¿Debemos preocuparnos por la seguridad hídrica?
alejandra stehr, Doctora en Ciencias Ambientales y profesora asociada en la UdeC.,
Gran parte del país enfrenta hace ya más de 13 años una "mega sequía", fenómeno al cual no estamos ajenos en la Región del Biobío. Es más, los últimos años han sido especialmente críticos, por ejemplo el 2021, el déficit de precipitaciones fue de un 43%, y a la fecha es de 58%, encontrándose 33 comunas declaradas en emergencia agrícola por déficit hídrico. Hemos visto además un aumento del uso de agua, siendo los mayores usuarios el sector agrícola e industrial. Ambos fenómenos han llevado a muchas zonas de la región a una situación de escasez hídrica, es decir, la cantidad de agua que tenemos no es la suficiente para satisfacer todos los usos, en especial el de los ecosistemas y el uso para consumo humano en zonas rurales. Por ejemplo, en los últimos meses varias localidades rurales han visto afectado su sistema de abastecimiento de agua potable, teniendo que depender de camiones aljibes.
Hasta ahora estos problemas se han enfrentado de manera desarticulada, pero si queremos realmente hacer frente a la problemática hídrica de la región debemos avanzar en soluciones integrales, como lo es la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos, la cual de manera muy sencilla se puede definir como el proceso participativo de formular y aplicar en una cuenca un conjunto integrado de acciones tendientes a orientar su sistema social, económico y natural, de manera de aprovechar, proteger y conservar los recursos naturales, teniendo como fin la conservación y/o el mejoramiento de la calidad medio ambiental y los sistemas ecológicos, y como última finalidad la seguridad hídrica del territorio.
En este sentido tenemos como región dos grandes oportunidades, la primera dice relación con la recientemente aprobada Ley Marco de Cambio Climático, la cual incorpora los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos (PERH) en su art. 13), donde se establecen varios conceptos importantes como la seguridad hídrica, usos prioritarios, participación ciudadana, indicadores de cumplimiento, entre muchos otros. Estos Planes ya se empezaron a elaborar, incluyendo la cuenca del río Biobío. La segunda oportunidad está relacionada con el anuncio realizado por el Gobernador en enero de este año donde se informó la intención de la creación de un Fondo de Agua para la cuenca del Biobío, es decir, se busca generar una organización que diseñe e impulse mecanismos (financieros, de gobernanza etc.,) para proteger las fuentes de agua, teniendo como objetivo principal la seguridad hídrica de la cuenca, a partir del esfuerzo conjunto entre los sectores públicos, privado, académico y sociedad civil, considerando las proyecciones futuras.
Como podemos ver en materia de recursos hídricos tenemos muchos desafíos, pero también muchas oportunidades, pero para aprovecharlas debemos todos trabajar de manera conjunta.