Precariedad de servicios en isla Mocha
La semana pasada se dio a conocer que, debido al cese del funcionamiento de una serie de servicios básicos, el aislamiento y las difíciles condiciones de la isla Mocha, el Gobierno Regional del Biobío, por medio de la División de Infraestructura y Transporte, solicitó a la Seremi de Salud decretar emergencia sanitaria a la brevedad posible, asegurando que es la única forma de evitar un inminente colapso sanitario.
A través de un oficio, se incorporaron documentos de la Municipalidad de Lebu que justifican la solicitud, y se aseguró que existe preocupación porque vienen los meses de invierno y los habitantes de la ínsula han tenido meses muy difíciles, con cortes del suministro eléctrico permanente desde principios de año.
Lo que plantea el Gobierno Regional es que para disponer de nuevos recursos y formas de accionar, es necesario que se decrete emergencia sanitaria en la isla, ya que no deja de ser fundada la afirmación de que se vive una catástrofe sanitaria permanente.
Es importante recordar que la situación del territorio es compleja y que desde inicios de año solo se ha ido agudizando. Solo en febrero pasado, una vez más, las complicaciones de transporte afectaron a los 800 habitantes luego que la empresa a cargo de los vuelos periódicos al continente suspendiera el servicio de forma indefinida hace casi diez días.
No es una situación nueva, ya que recurrentemente la conectividad es un tema problemático, ya sea en el sentido de los traslados por aire o por mar, así como también desde el punto de vista de las telecomunicaciones.
La falta de opciones de traslado afecta a la población mochana en todos los sentidos. En lo familiar, en lo laboral, en las posibilidades económicas, comerciales y, tal vez lo más complejo por estos días, en el sentido sanitario, ya que se interrumpen tratamientos médicos, consultas y cualquier tipo de urgencia queda supeditada a la posibilidad de trasladar a quienes requieren atención, lo que por ahora no es posible aunque se trate de una emergencia.
En esa oportunidad desde la Municipalidad de Lebu, comuna a la cual pertenece administrativamente la ínsula, plantearon que no es posible que producto de conflictos entre privados se genere un perjuicio tan grande a la comunidad mochana y que es comprensible que, una vez más, se hiciera un llamado al Gobierno central para que realicelas acciones pertinentes y asegurarla estabilidad del servicio y evitar situaciones similares.
El municipio no tiene mayores atribuciones en el transporte licitado, por lo que será la Seremi de Transportes la que seguirá a cargo de continuar fiscalizandolos servicios y del no cumplimiento de los mismos, esto para anexar al proceso sancionatorio que se abrirá contra la empresa por no cumplir los términos del contrato vigente.
A estas complicaciones, en esas semanas se sumaron también las condiciones climáticas inadecuadas que mantienen a la isla en este momento con racionamiento energético, ya que no se ha podido hacer llegar el combustible necesario a través de la vía marítima, abastecimiento que debe salir desde la comuna de Tirúa. Si en época de verano estos factores generaron complicaciones para la zona, es posible proyectar que durante los meses de invierno la situación se puede tornar más insostenible.
Es necesario asumir la precariedad del sistema con que se abastece y comunica la isla, y que las autoridades tomen en consideración las opciones existentes para abordar la situación, que sigue siendo preocupante meses después, porque no existen sobre la mesa soluciones de fondo para su permanente fragilidad, que requiere un trabajo más profundo y sobre todo, una gestión que apoye el desarrollo de sus habitantes.
Es importante recordar que la situación del territorio es compleja y que desde inicios de año solo se ha ido agudizando. Solo en febrero pasado las complicaciones de transporte afectaron a sus habitantes.