El aumento de los perros en las calles
Han pasado tres años desde que comenzó a operar el Registro Nacional de Mascotas de Subdere y hasta la fecha, son más de un millón 800 mil mascotas las que forman parte de él. En la Región del Biobío totalizan 146.298, de los cuales más de 113 mil son perros y 32 mil son gatos.
Con frecuencia los lectores plantean su preocupación por los perros que vagan por las calles, muchos de ellos enfermo, invadidos por parásitos y en condiciones lamentables. Se trata de un problema que se ve en casi todas las ciudades. De acuerdo con las inquietudes que expresan, esta situación toma más fuerza en Concepción, Hualpén y Talcahuano. Se estima que más de la mitad de los animales que vagan por las calles tienen dueños, por lo tanto, están abandonados, lo que revela cuál es el origen del problema y la poca conciencia de las personas acerca de la tenencia responsable de sus mascotas.
Asimismo, resulta frecuente que personas residentes de edificios sacan a sus mascotas a las calles, con el fin de que hagan sus necesidades, sin preocuparse de recoger luego las fecas, que quedan esparcidas en las veredas o al pie de los árboles.
Se recuerda que la Encuesta de Actitudes hacia el Medioambiente que realizó hace unos años el Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, reveló un aumento en la preocupación de la ciudadanía por los perros abandonados. El estudio se realizó para identificar la percepción de la población de Santiago, Concepción y Valparaíso sobre la tenencia responsable de animales. El 73% de los encuestados del Gran Concepción consideró a los perros abandonados un problema importante. Los principales motivos de riesgo que ven son los ataques a las personas, la transmisión de enfermedades y que ensucian los espacios públicos. El 63% de los encuestados dijo estar de acuerdo con el control de la población de estos perros mediante la esterilización, mientras que el 17% consideró aplicable la eutanasia, basada en el bienestar animal, y el 6% estima correcto utilizar cualquier método. El 10% de los consultados se negó a todo tipo de sacrificio animal.
Con el fin de hacer frente a ese problema, los gobiernos han desarrollado desde 2014 el Plan Nacional de Esterilización, y como parte de él se realizan cirugías a perros y gatos, lo que permite ir acotando el número de animales en las calles. Es imperativo evitar su proliferación mediante estos programas y la habilitación de caniles para los casos más urgentes. Pero a la vez, resulta fundamental que la ciudadanía comprenda que debe hacerse responsable de sus mascotas. La proliferación de perros callejeros no existiría si sus dueños fueran más conscientes, manteniéndolos bajo su custodia y alimentándolos debidamente, según la idea original que les inspiró de tener un animal de compañía. Un reciente estudio realizado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) y la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica, reveló que el 99% de los tenedores considera a sus animales como parte de la familia y que contribuyen a su felicidad.
Cuando en julio de 2017 se promulgó la ley Nº 21.020 de tenencia responsable de mascotas o "Ley Cholito", se pensó que sería la solución para los animales abandonados. La iniciativa estipuló que el tenedor está obligado a su adecuada identificación e inscripción a través de una plataforma informática a cargo del Ministerio del Interior y se determinó que el propietario es responsable de su alimentación, manejo sanitario y cumplimiento de la norma, a la vez que responderá civilmente por los daños que pueda causar su mascota. Pero también instruyó a los municipios que las que estén abandonadas y no tengan la identificación podrán entregarlas a las organizaciones que se preocupan de la tenencia responsable. Aunque tratemos de ocultar el tema o endosar su solución a los municipios, esto es revelador de nuestros pobres estándares educacionales y la falta de compromiso cívico.
El abandono de los perros es más notorio en Concepción, Hualpén y Talcahuano. Más de la mitad de los animales que vagan por las calles tienen dueños, por lo tanto, están abandonados a su suerte.