Altos indicadores locales de covid
Pese a que en los últimos días el ministro de Salud, Enrique Paris, sostuvo que las cifras de nuevos contagios y casos activos de covid-19 a nivel nacional están comenzando a descender respecto de semanas anteriores, la Región del Biobío vuelve a cerrar una semana marcada por altos indicadores que mantienen en alerta a autoridades, especialistas y, sobre todo, a la ciudadanía.
Solo en la jornada de ayer la Seremi de Salud informó en una sola jornada la mayor cantidad de nuevos casos de toda la pandemia, con más de 5 mil, y la demanda por exámenes diagnósticos, tanto PCR como test de antígenos, está más alta que nunca, generando largas esperas y afectando a equipos de salud e, incluso, laboratorios que no siempre cuentan con todos los insumos necesarios para realizar el proceso de análisis de las muestras.
Con positividades diarias de los exámenes que llegaron a superar el 40%, las propias autoridades sanitarias han asumido que la nueva ola de contagios, gatillada especialmente por la contagiosa variante ómicron del covid-19, también ha provocado mayor preocupación en los habitantes de la zona, que mantienen una alta expectativa frente a la posibilidad de contar con un diagnóstico no solo frente a la ocurrencia de síntomas, sino también por la posibilidad de contacto con personas que pudieran estar enfermas o, incluso, por la sola adquisición de un hábito de prevención que los lleva a buscar los puntos de toma de muestras de forma periódica.
Cifras oficiales entregadas a principios de semana revelaron que la cantidad semanal de exámenes PCR que se tomaron, por ejemplo, del 6 al 12 de febrero, llegó a un total de 64.666 en toda la región y 15.346 muestras destinadas a test antígenos. Ese nivel de procedimientos incide, obviamente, en la entrega de resultados de los análisis por parte de la red asistencial debido a la alta cantidad de muestras que los laboratorios deben admitir diariamente, los que según datos entregados anteriormente, han aumentado desde 2.000 mil a 3.000 mil de forma diaria.
También se advirtió que este atochamiento de muestras ha generado retrasos importantes en la entrega de resultados, que varía según los hospitales o centros de muestras, pero que estaban llegando a tres o hasta cinco días para dar la respuesta al paciente analizado. A esto se suma otra situación que pone a prueba la red asistencial de salud, como es la mayor demanda en unidades de urgencia de recintos hospitalarios, ya que muchas personas prefieren acudir directamente a estas áreas cuando consideran que pudieran tener síntomas de coronavirus o señales similares a las de la enfermedad.
Desde la Unidad de Emergencia del Hospital Guillermo Grant Benavente, por ejemplo, se informó en la semana que el promedio diario de pacientes está siendo en alrededor de 300 correspondientes a todas las especialidades, tanto adultos como niños. Se precisó que "muchos llegan por síntomas respiratorios que terminan siendo covid, pero no todos los pacientes con estos síntomas son covid".
Similar situación se da en los recintos de atención de la red privada de salid, donde también se mantiene una alta demanda y la mayoría de las consultas corresponde a pacientes con síntomas leves. De hecho, uno de los directivos de estas áreas advirtió que "estamos en una etapa donde tenemos muchos casos activos por covid-19, los contagios crecen día a día y si bien se espera que los próximos meses esto debiera disminuir, el llamado a cuidarse, usar mascarilla, lavado de manos y no relajarnos, y que demos aprender a convivir con esta enfermedad".
Considerando el panorama sanitario regional, el anuncio del regreso a clases presenciales de forma obligatoria por parte de los escolares generó una respuesta esperable en el Biobío, ya que la situación regional no parece estar acorde con la situación sanitaria promedio del país. Con más de la mitad de las comunas en fase 2 o de Transición en el plan Paso a Paso y ninguna en las etapas de menores restricciones de aforos, desde los municipios y las comunidades escolares se han planteado inquietudes y también críticas.
Según han explicado especialistas, la experiencia internacional revela que la ola de contagios de coronavirus dura entre seis a ocho semanas, por lo que la Región estaría en una etapa intermedia todavía, considerando las fechas en que comenzó a desarrollarse la tendencia al alza de casos. Estas proyecciones son las que preocupen a los actores del área de la educación y que llaman a la reflexión con un enfoque local, donde se considere la situación regional para la toma de decisiones.
Una de las autoridades que dejó esto en evidencia fue la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, comuna que mantiene una de las tasas de casos activos más altas de la Región, es decir, mayor cantidad de personas con capacidad de contagiar el virus por cada 100 mil habitantes. La jefa comunal recordó las restricciones de aforo que rigen en la fase 2 y contrastó esas medidas con las definidas para el regreso escolar, donde la salas deben funcionar a máxima capacidad.
La interrogante que surge es si realmente es posible aplicar medidas acordes a la realidad local y qué es lo que se requeriría para lograrlo, ya que las directrices ministeriales se definen a nivel central y está comprobado que muchas de las propuestas que se plantean desde el ámbito local no logran ser consideradas. La disposición al diálogo y el análisis de la situación podrían ser claves, así como seguir tomando las medidas de prevención y reguardo ante la enfermedad.
Según han explicado especialistas, la experiencia internacional revela que la ola de contagios de coronavirus dura entre seis a ocho semanas, por lo que la Región estaría en una etapa intermedia todavía, considerando las fechas en que comenzó a desarrollarse la tendencia al alza de casos.