Nuevos santuarios de la naturaleza
Fue en 2018 cuando la Municipalidad de San Pedro de la Paz presentó el expediente para iniciar el trámite destinado a que la Laguna Grande y el humedal Los Batros fueran declarados santuarios de la naturaleza, tal como lo confirmó esta semana la Contraloría General de la República, una categoría especial en el marco de las declaraciones de monumentos nacionales, pero que está destinada específicamente a lugares que reúnen ciertas condiciones de interés para su estudio o conservación.
Es importante considerar que el Consejo de Monumentos Nacionales, CMN, cuenta con cinco categorías a las cuales se debe postular, con todos los argumentos y requisitos necesarios que solicita la legislación sobre el tema. Según esta misma normativa, los Santuarios de la Naturaleza son sitios terrestres o marinos que ofrecen condiciones y posibilidades especiales, o únicas, para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o ecológicas, cuya conservación sea de interés para la ciencia o para el Estado.
Siguiendo este mismo camino, la Municipalidad de San Pedro de la Paz ingresó en enero de 2018 el expediente de la Laguna Grande y el humedal Los Batros al Ministerio de Medio Ambiente, propuesta que luego se aprobó por parte del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. En esa oportunidad, la instancia dio luz verde a la solicitud, por lo que los dos espacios naturales se unieron a la categoría que te tenían la Península de Hualpén y el fundo el Natri ubicado entre Cañete y Contulmo.
Si bien la decisión fue unánime para las 340 hectáreas propuestas, en forma posterior se disminuyeron 25 del polígono original, debido a la apelación presentada por dos particulares, lo que llevó a una presentación al Consejo de Ministros y la aprobación final con un nuevo trazado.
La noticia, cuatro años después, de la toma de razón por parte de Contraloría General de la República fue destacada por el propio municipio y organizaciones medioambientales. La nueva categoría contempla que todas las actividades que se quieran desarrollar en la zona declarada deberán ser consideradas en un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), adoptando medidas de mitigación y compensación.
Ambas zonas son ricas en biodiversidad, ya que en el humedal se encuentran especies vegetales como copihue, la planta acuática redondita de agua, eucaliptos, pinus radiata, avellanas, quila, nenúfar blanco, totora, aromo australiano, la Nalca, naranjillo. En cuanto a fauna, hay aves como la torcaza, becacina, cisne de cuello negro, rayadito, hued hued, zarapito, garza boyera, chorlo chileno, dormilona tontita, y también es hábitat y área de crianza para anfibios como la rana chilena, eusopus roseus, eatrachyla taeniata y el sapito de cuatro ojos.
Por eso, es de gran importancia el documento que será central para la definición de medidas concretas de protección y regulación, como es el plan de manejode las zonas involucradas y cuya elaboración se debe iniciar desde el municipio con el objetivo de definir qué actividades se pueden o no realizar en ambos lugares. El alcalde sampedrino, Javier Guiñez, sostuvo que este será un proceso participativo y discutido por la comunidad, especialmente por la protección del cuerpo de agua o posibles intervenciones en el humedal.
El municipio enfrentará un desafío importante, donde las necesarios de protección de ambos espacios, así como también las exigencias propias de la legislación requerirán un análisis profundo y escuchar a quienes no siempre tendrán opiniones similares frente a la forma de interactuar con espacios físicos tan valorados y sobre todo visitados. La inclusión de especialistas e investigadores que aporten con su visión será clave, así como también las voces de vecinos y particulares que aporten a la discusión y que ayuden a una plan de manejo claro en zonas que icónicas de la comuna.
Es de gran importancia el documento que será central para la definición de medidas concretas de protección y regulación, como es el plan de manejode las zonas involucradas y cuya elaboración se debe iniciar desde el municipio con el objetivo de definir qué actividades se pueden o no realizar en ambos lugares.