautista de Hamelín".
Con una primera y exitosa función a sala llena, el pasado 30 de abril, el grupo con 43 años de trayectoria ajusta últimos detalles de lo que será la Temporada de Teatro Familiar 2022, en la Ucsc.
Esto considerando pases todos los sábados de mayo, a partir de las 16 horas, de este montaje basado en el cuento de los hermanos Grimm publicado en 1816.
"Nos quedamos con una gran alegría por la respuesta de la gente, debido a la alta asistencia de un público familiar y diverso, lleno de curiosidad y que respondió positiva mente a la obra", resume Alfredo Marín Chávez, director de esta versión de la propuesta originalmente estrenada en abril de 2015, con Julio Muñoz en la dirección teatral.
Con esta actividad la agrupación buscar darle continuidad a su labor artística relacionada con un público familiar, la misma que vienen realizando desde enero pasado, cuando comenzaron a darse las posibilidades presenciales.
- Imagino latía fuerte el deseo de volver, luego de prácticamente dos años de pandemia.
- Sí, extrañábamos esa dinámica de enfrentar a públicos distintos y el desafío de verificar como nuestras propuestas artísticas eran recibidas por esos públicos tanto adultos como infantiles. Aprendimos a sobrevivir esa adversidad, a conocer la práctica de nuevas formas de abordar el teatro, algunas claramente vienen a quedarse y otras deberán claramente reformularse. Estos años de pandemia también nos permitió revisar lo realizado y valorando los aciertos y desaciertos realizados en nuestra trayectoria, y valorar el sello Teatro El Rostro.
- Uno que ahora tiene el sello del grupo puesto en "El flautista de Hamelín", ¿acaso una metáfora de la propia pandemia?
- No, no fue abordada con ese sentido. La montamos, porque consideramos que algunas temáticas planteadas en nuestra versión del Flautista, son plenamente vigentes de abordar en una etapa tan importante para nuestro país. Nuestra versión destaca los valores del respeto, la honestidad y de la palabra empeñada en una puesta en escena apta para todo público.
Pensar en familia
Contando la historia de un pueblo invadido por ratones, en que sus habitantes no encuentran la forma de hacerle frente, ven una salida en un particular flautista. Éste les promete liberarlos de los roedores, a cambio de un pago que, finalmente, nunca se concreta. Las consecuencias están a la vuelta de la esquina.
"Nuestra invitación es, efectivamente a disfrutarla en familia, ya que divertirá a grandes y chicos. La gracia es que también los invitará a reflexionar respecto de los valores mencionados, como también la importancia de valorar la educación artística en los niños", indica Marín, también encargado de la presente adaptación del texto.
- Siempre la apuesta es a este Teatro Familiar.
- En realidad, nuestra compañía siempre abordó la aventura teatral pensando en involucrar a la familia toda. Al principio, probablemente, de manera intuitiva y, posteriormente, más consciente. Vimos la evolución de padres que a veces llegaban a dejar al niño al teatro encargado a otros adultos y se retiraban, porque la obra era para niños.
Las primeras incursiones de estos ciclos, organizados junto a la Ucsc, fueron en el Aula Magna hace 15 años, trasladándose a la Sala de Teatro de la casa de estudios en el campus San Andrés, hace unos cinco.
"Hoy el adulto acompaña a sus hijos, sobrinos o nietos, para compartir la experiencia y se retira agradeciendo que el montaje aborde temas abiertamente infantiles e incorpore otros entre comillas para adultos. Esto crea nuevos espectadores y permite que las obras sean motivo de conversación", señala Marín.
El elenco de esta versión lo integran Carlos Fuentealba (flautista), Alfredo Ramírez (alcalde), Ignacio Barrera (secretario), Tania Ortiz (cocinera) y Yanina Miranda como la criada.