Tercera ronda de diálogo entre Rusia y Ucrania arroja "pequeños avances"
La reunión se desarrolló nuevamente en territorio bielorruso y permitió acuerdos en temas humanitarios. Mientras, la Unión Europea sumó tensión al iniciar el proceso para sumar a Ucrania, Moldavia y Georgia.
La tercera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania se cerró ayer con "pequeños avances" a la hora de mejorar la logística de los corredores humanitarios para evacuar a la población civil, dijo el asesor del Presidente ucraniano, Mykhailo Podolyak.
Hay pequeños avances en "la mejora de la logística de los corredores humanitarios", indicó en su cuenta de Telegram el asesor, quien añadió que continuaron las "intensas consultas" sobre un alto el fuego y las garantías de seguridad.
El nuevo encuentro entre las dos partes se produjo en Belovezhskaya Pushcha, en la región bielorrusa de Brest, cerca de la frontera polaca, al igual que en la segunda cita el pasado día 3 de marzo.
También se produjo después de que ayer por tercera vez consecutiva fracasaran las evacuaciones previstas debido a la violación del alto el fuego humanitario anunciado por Rusia, de cuyo incumplimiento se culparon de nuevo mutuamente ambas partes.
El jefe negociador ruso, Vladímir Medinski, afirmó a su vez que Moscú espera que los corredores humanitarios comiencen a funcionar este martes.
"Lo dijimos claramente. Esperamos que mañana estos corredores finalmente comiencen a funcionar. La parte ucraniana nos ha dado garantías de esto", dijo, según la agencia Interfax.
LA UE PONE TENSIÓN
Estos pequeños avances se anunciaron poco después de que la Unión Europea le pusiera algo de tensión al conflicto tras anunciar que sus países acordaron iniciar el proceso para que Ucrania, Moldavia y Georgia se puedan convertir, en un futuro, en miembros del club comunitario, tras la petición que estas tres naciones hicieron a Bruselas la semana pasada.
Según informó la presidencia francesa de la Unión en su cuenta oficial de Twitter, los Veintisiete pidieron a la Comisión que dé el primer paso en ese camino, elaborando el informe necesario para decidir si los países de la UE conceden a Ucrania, Moldavia y Georgia el estatus de país candidato.
"Acuerdo para invitar a la Comisión Europea a presentar una opinión sobre cada una de las solicitudes de adhesión a la UE presentadas por Ucrania, Georgia y Moldavia", señaló el tuit, tras una reunión de los embajadores de los Veintisiete ante las instituciones comunitarias, en la que analizaron la cuestión.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, firmó la petición de adhesión a la UE la semana pasada, como parte de la respuesta a la invasión que Rusia inició el 24 de febrero.
Moldavia y Georgia siguieron sus pasos acto seguido, ante el temor a Moscú.
Y también sumó intensidad al enfrentamiento la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, quien aseguró que apoya un eventual ingreso de Finlandia en la OTAN y afirmó que, si el Gobierno de Helsinki decide solicitar su adhesión a la Alianza, su país lo ratificaría "de inmediato".
ZELENSKI: NO A ULTIMÁTUM
Además, ante la insistencia de Moscú de mantener sus exigencias para un final del conflicto -que Kiev renuncie a entrar a la OTAN, reconozca a Crimea como territorio ruso y reconozca la independencia del Donbás-, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, respondió que no acepta su "ultimátum" para frenar la invasión y pidió a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que salga de su "burbuja" y permita el "diálogo".
"Este es otro ultimátum y no estamos preparados para ultimátums", afirmó Zelenski durante una entrevista con la cadena estadounidense ABC.
Por el contrario, el presidente ucraniano afirmó que "lo que Putin debe hacer es empezar el diálogo en lugar de vivir en una burbuja informativa sin oxígeno. Él está en una burbuja recibiendo información y no sabemos si la información que le dan es realista".
Esta entrevista se dio a conocer el mismo día en que Ucrania recurrió a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para argumentar que la invasión de Rusia iniciada el pasado 24 de febrero viola una convención internacional contra el genocidio, con lo que espera convencer al alto tribunal de la ONU para que intervenga e intente detener la guerra.