Viene de la página anterior
CÓMO LOGRAR LA RECUPERACIÓN
Al conocer las amenazas, pareciera que el terreno perdido es irrecuperable y que estos ecosistemas siempre contarán con menos terreno. Sin embargo, Carolina Rojas explica que no es así y los recuperables son aquellos que aún tienen agua y algo de vegetación.
"Cuando ya los rellenos son de mucha altura, entonces es muy difícil encontrar agua. Pero, por ejemplo, en China se han recuperado humedales que estaban en peores condiciones que los que tenemos en Chile. Ahora, distinto es tener un vertedero de otra época (descubierto en el humedal Rocuant tras un sistema frontal), pero en zonas con basurales, remoción de exóticos, la naturalización de cauces fluviales, puede mejorar", sentencia la investigadora principal.
¿Qué se puede hacer para recuperar esos espacios? Por ejemplo, construcción sustentable, que incorpore el drenaje, además de integrar los barrios a estos ecosistemas, trabajando con sus bordes como la instalación de senderos peatonales, drenajes para que el agua lluvia llegue más limpia, la instalación de miradores, entre otros. "No es darle la espalda al humedal, sino integrarse con proyectos de infraestructura verde. Que la gente reconozca este espacio natural de amortiguación, de transición hacia sus barrios". En ese sentido, es relevante el rol que cumplen los humedales para mitigar una inundación, pero también como cuerpo de agua cuando se necesita el recurso, además de ser un ecosistema donde habitan diversas especies.
INTEGRAR EL CUIDADO AMBIENTAL
Con esta investigación en mano, se transformará en insumo para próximas acciones del programa Gef Humedales Costeros que, si bien tiene una duración de cinco años, el objetivo es que las acciones que se realicen, queden.
Loreto Álvarez, coordinadora regional del proyecto, puntualiza que "este es el insumo principal para lo que viene ahora en el marco del proyecto, que es la elaboración de un plan de gestión integral del humedal y de la cuenca aportante. Es decir, este plan es un instrumento de planificación que va a requerir un trabajo fuerte de gobernanza, porque aquí vamos a trabajar con propietarios, sociedad civil, la academia, servicios públicos".
De hecho, el proyecto cuenta con un comité técnico integrado por casi 40 organizaciones, entre las que se cuentan las cuatro municipalidades involucradas en el humedal, asociaciones vecinales pro humedales, inmobiliarias, universidades, empresas forestales, entre otros.
En ese sentido, hay tres lineamientos que tiene el proyecto: fortalecer marcos políticos regulatorios institucionales, creación de conciencia y actividades en ecosistemas piloto. Es decir, previo a la elaboración del plan ya se está trabajando con la comunidad para acercar estos ecosistemas y que, a través de su reconocimiento, también se puedan resguardar.
De hecho, el seremi de Medio Ambiente, Mario Delannays, destaca que "nosotros estábamos avanzando en declarar Santuario de la Naturaleza desde Arauco hacia el norte: Mulchén, Contulmo, Arauco, Coronel, San Pedro de la Paz y, justo entremedio, sale la Ley de Humedales Urbanos y mientras eso sucedía, quisimos ocupar las alternativas que presentaba el Gef para colocar esta plantilla en este ecosistema súper complejo que ese el Rocuant-Andalién. Y con esta experticia, con estos recursos, equipos, metodologías, la echamos a andar. Necesitamos ir robusteciendo este esqueleto normativo".
Eso sí, Delannays cree que más allá de sólo avanzar en la norma, es necesario que exista conciencia desde todos los actores involucrados en integrar la temática medioambiental. "Le pusimos el timbre de sitio prioritario, para que todas las actividades, el aeropuerto, la ruta costera interportuaria, todo, tuviera por obligatoriedad que las acciones pasen por la óptica medioambiental", indicó el secretario ministerial.
Así, como en otros proyectos se planifica desde el punto energético, la óptica medioambiental también sea considerado a la hora de realizar cualquier tipo de intervención. Sumado, a las capacitaciones y educación hacia la comunidad para que conozan su entorno, su importancia y su cuidado.
Mientras, el proyecto tiene ocho meses de plazo para elaborar el plan de acción, que debería estar listo en mayo del próximo año. Pero la mira está puesta no en las articulaciones aisladas, sino que estos cambios de cuidado ambiental y revalorización ecológica lleguen para quedarse, especialmente cuando el cambio climático requiere, más que nunca, de su cuidado.
El proyecto GEF cuenta con un comité técnico compuesto por cerca de 40 organizaciones, entre vecinales, inmobiliarios y el sector público.