"A nuestro gobierno le está faltando llegar un poco más rápido y a todos los lugares"
En su semana más compleja, realiza junto a EL SUR un balance de la gestión a nivel regional, de la violencia en Arauco y el armado de su gabinete.
Por momentos, sorprende la tranquilidad con que Daniela Dresdner Vicencio (37) responde cada una de las preguntas de esta entrevista pactada previamente, para evaluar su primer mes en el cargo que se cumple este lunes 11.
Es jueves por la tarde, y la delegada presidencial del Biobío ha vivido su jornada más convulsionada, con críticas al alza. Sin embargo, responde una a una las preguntas de Diario EL SUR, y aborda por primera vez las polémicas en que se ha visto envuelta la última semana.
Sobre sus declaraciones a una radio capitalina respecto a que "no podemos controlar todo lo que ocurre en la provincia" criticó la descontextualización de sus palabras, y planteó que "el fondo no tenía que ver con que el Estado no estuviera, sino más bien todo lo contrario, tenía que ver con todo lo que el Estado está haciendo para atrapar la ausencia en el tiempo anterior: todo el despliegue en materia de seguridad, que la seguridad aumentó en la zona y las policías tienen más capacidades".
Respecto al impasse del jueves por su negativa a entregar declaraciones sobre los hechos de violencia en Tirúa, la autoridad aduce a que responde a formas que los políticos tenían en el pasado.
"Yo quiero tener una buena relación con los medios, pero no puede ser solo de mi parte hacia ellos. Si le digo a un medio que tengo que irme porque tengo algo urgente -considerando que soy la delegada y probablemente si tenga algo más urgente- el medio debería entenderlo como que existe algo más importante, y no desde una postura como que yo no quiero hablar, porque siempre lo hago y doy todo el tiempo que sea necesario. Lo que ocurrió como hoy (jueves), donde tuvimos una reacción violenta hacia mi equipo de trabajo, es algo que no ayuda para construir las confianzas que se necesitan", suma.
BALANCE DEL PRIMER MES
A la hora de caracterizar su primer mes en el cargo, Daniela Dresdner reconoce que ha sido un trabajo intenso y desconocido de alguna forma, ya que "somos un gobierno compuesto por gente que es nueva en la política institucional -somos viejos en la política de movimientos sociales y estudiantiles- y es definitivamente un gran desafío. Pero el desafío no solo se enmarca en que nosotros aprendamos cómo funciona el sistema, sino que también está en que cambiemos la forma en que se están haciendo las cosas hasta ahora, luchando contra estructuras que tienen una forma por mucho tiempo".
Sobre las dificultades del cargo, la delegada presidencial expone que "más allá de lo que podía esperar, este el momento en el que siento que el desafío es muy grande, y el trabajo que debemos hacer es muy grande, no solo por lo que conlleva el cargo, sino porque cada vez que vamos avanzando nos vamos dando cuenta de las brechas que hay y lo que no se hizo antes".
"No es que lleguemos a un punto donde hay muchas cosas que mejorar, sino que llegamos a un punto en el que tenemos que atrapar todo lo que de atrás se quedó pendiente, y eso es muchísimo. Estamos gobernando para al menos cuatro años atrás para avanzar las cosas que se deberían haber avanzado en este tiempo", añade.
-¿Se vuelve necesario realizar un diagnóstico, considerando lo que plantea respecto a cuatro años atrás, y desde allí poner metas para avanzar en lo administrativo y en políticas públicas?
-En esta Región tenemos algunas cosas especiales, en el sentido de que tenemos territorios de suma importancia y espacios geográficos grandes, que además están abandonados por el Estado. Esos mismos territorios son aquellos donde vemos que aumenta la violencia, la tasa de delincuencia, el narcotráfico y todas estas cosas que hacen que nos veamos en una sociedad que se siente extremadamente insegura. Eso se profundiza en zonas rurales, y es reflejo de la profundidad del problema. Hay que analizarlo en base a la experiencia de los distintos territorios y no se puede tener un plan genérico para todos los territorios.
-¿Qué directrices ha entregado a los secretarios ministeriales? Esta semana se completó el armado del gabinete con los últimos nombramientos.
-El plan que estamos haciendo es comenzar a ver las necesidades más urgentes de estos territorios, y como comienzas a superar las consecuencias de ese abandono, como ocurre en el Gran Concepción con los problemas de tránsito y congestión vehicular, los problemas de violencia en los colegios o percepción de inseguridad en las calles, y cuando existen crímenes estos son más violentos.
-¿Qué se puede mejorar, cambiar o mantener de cara a los próximos meses de su gestión como delegada presidencial?
-Soy una persona muy autocrítica. Siento que hay muchísimas falencias, algunas que no son culpa nuestra porque llegamos a algo armado, pero uno siempre puede hacer las cosas mejor. Lo que nos guía es seguir escuchando todas las opiniones, las críticas constructiva, las que intentan destruir y todas buscamos convertirlas en algo positivo. A nuestro gobierno le está faltando un poco más, un poco más rápido, un poco más llegar a todos los lugares que dijimos que íbamos a llegar y que no hemos llegado. En el tema del conflicto mapuche, hablar más con las comunidades, acercarse más y generar más puente de conexión, de una forma más rápida de lo que lo hemos hecho.
VIOLENCIA EN ARAUCO
Uno de los ejes que ha concentrado la mayor labor de la delegada Daniela Dresdner tiene relación con el conflicto de violencia rural y demandas de las comunidades mapuches en las provincias de Arauco y Biobío: "El poder resolver no dependerá de nosotros, de mí como delegada, sino que de toda la sociedad. Y que podamos avanzar en soluciones para toda la Región y el país, dependerá en que avancemos en los contenidos, en lo que realmente estamos diciendo y todos podemos hacer un acuerdo para avanzar".
Además, lamentó que el conflicto se utilice con fines políticos -"no necesito desacreditar a una figura pública que está intentando avanzar, porque esa no debe ser la lógica en que funcionemos. Lo digo respecto a los políticos que conocemos desde siempre, con esa idea electoralista"- y apunta a que "como sociedad resolver el conflicto con el pueblo mapuche y a eso apuntaba la ministra Siches en el Senado, que no es un tema del gobierno y si no lo resolvemos, fallamos todos como sociedad. La conversación debe ser más profunda que la cuña mal dicha".
-Usted recibió varias críticas respecto a la tardía respuesta pública ante el ataque que ocurrió en Contulmo el fin de semana pasado y también por lo ocurrido el jueves en relación con el ataque en Tirúa.
-Lo primero que yo hago cuando me llaman el viernes en la noche para informarme que se están quemando casas en Contulmo, es hablar con el alcalde, con Carabineros e intentar conectarme con las víctimas, para ver la amplitud del hecho. En eso estuvimos la noche y al día siguiente, teniendo reuniones para ver cómo actuar como Estado y esa fue nuestra preocupación.
No hablé porque no era mi prioridad salir a decirles a los medios lo que estaba haciendo, sino que atender a las víctimas. Quizás es un error, lo podemos discutir respecto a haber salido antes o más rápido, pero mi prioridad fue esa, y lo mismo ocurrió el jueves tras la reunión con el subsecretario. Mi prioridad era atender el tema de Tirúa que ocurría en ese momento; entiendo que es una forma distinta de hacer las cosas que ni los medios ni la mayoría de la gente están acostumbradas, y es una forma que es más saludable y sincera respecto a las personas, con más cercanía y preocupación por ellas, y no de mí, como figura pública.
-¿Qué le han señalado las víctimas de violencia rural? Algunos dirigentes plantean que usted no se ha puesto en contacto con ellos, para conocer la realidad del territorio.
-Para nosotros ha sido súper importante el respeto a las formas de las víctimas. Respetamos como llegamos con ellas, como nos comunicamos con ellas, y lo que hacemos es desplegar nuestros equipos, que trabajan con las víctimas, con el alcalde y hemos hablado constantemente. Las víctimas nos dicen que necesitan mayor seguridad, se sienten muy inseguras y en eso debemos trabajar, para lo cual hablamos con las policías. También hay algo que tiene que ver con nosotros, que es el ayudar a las víctimas respecto a la situación en que están ahora, y que es mover a todas las instituciones del Estado para acogerlas y entregarles soluciones, por ejemplo, habitacionales.
-¿En qué píe esta su relación con el gobernador Rodrigo Díaz? Se instala la idea de que caminan por veredas distintas y chocan en algunas temáticas, por ejemplo, en las formas para abordar el conflicto de violencia rural.
-Tenemos una relación muy fluida, conversamos constantemente sobre distintos temas. El gobernador tiene opiniones distintas a las del gobierno en algunos casos, y eso está bien, es parte de gobernar en conjunto. Nosotros creemos que el gobernador y lo que significa es esencial para lo que debemos construir en esta Región. El trabajo lo seguimos haciendo y nos seguimos coordinando. Prontamente tenemos reuniones en conjunto, viendo temas como el de transporte, y temas de Arauco.
-¿El delegado provincial de Arauco, Javier Ponce seguirá en sus funciones? Algunos medios dan cuenta de que Interior está evaluando reemplazarlo, considerando su ausencia en la última semana.
-El delegado ha tenido algunos problemas de salud, que son problemas que hay que ver su profundidad. En los últimos días, estuvo en Santiago justamente conversando con el subsecretario del Interior respecto a que vamos a hacer respecto a la provincia. En el intertanto, nosotros como delegación hemos enviado en comisión de servicio a miembros de nuestro equipo a apoyar la labor en Arauco. Es demasiado necesario que se siga haciendo el trabajo, se requiere más personal y hemos enviado gente para apoyar esa labor