"HAY QUE DEJAR ESPACIO DE DELIBERACIÓN AL PODER CONSTITUYENTE"
La representante del distrito 20 detalla el estado de avance del proceso y los alcances de la propuesta de Estado Regional Autónomo.
La convencional del distrito 20 Amaya Álvez Marín (RD) asegura que en sus planes nunca estuvo asumir un cargo directivo dentro de organismo, pese a que su nombre si fue sondeado para asumir la presidencia de la Convención Constitucional.
"Nunca fui candidata a la presidencia o vicepresidencia ni era algo que quisiera, y quienes votaron por mi lo hicieron por afecto, o no sé. Si me pidieron ir a una de las vicepresidencias adjuntas, y como necesitábamos los apoyos de otros colectivos, y los representantes de los Pueblos Originarios pidieron que yo fuese la persona que postulara para entregar su apoyo. Estoy ahí para apoyar; la gente piensa que esos espacios son de poder, pero vivimos una precariedad grande desde lo administrativo, con una sobrecarga laboral enorme", cuenta la abogada y académica de la Universidad de Concepción.
Es así como asume su segundo cargo dentro de la Convención Constitucional, primero como co-coordinadora de la Comisión de Reglamento y hoy como vicepresidenta adjunta del organismo a cargo de presentar a mediados de este año una propuesta de nueva Constitución.
"El momento en que asumió la nueva mesa el 5 de enero es uno clave en la creación de la norma constitucional, ya que en ese momento se estaban recibiendo las iniciativas convencionales constituyentes, aquellas populares constituyentes y las iniciativas indígenas. Es un momento clave, pero muy intenso lo que ha ido minimizando el debate político, no porque no existan ideas, sino porque materialmente no hay espacio. Estamos tan preocupados de cumplir el cronograma, que no hay espacio para disputas de sentido y contenido como antes", reflexiona.
Reconoce que "genera pesar que hacia afuera trascienden algunas ideas más excéntricas o que hacen ruido por alguna razón o rompen el status quo. Pero no me parece que le haga justicia al debate coherente que se da dentro de las comisiones temáticas, y se da un fenómeno de punta de iceberg que hace que a la ciudadanía le cueste un poco tener una mirada completa sobre el debate que subyace a cuantas cámaras tendremos".
-¿Se cumplirá el plazo de contar con una propuesta de nueva constitución en un año?
-El plazo que tenemos de un año no es extenso, no es que digamos que hay tanto tiempo, pero en la constituyente no encontramos personas que llevamos años trabajando distintos temas, y lo que necesitamos son las condiciones para una deliberación legítima y democrática, las que tenemos. El primer pleno de votaciones es el 15 de febrero, donde espero tengamos las primeras normas aprobadas, y a partir de ese momento la ciudadanía comenzará a tener más certezas. Lo que se ha aprobado hasta ahora no son las normas definitivas, sino que serán aquellas que logren los dos tercios en el pleno.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Uno de los puntos que destaca Álvez es el proceso de participación ciudadana que se ha propiciado desde la Convención: más de seis mil iniciativas de norma popular ingresadas -dos mil de ellas habilitadas para recibir patrocinios- y más de un millón de personas que han apoyado alguna de las iniciativas en un plazo de no más de dos meses. "Las iniciativas que logran las 15 mil firmas pasarán a la mesa que las distribuirán en cada una de las comisiones temática, y será debatida, deliberada y votada, es una participación incidente", plantea.
-Existe interés respecto a que ocurrirá con todas las iniciativas que no logren las 15 mil firmas, incluso convencionales plantean ocuparlas como insumos a futuro.
-Por supuesto que las ideas que quedaron cerca del total de apoyos necesarios puedan ser revisadas y nutrir una norma a modo de indicación. Pero no estoy de acuerdo con la presión de algunas organizaciones que presentaron iniciativas populares para que se transformen en iniciativas convencionales constituyentes, que deben ser presentadas por un mínimo de 8 y máximo de 16 constituyentes. No es adecuado principalmente porque es transformar un mecanismo de participación popular en uno convencional, que es distinto, donde se debe presentar como articulado y exige una deliberación más profunda. No estoy de acuerdo con que se haga eso.
-Además, no todas las iniciativas de norma que se presenten podrían tener el rango de norma constitucional…
-Lo bueno del proceso es que se abre la participación, pero como Convención tenemos el mandato de discutir y deliberar las normas, y puede haya algunas que no sean pertinentes o no cuenten con el apoyo que se requiere. Hay algunas que están incluso alejadas del estándar dentro de la conversación de una constituyente, algunas hasta algo humorísticas o que pueden atenderse con políticas públicas o leyes.
ESTADO REGIONAL
Además del trabajo en la mesa ampliada de la Convención, Amaya Álvez integra la comisión de Formas de Estado, donde se han aprobado varias propuestas, entre ellas la de reconocer a nuestro país como un "Estado Regional Autónomo".
Sobre esto, junto con reconocer el trabajo conjunto con Tammy Pustilnick y Bastián Labbé (hoy en la comisión de Derechos Fundamentales por un enroque con la presidenta María Elisa Quinteros de Movimientos Sociales Constituyentes), afirma que "es muy interesante crear regiones que tengan personalidad jurídica, derecho público, patrimonio propio y con facultades legislativas, por medio de una asamblea legislativa regional, lo que significa que se darán leyes marco a nivel nacional y la bajada será territorial, lo que haría que la toma de decisiones fuese más cercana a las personas".
Junto con destacar el trabajo de consenso dentro de la comisión, detalla que "ahora, toca presentar indicaciones para precisar la norma, y desde la próxima semana vendrán los debates en particular para presentar el informe al pleno".
-La discusión por un Estado Regional Autónomo tendrá que encontrar puntos de unión con propuestas como el presidencialismo atenuado o el unicameralismo sancionados por la comisión de Sistema Político.
-A veces, el status quo hace ver con temor aquello desconocido o que no ha existido en nuestro país. No le tengo temor al unicameralismo, y si se integra adecuadamente puede ser súper representativo. Quienes hablan de esa posición, no consideran que nuestra propuesta contiene asambleas regionales, órganos propios legislativos. Pero sin duda hay que hablar más con la comisión de Sistema Político, es el momento para que la propuesta sea coherente.
Reglamentariamente no existe una instancia de dialogo, que sería bueno que haya, y probablemente se hará desde los colectivos. Lo que si es que contamos con la gran fortaleza de que llegamos juntos a esa propuesta, y en la comisión de Sistema Político hay algunas diferencias. Esperamos que nos vaya bien, ya que por ejemplo se relaciona bien con el reconocimiento de los movimientos sociales como relevantes en el debate en sociedad, ya aprobado.
-¿Qué se responde a las inquietudes de algunos académicos de que la propuesta de estado regional derive en un federalismo a la chilena?
-No entiendo porque hay problema con eso. Mi temor es que sigamos siendo unitarios, porque el nivel de inequidad territorial, centralismo e infantilización de los territorios es tremendo. A eso le tengo temor, a que todo siga igual y tenemos que lograr un cambio. Cada sistema opera dentro de un contexto, y llamo a bajar el temor, ya que se implementará con gradualidad y podremos ser los propios gestores de nuestro crecimiento y desarrollo. No le tengo temor a los nombres, sino que le tengo temor a que todo siga igual.
Jueces y críticas: "Está muy bien que las personas tengan una opinión, y aquí los jueces y las agrupaciones gremiales han pedido reuniones por lobby y enviado documentos de trabajo. Pero aquí hay que dejar un espacio de deliberación del poder constituyente originario, ya que puede ser que la norma que se haya aprobado sea distinta a lo que tenemos hoy en la constitución, y ningún grupo de la sociedad puede reclamar por ello, ya que la ciudadanía nos eligió para ello".
Relación con el Ejecutivo: "He visto mejor la relación con el Ejecutivo, porque uno se va adecuando a un grupo de trabajo. Ayudó mucho que nombraran a Matías Cox como secretario ejecutivo de la Convención, porque tiene un carácter colaborativo y él tampoco es una figura de la primera línea política que cumplía otro rol. Cuando parte la segunda mesa, ya sabía a lo que venía, tenía camino recorrido y una institucionalidad armada, lo que hace más fácil. Pero hay que considerar que este gobierno va de salida, y está escogiendo sus batallas para defender aquello imprescindible".