Nueva ola de contagios de covid-19
En la última semana, los contagios de coronavirus han crecido de forma explosiva, no solo a nivel nacional, sino también en la Región del Biobío. Durante cuatro días consecutivos se han registrado cifras nunca antes alcanzadas, tanto en los nuevos casos diarios como en aquellas personas que tienen la capacidad de contagiar el virus, es decir, los denominados casos activos.
De hecho, esta semana estos dos indicadores han llegado a las cifras peak de toda la pandemia, que corresponde a marzo de 2020, cuando se detectó el primer caso de covid-19. Las cantidades reportadas por el Ministerio de Salud de forma diaria se han ido superando jornada a jornada nuevamente, una y otra vez, llegando a duplicar o triplicar los números entregados 48 o 72 horas antes.
Ayer, desde el Minsal se confirmó que la variación de nuevos casos confirmados a nivel nacional fue de 83% y 271% para la comparación de siete y catorce días, respectivamente. En tanto, solo una región disminuyó sus casos nuevos en los últimos siete días, pero ninguna lo hace en comparación a los últimos catorce. También se precisó que las regiones con mayor aumento de casos son Los Lagos, Maule, Biobío y O'Higgins.
Según toma de muestra, las regiones con mayor positividad en la última semana son Tarapacá, Coquimbo, Antofagasta y Magallanes. En tanto, la región de Arica y Parinacota tiene la tasa de incidencia actual más alta por 100 mil habitantes, seguida por las regiones de Magallanes, Tarapacá y Antofagasta.
Al observar la curva ascendente de contagios, es posible considerar que Chile no está ajeno al fenómeno que se está viviendo de manera mundial, donde países de Europa y Estados Unidos, en el hemisferio norte y en pleno invierno, también están enfrentando el alto número de nuevos casos, especialmente gatillados por la variante ómicron, más contagiosa, pero también menos letal gracias al proceso de vacunación que se ha llevado adelante en distintos países.
Los registros del Minsal indican que la positividad de los exámenes para detectar el coronavirus llegó ayer a un 20,18% a nivel nacional, con 132.299 exámenes, ya fueran PCR o test de antígeno. Esta solo cifra indica que, así como esta semana hemos tenido las cifras más altas de nuevos casos y activos, también hemos vivido los siete días con mayor aplicación de exámenes desde el inicio de la pandemia, ya que la jornada de ayer fue la de mayor número de testeos realizados en una sola jornada en Chile.
A simple vista se trata de una situación fácilmente comprobable, ya que durante toda la semana hubo largas filas de espera en los puntos de búsqueda activa de casos definidos por la Seremi de Salud, donde cualquier persona se puede realizar uno de estos exámenes de forma voluntaria y gratuita.
Se entiende entonces que el interés por el cuidado de la salud propia y de los demás se mantiene, pese a la aplicación de menores restricciones, y eso, en un momento como el que vivimos como sociedad, es un valor que no debe perderse y, por el contrario, debe incentivarse. Las medidas de protección personal, como las mascarillas, el uso de alcohol gel y el lavado de manos, además de aquellas que sirvan de respaldo donde hay grupos de personas, como la ventilación y la distancia, también ser practicadas de forma permanente para no tener que recurrir necesariamente al testeo como última instancia.
Es importante tener presente que tampoco deben llamar a equívocos los casos excepcionales de quienes no han cumplido con la vacunación anti covid, aunque se trate de personas que ejerzan cargos públicos o que simplemente opten por mantenerse fuera de la inmunización general, ya que forman parte de los grupos que actualmente corren mayor riesgo no solo de contagios, sino también de hospitalización. El uso de camas críticas en unidades de cuidados intensivos o en unidades de tratamientos intermedios ha disminuido, pero el menor porcentaje de ocupación está compuesto principalmente por quienes no se han inoculado.
Este verano, la pandemia tiene características diferenciadoras del que se vivió el año pasado, entre ellas y sin duda una de las más importantes, es la menor mortalidad que el coronavirus conlleva entre quienes se enferman, lo que cambia absolutamente la forma de enfrentar un posible contagio.
Por otra lado, una menor cantidad de casos activos, una alta tasa de incidencia y una disminución en la cantidad de camas críticas son, hasta ahora, las principales diferencias que se identifican a esta altura del año con la misma fecha en 2021. Factores como el significativo avance de la vacunación, que a partir de febrero comenzará incluirá una cuarta dosis o segundo refuerzo para mayores de 55 años, y un mayor testeo son los principales cambios positivos en comparación al año pasado.
Sin embargo, la rápida propagación de la variante ómicron y la disminución de herramientas para frenar el contagio han incidido en una situación similar a la que vivió el país durante la primera ola de contagios.
La nueva ola de casos está afectando a nuestro país y nuestra región en pleno periodo de verano momento cuando las vacaciones tienden a abrir la opción de viajes, de socializar más y también de relajar las medidas de protección, debido a la falsa seguridad que genera la cercanía con la familia, las amistades y el compartir al aire libre. Mantener estos hábitos, internalizados ya en gran medida por casi dos años de pandemia, hará posible un menor final del periodo estival y un mejor inicio de actividades en marzo.
Es importante tener presente que tampoco deben llamar a equívocos los casos excepcionales de quienes no han cumplido con la vacunación anti covid, aunque se trate de personas que ejerzan cargos públicos o que simplemente opten por mantenerse fuera de la inmunización general, ya que forman parte de los grupos que actualmente corren mayor riesgo no solo de contagios, sino también de hospitalización.