"Mi compromiso es no olvidarme que soy actriz, dirigente sindical y gestora"
En su primera entrevista como autoridad -y primera en el ámbito político- conversó con Diario El Sur sobre sus ejes de trabajo e impresiones al asumir un cargo donde busca aportar.
"Fue sumamente sorpresivo. Me lo tomé con mucha responsabilidad y con emoción. Sentí que con este nombramiento nos consideraban a los artistas, a las bases, en esta nueva transformación de cómo hacer política y gestión cultural en la región".
Así se refiere la actriz de profesión Orly Pradena Chávez (38), a su nombramiento como seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Con una trayectoria de más de 15 años en las tablas, y como gestora cultural y dirigente sindical, su nombre generó reacciones positivas de forma transversal en la comunidad artística regional.
Lejos de la política, pero siempre cerca de las bases, para la nueva autoridad su nombramiento también significa un gran desafío.
Para una de las fundadoras de la compañía La Otra Zapatilla, en 2007, entro a un lugar, donde "en algún momento me tocó ser contraparte, y quiero aportar desde este espacio".
"Mi compromiso, cuando dejé los espacios donde estaba involucrada, fue no olvidarme de que soy actriz, dirigente sindical y gestora. Desde ahí parte todo", dice.
Araucana de nacimiento, Pradena también vivió en Hualqui, Talcahuano, Concepción y Los Ángeles. Precisamente, residía en esta última ciudad al momento de ser nombrada.
Esto llevó a un rotundo cambio de planes en su vida, ya que la idea -según cuenta- era dividirse entre Santiago y Concepción. "Planeaba estar 15 días allá y 15 acá, ya no", señala entre risas.
La familia, tanto la de sangre como la cultural, fueron quienes pesaron a la hora de dar el sí al llamado del gobierno. "No lo hubiera hecho si no tuviera ese apoyo, la certeza y tranquilidad de saber que todo iba a funcionar igual, y que esto sería parte de una articulación más importante aún. Mi política es la cultura", agrega.
Siempre cercana
Si hay una palabra que podría definir la gestión de Pradena es "cercanía". Concepto es el que la artista busca plasmar como sello.
"La cercanía con la ciudadanía y los artistas, y hacer ese contacto que nos haga ser a todos y todas parte de las políticas culturales del territorio. Quiero que podamos, en conjunto, levantar aún más Biobío de lo que ya estamos a nivel cultural. Mi sello es eso, territorio, cercanía y ser un puente entre lo público y los artistas".
-Desde la campaña del presidente Boric siempre se habló de darle relevancia a ministerios que históricamente han estado relegados como el de la Mujer o éste, ¿cómo lo harán?
-La idea es que Culturas trabaje con las distintas carteras. Que seamos un eje dentro de todas las acciones que se hagan. De este modo, estamos mandatados a trabajar a nivel intersectorial. Que tengamos un trabajo en colaborativo entre las seremías y el Gobierno Regional, que seamos un engranaje que nos permita llegar a un bien mayor.
- Preguntamos a varias voces de la cultura local que esperaban de su gestión. Más allá de los comentarios, se habló de su profesión como una fortaleza, ¿lo cree así?
-Absolutamente. El ser actriz, luego convertirme en productora, gestora cultural, hizo que tuviera un contacto directo con todos los agentes como la ciudadanía, los artistas o los espacios culturales. Me da otra forma de acercarme, eso va a ser fundamental para nuestra gestión. Tiene que ver con hacer una seremía cercana.
-¿Qué otras fortalezas tiene?
-El venir de la dirigencia sindical. En estos primeros días, sentí que esa escuela fue fundamental. Pasar por Sidarte Biobío y Sidarte Nacional hizo que aprendiera mucho a como trabajar en equipo, como sacar adelante puntos críticos, conflictos internos y externos. Me dio experiencia para enfrentar todo y pararme políticamente desde lo cultural, bien segura y con objetivos claros. Todo lo que he hecho me va a ayudar.
- ¿Lo más difícil de instalarse?
-Más que difícil, he estado aprendiendo harto de la administración pública. Fue una buena recepción, porque también vine a este espacio como trabajadora. Tenía relación con muchos funcionarios desde otro lugar. Es complejo, pero no lo encuentro difícil, porque hay un buen equipo, muy profesional. Mi fortaleza es la gestión y estoy aprendiendo día a día.
- Fue una voz crítica de la administración anterior y ahora les corresponde enfrentar este proceso de recuperación, ¿cómo se salta de un lado al otro?
-No sé cómo lo hice, pero creo que al estar acá debo ver qué es lo que me hacía ruido con este espacio. Vamos a estar abiertos a tener diálogos con todos. Eso va a ser fundamental para estar en contacto directo y hacerlos sentir que son parte de esto.
- ¿Qué le pediría a los artistas para facilitar su labor?
-Que se acerquen, que conversemos. No soy nadie para pedirles algo, al contrario, aquí estamos para conversar y dialogar. Lleguemos a acuerdos, quizás no habrá un financiamiento, pero sí una gestión de esta seremía que va a permitir que se hagan cosas con otras carteras.
- El trabajo de "engranaje" que mencionaba, será clave en todo…
- Es lo que me motiva y como siempre he trabajado. Hay un compromiso de hacer puntos de cultura, trabajo cultural digno y una transformación institucional. Eso debe ir de la mano.