Con los pies en el territorio y la mirada puesta en el mundo
Óscar Lazcano Vidal
Editor Ediciones Especiales
Orientando sus actividades académicas hacia el manejo sostenible de los ecosistemas, el análisis de los fenómenos físicos y ambientales, la gestión eficiente de los procesos productivos y el desarrollo de nuevas tecnologías de la información, el Departamento de Ciencias Naturales y Tecnología de la Universidad de Aysén es gestionado de forma colaborativa, enfocando sus decisiones a través de un cuerpo académico altamente calificado, diverso y comprometido con los desafíos científicos y formativos que demanda el medio local y global.
La relevancia y pertinencia que busca generar a partir de sus programas académicos e investigación asentada en la región de Aysén, reconoce el involucramiento con el mundo, las publicaciones con un alto factor de impacto y la generación de proyectos con una alta competitividad en materia científica.
"Este tipo de relación con el mundo nos permite decir que estamos, desde la región de Aysén, realizando investigación de frontera y generando nuevo conocimiento en esa área. Nuestro foco apunta a marcar presencia en las convocatorias nacionales e internacionales, consolidando las redes de ayuda e interacción, la cooperación y el conocimiento. El comenzar a pensarnos como una región capaz de formar profesionales que sean competentes acá y en cualquier parte del mundo, con competencias globales. La academia y la docencia son la mejor excusa para que un científico pueda comunicar lo que hace desde su investigación; es a partir de ahí desde donde se construyen fuertes lazos con un nuevo conocimiento. Como departamento, contamos con académicos que realizan docencia del más alto nivel, desde sus distintas disciplinas", especifica Johnny Valencia, jefe del Departamento de Ciencias Naturales y Tecnología de la Universidad de Aysén.
Como estamento universitario, esta unidad se proyecta siendo gestionada con claridad y eficiencia a través de instrumentos que regulen su crecimiento y desarrollo armónico y sustentable, la planificación de sus recursos, la carga académica de sus miembros, los protocolos internos de comunicación, las orientaciones disciplinares en el ámbito del pregrado, postgrado y la formación continua, los mecanismos que habiliten la interdisciplinariedad de sus investigaciones y las orientaciones en torno a las actividades con un fuerte vínculo local, nacional y global.
Trabajo con
pertinencia territorial
Los proyectos financiados por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) y el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) que guardan particular pertinencia con la región, son uno de los principales focos de acción por parte de los académicos del Departamento de Ciencias Naturales y Tecnología de la UAysén.
Sin duda, una de las principales funciones de la universidad es desarrollar investigación y generar nuevo conocimiento, ampliando con esto la visión de los y las estudiantes en materias tales como el Cambio Climático, la ecología aplicada y la implementación de nuevas tecnologías. Un escenario que es graficado por el académico Alejandro Dussaillant, investigador adjunto del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), ingeniero hidrólogo (PhD Ing. Civil y Amb U.Wisconsin-Madison) y docente en las carreras de Ingeniería Civil Industrial, Ingeniería Forestal y Agronomía.
"Para nosotros los fondos de innovación son una fuente sumamente importante. Postulamos en 2018 un proyecto FIC para el monitoreo hidrogeomorfológico del Río Simpson y la extracción de áridos, el que está en curso hasta el próximo año. También un Fondef en relación a una plataforma de sensores de bajo costo y última generación para el monitoreo de crecidas repentinas y aluviones (2020), los cuales están derivando en publicaciones en revistas científicas internacionales y también en acciones directamente relacionadas con las comunidades locales, para la observación de fenómenos como el Cambio Climático. Chile y, en particular la Patagonia, sus glaciares y sus ríos, es uno de los países más vulnerables, pero también un laboratorio de investigación natural. Podemos ser pioneros en el manejo de estos peligros y es ahí donde reside nuestro principal desafío; en poder instalar a la Patagonia como un centro de investigación a nivel mundial, atraer a investigadores nacionales e internacionales y concretar colaboraciones que permitan generar el mayor conocimiento posible. Lograr un impacto científico en la aplicación de nuestra investigación".
A juicio del docente, otro de los grandes objetivos apunta a incentivar cada vez más el involucramiento de los y las estudiantes en los diversos proyectos de investigación que se están suscitando en el territorio. "Tenemos estudiantes de pregrado como ayudantes de investigación en nuestro proyectos. Una estudiante trabajando el tema de la extracción de áridos, otro estudiante investigando la vegetación exótica y el cómo está afectando a nuestros ríos. Eso expande su horizonte y, a la vez, genera la posibilidad de una memoria y de nuevos desafíos para los alumnos", finaliza Dussaillant.
Proyecto Calafate
y el rescate patrimonial
Se trata de un proyecto Fondecyt perteneciente al Fondo de Investigación del Bosque Nativo de Conaf, que busca establecer el manejo sustentable de árboles de calafate, relacionados con el bosque patagónico. Elizabeth Ulloa, docente de Fisiología Vegetal y Fruticultura Sustentable de la UAysén, es su co-investigadora y se refiere a los alcances generados gracias a esta importante investigación.
"Proponemos que el manejo de la poda pueda mantener las atractivas propiedades nutracéuticas del calafate. Que el proceso sea lo más factible de realizar por parte de los recolectores en invierno. Hoy estamos trabajando con tres zonas agroclimáticas dentro de la región, todas con distintos niveles de pluviometría. En base a entender esas diferencias territoriales, revalorizamos el conocimiento en torno a este fruto. Estamos generando conocimiento respecto al Cambio Climático y su afectación en el manejo del bosque, cuyos árboles se están avejentando y, con ello, la recolección ha ido mermando".
El relato de la docente muestra cómo de forma conjunta a la investigación científica, el rescate del patrimonio cultural de la región es uno de los pie forzado del quehacer académico de la Universidad de Aysén. Una gestualidad que también está impregnada en la carrera de Agronomía, la que este año contará con el primer y la primera Ingeniero (a) Agrónomo (a) formados en la región, y un programa que ha reportado importantes avances en el crecimiento de la disciplina a nivel local.
"Desde el inicio de la carrera de Agronomía se han logrado importantes avances de la mano de nuestros alumnos. A través de actividades prácticas y ahora en sus trabajos de tesis, se han incorporado en el quehacer agrícola. Para algunos de ellos es una experiencia nueva, pero para otros sin duda es una expansión de sus propias realidades al pertenecer a familias con tradición agrícola. Desde mi punto de vista como académico, sin duda la presencia de una carrera de agronomía con base agroecológica, enriquece aún más la vida de una sociedad muy orgullosa de su tradición campesina e indígena, y del conocimiento adquirido desde colonos y pioneros que trajeron las bases de las prácticas agropecuarias que hoy aún se utilizan", puntualiza Paulina Flores, académica de la carrera de Agronomía.
Profundizando en la tendencia de las investigaciones en sistemas pastoriles degradados en el sur de Chile, su área de expertise, la docente explica que desde hace años las zonas rurales se han visto enfrentadas a grandes desafíos como la migración, el Cambio Climático y hoy, el COVID-19. En este contexto, la UAysén está concretando un Plan de Desarrollo Rural que busca orientar las políticas públicas en la proyección de este sector. En dicho sentido, la participación de la universidad y de los académicos del Departamento de Ciencias Naturales y Tecnología, pone en práctica la vocación pública que la caracteriza, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida y el desarrollo integral de las personas.
Asimismo, Flores también encabeza el proyecto "Borde Rio Valle Simpson: Laboratorio natural para el rescate patrimonial". "Una hermosa iniciativa en la que a través del rescate patrimonial, podremos conocer y valorar los múltiples servicios ecosistémicos que provee el río Simpson, y al mismo tiempo evidenciar los peligros a los que está expuesto, como por ejemplo: la minería, extracción de materiales, degradación y el crecimiento demográfico, entre otros. Todas actividades relacionadas al ser humano y a los efectos del Cambio Climático. Nuestro rol como académicos, será apoyar a la comunidad representada por el Centro de Apoderados de la Escuela Rural Valle Simpson, a través del desarrollo de una ciencia participativa, que involucre a niños, niñas y adolescentes de la escuela", finaliza.