Por Redacción/Agencias

¿Quién es Julieta Brodsky, la nueva ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio nombrada por el presidente electo Gabriel Boric?, se preguntaron quienes no están vinculados al mundo de la cultura.

Brodsky Hernández, que llegará a ocupar su cargo el 11 de marzo, es una antropóloga social y cultural de la Universidad de Granada, España.

Perteneciente al partido Convergencia Social, originaria de Coquimbo, arribó al país luego de estudiar en el país ibérico el 2009, para luego egresar del magíster en Antropología Urbana de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

La nueva autoridad ministerial, es diplomada en Promoción y Gestión de Derechos Culturales, de la Universidad de Buenos Aires y desde el 2011 se desempeña como directora de Investigación del Observatorio de Políticas Culturales (OPC). Además, participa de la Asociación Cultural Tramados.

Según indica el portal Ciper Chile, Brodsky fue responsable de las actividades del OPC para el Proyecto Trama, de la Red de Trabajadores de la Cultura (2014-2017), fundamentalmente vinculada a áreas de investigación, metodologías, derechos de los trabajadores, asociatividad y propuestas de política pública.

Fue en este mismo sitio que publicó hace poco tiempo una columna en el mismo sitio de investigación periodística en la que se expresa muy crítica con la labor llevada a cabo por el actual gobierno.

"Claramente la cultura no fue una cartera prioritaria para esta administración, ni hubo disposición para continuar el camino de transformaciones iniciado con el segundo mandato de Bachelet", reza el texto titulado "El legado en Cultura de Sebastián Piñera".

Añade en la columna que "incluso si creyéramos que el progreso es un camino único y constante, se podría hablar de retroceso: retroceso en el porcentaje que se destina a cultura dentro del gasto público general; retroceso en la implementación de una agenda legislativa ambiciosa para el sector; retroceso en la creación y puesta en marcha de programas que escapen a la lógica concursable; retroceso en el diálogo intersectorial y retroceso en la generación de confianzas con el sector organizado", escribió la futura ministra.

REACCIONES

La futura secretaria de Estado es coautora de diversos estudios, como "El escenario del trabajador cultural en Chile"; "El papel de las políticas públicas en las condiciones laborales de los músicos en Chile"; y "¿Cómo se sustenta el Teatro en Chile?".

La presidenta del Sindicato Nacional de Actores y Actrices (SIDARTE), Orly Pradena, dijo a Radio Universidad de Chile que "el nombramiento de la nueva ministra es tremendamente significativo para el sector (...) ella ha sido parte de la visibilización de cómo está el sector actualmente (…), por lo que nos parece absolutamente pertinente".

Brodsky fue una de las ministras que no estuvieron en la ceremonia ayer en el Museo de Historia Natural. Su padre, Pablo Brodsky, dijo al sitio web El Desconcierto que está contagiada con covid-19.

Explicó también que estaba "muy emocionado y orgulloso por el nombramiento. Ella nunca me dijo nada, lo mantuvo siempre en reserva, hasta que yo supe por un mensaje que recibí en mi celular una hora antes de la ceremonia y ahí la llamé".

Brodsky padre dijo que el nombramiento "es merecido, de todas maneras, es una tremenda profesional. Desde el Observatorio de Políticas Culturales ha hecho un tremendo trabajo, conoce muy bien el medio, conoce a los personas, a los artistas, a los gestores culturales, y no solo a los renombrados, sino también a la gente que trabaja en las municipalidades. Tiene experiencia en eso y creo que va a hacer una tremenda labor".

Por Sebastián Grant Del Río

En 16 minutos "Bestia" te vuela la cabeza. Te tira al suelo. Te deja inquieto. Pero en este cortometraje de animación, sustentado en la técnica del "stop-motion"; se trata de una inquietud lenta, lacerante y reflexiva.

Lo anterior, a partir de fotogramas que no dan respiro, cruzando el hacer de una mujer torturadora, con un sentido del voyeurismo implícito, que lleva al espectador por fotogramas cada vez más retorcidos en un accionar dispuesto en un montaje claro y directo.

Hugo Covarrubias, como director de su tercer cortometraje -de su autoría son "El almohadón de plumas" (2007) y "La noche boca arriba" (2013)- confirma su sentido de la seducción, en tanto plantea una trama que teje de manera fílmicamente atractiva, copada de detalles y un tratamiento sonoro que, literalmente, hace emerger el horror sin necesidad de exponerlo.

Todo pareciera estar dispuesto de manera implícita en esta obra condicionante y espejo de un pasado histórico. "Bestia" lo señala como la gran pesadilla, que para muchos significó la instalación de la Dina, la dictadura y la tortura en este país.

SINIESTRA SOLEDAD

Visto recién en una función exclusiva del Festival Internacional de Teatro del Biobío, donde Covarrubias es codirector desde su fundación en 2010, y como parte de la extensión "Territorio continuo"; "Bestia" es una reflexión en tono oscuro sobre un trozo del pasado nacional inspirado en la ex agente de la Dina, Íngrid Olderöck.

Ésta es la excusa para internarse en un relato que recuerda en parte de la soledad física y psicológica de los personajes de Roman Polanski, por ejemplo, o las salidas imposibles de una pesadilla "kafkiana", pasada por el filtro de Michael Haneke. Ambos cineastas dueños de un sentido cotidiano/inhóspito de la tragedia que puede significar "vivir".

Es eso y más, en realidad. Desde el planteamiento escénico de una mujer y la relación que tiene con su perro, el relato va girando su existencia hacia un estado de las cosas, donde la mayor de las "bestias" no es más que esta mujer que día a día cumple con su rutina en el centro de torturas.

Su vida/cuerpo es igual, incluso, las muertes provocadas por sus manos, que Covarrubias ilustra tan bien desde la animación con tiempos que transitan hacia un fin irremediable, y hasta deseado por ella en su perfil interno.

En 16 minutos muy bien planteados, nos hace recordar y percatarnos que muchas de las heridas nacionales no están cerradas. Lo peor, es que tampoco se sabe si van a repararse algún día.

Pareciera imposible, nos plantea "Bestia", algo así como el anverso de "La historia de un oso" (2014), el oscarizado cortometraje de Gabriel Osorio inspirado en la figura de su abuelo.

Allí la tragedia del pasado transita por un relato de cierta ternura y que -en parte- reivindica y apunta a una nostalgia contenida en el grupo familiar.

Por el contrario, "Bestia", que camina al Oscar para integrar la selección de los cinco títulos en la categoría Mejor Cortometraje, plantea la más absoluta soledad de alguien que tiene en su perro, su mascota, el escape "humano" que no encuentra en la realidad propuesta por el filme.

Finalmente, un cortometraje que, a partir del punto de vista de esta mujer, siempre con su mascota al lado, es la gran figura en "stop-motion" de un relato donde los detalles -los cigarrillos Advance o la radiocassete que se escucha en el proceso de tortura/muerte- se tornan en símbolos de un tiempo, particularmente sustentado con una banda sonora y su diseño de impecable, bella y una siniestra factura estética.

Una obra se sensaciones con un tono dramático que lleva al espectador por un relato de tensa calma y terror constante.

L a cineasta mexicana Indira Cato ha acaparado las miradas del mundo cultural desde que se reveló este fin de semana que es la hija "secreta" del fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez y la periodista y escritora mexicana Susana Cato.

Indira, de 31 años, nació tras la relación extramatrimonial que tuvo García Márquez con Susana mientras escribían el guión "El espejo de dos lunas" (1990), y tiene "muy buenas relaciones" con la familia del Nobel de Literatura, comentó a la agencia Efe Gabriel Eligio Torres, sobrino del escritor.

Pero Indira ha forjado su propia carrera en México, donde era conocida por participar en el guión y producir "Llévate mis amores" (2014), un documental sobre Las Patronas, el grupo de mujeres mexicanas que desde 1995 alimentan a migrantes que viajan en La Bestia, el tren que va desde el sudeste mexicano a Estados Unidos.

Indira estudió Literatura Dramática y Teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) con especialidad en Diseño y Producción.

También ha escrito críticas de cine en el sitio Butaca Ancha, colaboró en el libro "Cine político en México (1968-2017)" y escribió la columna "Puro drama" en la revista mexicana Proceso.

También dirigió en 2018 el cortometraje "¡Qué grande eres, magazo!", con un guión escrito por su madre en el que un mago concede el deseo a una joven que pide "que caiga el mal gobierno".

Ahora trabaja en un documental sobre Olimpia Coral, activista que originó en México la llamada Ley Olimpia contra la violencia sexual digital, según reveló en abril de 2021 al canal de YouTube R7D/Rentauna7d.

"Trata temas muy actuales y muy urgentes, y creo que eso sí ayuda y hay una consciencia de eso, de que el feminismo está a todo lo que da en este momento, que estamos bastante hartas las mujeres en México, que hay temas urgentes de atención de violencia", comentó.

Pese a su labor como cineasta, son pocas las entrevistas que ha dado Indira.

Aun así, a lo largo de su carrera ha destacado la importancia de contar historias de personas sin privilegios y sobre problemáticas sociales.

Indira, presuntamente llamada así por la admiración de García Márquez por la ex primera ministra india Indira Gandhi, lleva el apellido de su madre porque fue Susana quien "tomó la decisión de no tomar el apellido García Márquez", de acuerdo con Gabriel Eligio Torres.

García Márquez tuvo dos hijos, Rodrigo y Gonzalo, con su esposa, Mercedes Barcha, fallecida también en Ciudad de México en agosto de 2020, y según el periodista Gustavo Tatis, los familiares y amigos del escritor mantuvieron por años en secreto la existencia de Indira "por respeto a Mercedes Barcha y lealtad a Gabo".