Armar el árbol de la memoria
"Sobre nosotros callaremos" (Provincianos) es el retrato hablado de una abuela, un padre, un hijo y toda una parentela de inmigrantes llegados a Chile desde Cracovia. Así es la nueva novela de Enrique Winter.
Por Cristóbal Gaete
E n "Sobre nosotros callaremos" (Provincianos) Enrique Winter (1982) indaga en su propia familia. En las más de cuatrocientas páginas del libro se narra un árbol familiar interrumpido por conflictos mundiales y migraciones. "Me di cuenta que desconocía a mi abuela polaca, porque no hay mejor manera de ocultar a alguien que tenerla siempre delante de nosotros. Ella había arrancado de la guerra con un alemán veinticuatro años mayor y los motivos eran un enigma. Sobrevivía sola a historias que se perdían junto con su memoria, menos dada a la verdad que a complacernos momentáneamente. Cada rareza que fui descubriendo en mis ancestros resonaba en mí como si nunca me hubiera mirado", cuenta el abogado (un título con uso suspendido) y máster en Escritura Creativa en español por la Universidad de Nueva York.
POETA Y MÁS
Winter también ha sido editor, traductor y anteriormente escribió los poemarios "Las bolsas de basura" (Alquimia, 2015), "Atar las naves" (2003) y "La gentrificación del cielo". Con sus versos ganó el Concurso Nacional de Poesía y Cuento Joven y la beca Consejo Nacional del Libro.
Además, Winter consiguió el Premio Pablo de Rokha, escribía de libros en El Desconcierto y participó en la traducción de "Zumbido", de Emily Dickinson.
Sus poemas de se apropian de esquinas incómodas: Padres que viven en cajas de zapatos, esposos acusados de abusos y resentidos que "se enamoran de la primera cuica que los pesca".
En "Las patas de los pájaros" condensa todas sus vértigos: "Calientes como el universo antes de armar galaxias/ y comprimidos como ese universo, un saco de dormir en la mochila/ a punto de estallar/ como quien pinta el altiplano mirando el sol de frente/ o quien decide mientras corre buscar su muerte en otro sitio, jugamos a engañarnos.
Ahora, en su flamante novela "Sobre nosotros callaremos", su padre es el protagonista: "Esta fue una oportunidad para desdoblarme y, encima, regalarle a mi padre su propio pasado", cuenta.
"Es curioso bautizar al hijo como el padre, cuando los nombres existen para diferenciarnos. Ambos nos llamamos igual así que cuando sonaba el teléfono la respuesta era siempre '¿El grande o el chico?'
-¿Por qué tu nombre no está en la portada del libro?
-Porque los libros los hacemos más personas que el autor. Así comparto, además, la ausencia de mis antepasados y una búsqueda que la solapa tampoco responde.
- Tampoco hay reseña.
La reseña servía cuando no sellaban los libros ni los datos eran rastreables en internet. Aproveché las libertades de una editorial independiente para ser fiel al título y eludir los clichés comerciales. Creo que la trama lo agradece, porque no soy yo el Enrique Winter que aparece desde la primera página de la novela: es mi padre.
-Dices que "Las bolsas de basura era el libro que querías escribir. Y "Sobre nosotros callaremos", el que "debías". ¿Por qué esa contradicción?
-La escritura es deseo puro, nadie la pide, y hay experiencias que uno se muere de ganas de contar. Mi escritura se resiste a solamente informar. Todos sus sonidos me llevan por las ramas. Si yo no escribiera, igual habría investigado lo que se convirtió en "Sobre nosotros callaremos", porque hay un momento, tardío en mi caso, en que dejamos de vivir solo el presente. Estamos hechos de otra cosa, que no es precisamente el futuro. Respiramos la urgencia de una identidad. Mi identidad era esta suma de personas solitarias: aisladas porfiadamente por el mundo.
MIGRACIONES
"Sobre nosotros callaremos" está cruzada de documentos y fotografías. Esa visualidad le va dando cuerpo a las experiencias narradas. Sobre por qué hacerlo, Winter señala: "De nuestras vidas quedarán, con suerte, algunos certificados y ellos no garantizan lo que efectivamente vivimos. Los papeles que encontré -investigando para el libro- me llevaron a otras personas y libros. Busqué un contexto. y todo eso era fascinante, porque no iba de la ficción hacia la realidad, como esperaba, sino al revés", cuenta Winter.
-¿Cómo fue la pesquisa de tu origen?
-La pesquisa de un origen es la de la imaginación. Somos lo que nos dijeron que somos y en nuestro caso, nadie había dicho nada. Quizás por eso evité las fotos familiares, aunque narré con detalle escenas en que las toman. Opté por fotos de palabras y paisajes.
-El libro está ambientado en geografías chilenas y extranjeras. ¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo?
-Me entregué a las voces de mis ancestros, les rogué a ellos que hablaran en la novela. Yo escribo para callar y eso me pasó al fin en Cracovia, la ciudad más linda que he pisado. Ahí se me reveló que esta "personalidad extrovertida" era una cáscara que apenas cubría a quien habría sido yo de nacer allá.
-¿Alguna otra geografía chilena favorita?
-Nunca fui de favoritos, es una pregunta que de niño me ponía nervioso. Quisiera responder "Valparaíso", ciudad de cerros y mar hacia donde vuelvo siempre. Me encanta, pero me temo que es un amor no correspondido.
-¿Qué significa para ti la migración?
-Es la polea central donde se desliza la novela "Sobre nosotros callaremos". La migración es el derecho humano ante la barbarie. Quizás nada sea más persistente que el deseo de huir frente a una amenaza. Los problemas empezaron cuando nos quedamos quietos, por los seres humanos fuimos y seguimos siendo cazadores y recolectores.
Sobre nosotros callaremos
Enrique Winter
Provincianos
444 páginas
$ 15 mil