"La Chinganera" pone su libro "Nunca más" como símbolo del 8M
Fabiola González, junto a la dibujante Lolo Góngora, se embarcaron en una aventura artística dolorosa, transformar en décimas ilustradas, 10 casos de mujeres violentadas de diferentes formas.
Se le nota la pasión en el hablar, en el decir, en su música. Aspectos que Fabiola González, "La Chinganera", también expone en la letra escrita, impresa y que se lee (y sufre) en cada uno de los 10 retratos de "Nunca más sola".
Un texto de 34 páginas que, aunque lanzado hace un año, no pierde vigencia, menos actualidad. Se evidencia en que la folclorista de 43 años le dio forma y contenido a una obra que -hoy- se ha tornado es símbolo de la lucha femenina en todos sus aspectos, especialmente, referidos a ese "nunca más" de la violencia.
Publicado por Pehuén, las décimas están ilustradas por la artista visual Lolo Góngora, en un cruce que expresa el latido de referencia, según la vista del lector se interna en tal o cual pasaje.
Acá relacionados con una decena de mujeres víctimas de femicidio, acoso, violencia empresarial o política, entre otros tópicos.
"Como poeta popular siento un profundo compromiso con las diferentes cuestiones sociales, con mayor inclinación hacia lo que respecta a la mujer y sus derechos de igualdad y dignidad. No ha bastado con lo que se ha hecho: se siguen sumando femicidios (ya van más de 700 en 10 años, solo en Chile) más un sinfín de abusos, suicidios femicidas, desigualdades (…) Mi herramienta de expresión, de aporte a la transformación social, es por medio del arte. Mis vehículos son la poesía y la música", explica la autora sobre su segundo libro publicado.
- Como el primero -"Yo brindo" (2019)- apuestas por las décimas.
- La décima, por tradición de más de 500 años, en el mundo y más de 300 en Chile, ha estado siempre al servicio de la sociedad como eco sustantivo, histórico y juicioso. Por lo mismo, este "Nunca más solas" podría entenderse como lo que sería una Lira Popular del siglo XXI y por eso además, las ilustraciones.
- Potente título, pero ¿sientes que será así en algún momento o que se avanza en el tema?
- Estamos en ello, se está hablando en las mesas, en las reuniones, en el Senado, en la sala de clases, en la antesala del hospital, en el cafecito de la tarde. Las nuevas generaciones vienen con una claridad tremenda al respecto. Claro que falta por aprender, por establecerlo, por entenderlo pero, lo tenemos entre nosotros, está siendo parte de nuestra lingüística. Tenemos que integrarlo, no tenemos más opciones, o aprendemos a comunicarnos desde la igualdad de derechos o vamos a seguir construyendo una sociedad machista, jerarquizada, sin espiritualidad, sin ética y sin alma que concluirá en destruirnos.
LO COMPLEJO DE ELEGIR
Uno de los aspectos donde "La Chinganera" hace especial énfasis fue en lo complejo que resultó apuntar a los 10 casos señalados y desarrollados en el texto: Antonia Barra, Ambar Cornejo, Fabiola Campillai, Fernanda Masiel y Norma Vásquez, entre otras.
"Fue muy difícil, y muy duro. Finalmente decidimos, junto a Lolo (Góngora) por mujeres con historias diferentes, que representaran a su vez diferentes tipos de violencia: misoginia, racismo, violencia de Estado, femicidio empresarial, violencia doméstica...
- Toda violencia es tal, pero ¿percibes algunas más otras?
- Es muy difícil, porque la violencia no tiene categorías, es como a la inversa; el amor. Amas o no amas, pero no amas un poquito o amas mucho, amas y ya. Todo nos dolió hasta el alma, estudiar cada caso fue tremendamente desgarrador. En ese escenario puedo identificar como un mayor impacto en nosotras el caso de Ambar Cornejo, y esto porque es la única menor de edad del libro y la única en que en su femicidio tuvo participación su madre. Una cosa fuera de toda lógica y ética.
- Con Lolo Góngora, son dos autoras, ¿cómo se cruzaron las miradas: ilustración y las décimas?
- Fue un matrimonio perfecto, hermoso y poderoso. Tenemos una mirada complementaria increíble. En algunas yo escribía las décimas y luego Lolo me sorprendía con la ilustración exacta para el poema y otras ella dibujaba y yo escribía. Este "Nunca más solas", es una de las cosas más hermosas que me ha pasado como artista.
- ¿La tragedia llevada al arte?
- Me siento responsable de escribirlas, me anclan al suelo, me dan profunda conciencia y me recuerdan quien soy y para qué soy artista.