"Muchas veces el proceso constituyente se ha enlodado con riñas y posiciones que no ayudan"
La cientista política habla de lo que no ayuda a motivar a la ciudadanía a participar de la Convención, dice que habrá hasta un feriado para involucrarse y que "el plebiscito de salida es el espacio de participación más vinculante que tiene el proceso".
Treinta y seis son las organizaciones que componen la Red para la Participación, movimiento que se creó que el objetivo fundamental de fomentar la participación ciudadana en el proceso constituyente. Para conseguirlo, se acercaron a la Convención Constitucional (CC) para asegurar que este fuera uno de los principios fundamentales del camino hacia una nueva Carta Magna.
Esta organización, que agrupa entre otros a Techo Chile, Espacio Público, Fundación Para la Superación de la Pobreza y Corporación Humanas, acompañará a los constituyentes durante el tiempo que demore la redacción del documento, de modo de garantizar que los reglamentos se cumplan y que cada vez más personas se sientan parte del proceso.
Danae Mlynarz, cientista política de la PUC y magíster en Política y Gobierno de Flacso, es la coordinadora de esta iniciativa, que ya cumplió con que en los reglamentos generales de la Convención se consagraran mecanismos que permitan el acompañamiento ciudadano.
-¿Qué expectativas tienen como red del proceso constituyente?
-Nos reunimos desde noviembre del año pasado con la expectativa de incidir en que el proceso constituyente tuviera espacios de participación y creemos que incidimos. Ahora queremos que resulte espectacular, porque cuando uno estudia los distintos procesos constituyentes del mundo, no ha habido un proceso con tantos espacios y mecanismos de participación como este. Tenemos que hacerlo bien y tenemos que entender que este proceso no le compete solo a los convencionales que están sesionando, sino que es una responsabilidad que tenemos como país, que tenemos de saber procesar nuestras diferencias en conjunto y co-construir.
¿Cómo hacer para que las personas se motiven a participar?
-Hay una cosa que es importante y es que la información llegue a todos y a todas. Lo primero que tenemos que hacer es tener mecanismos de información y educación popular para que las personas sepan lo que está pasando y cómo puede participar del proceso. Esa es la línea número uno. Luego, pensar en establecer distintas formas de participación en función de las diferencias que existen entre las distintas personas del país y establecer este proceso en un lenguaje que sea comprensible. No podemos hablar en idioma de abogados, porque eso no va a permitir que los ciudadanos se sientan incorporados. Además, cuando uno ve el tema del reglamento de la comisión de Participación Popular, este establece en su último artículo una necesidad de tener formas de participación específicas para grupos que históricamente han sido marginados en nuestra historia, como las personas con discapacidad, los que habitan en el mundo rural, las personas migrantes. Por lo tanto, va a ser muy importante también el cumplimiento de aquellos estándares que se han establecido y llevarlos a la práctica.
-Según las encuestas, la Convención ha ido perdiendo apoyo en estos tres meses. ¿Se ha comunicado mal o hay campañas en contra que han sido más exitosas que el trabajo realizado?
-Yo creo que un poco de las dos cosas. Ha habido problemas internos. Ha habido problemas de comunicación, pero que también ha tenido que ver con no tener los recursos para poder comunicar. También ha habido campañas que han estado desde un comienzo en contra del funcionamiento de la Convención y del desarrollo del proceso constituyente. Cuando vemos de quién es la responsabilidad que esto resulte, sí es de la Convención, pero también de todos. No queremos que este proceso sea en vano. Es una oportunidad que nos damos para reescribir nuestra historia y para eso es importante que el gobierno actual ponga los recursos en el presupuesto 2022 y también que las nuevas autoridades tengan como eje que este proceso salga bien y se pongan a disposición de que esto se haga posible. También tenemos que pensar en el trabajo que realizan los municipios, el rol de articulación de los nuevos gobiernos regionales. Hay que pensar en las universidades, en los colegios, en la sociedad civil, en las iglesias, las empresas, los medios de comunicación, que deben informar en un lenguaje comprensible no sólo las peleas, sino aquello que tiene relación con educar.
-Bueno, las noticias salen desde la misma Convención…
-Claro, pero por ejemplo hoy que tenemos estos mecanismos de participación que están dados en este nuevo reglamento que salió, los medios podrían dar a conocer cuáles son esos mecanismos qué es lo que significan, porque cuando se estaban discutiendo, se llevaron toda la atención los plebiscitos intermedios y los dirimentes, y sabemos que es un mecanismo que permite una resolución de conflictos, un mecanismo que está establecido para cuando hay un bloqueo en la deliberación dentro de la Convención y es una salida para ese bloqueo. Pero tenemos otros mecanismos que son muy interesantes que están incluidos, como la iniciativa popular de normas, los encuentros autoconvocados, las audiencias públicas obligatorias, las cuentas populares por constituyente, incluso una jornada nacional de deliberación que tendría que ir un día feriado para que todo el país esté ese día avanzando en esa conversación; los foros deliberativos, los cabildos comunales, la semana territorial.
-El plebiscito dirimente tiene que pasar por el Congreso. ¿Cree que hay apoyo para aprobarlo?
-Siento que como está establecido, como un mecanismo de resolución de controversias, y por lo que se está viviendo en el país, se va a aprobar. Tiene que ser visto como un mecanismo de resolución de controversias cuando la deliberación, cuando la consulta, cuando los cabildos, cuando las reflexiones conjuntas y las votaciones no nos den el ancho. Por lo tanto, no lo veo como un tema tan conflictivo como se ha dado a conocer.
-Esta semana un constituyente propuso ampliar a dos años el plazo para la redacción. ¿Cree que alcancen en el plazo original?
-Tenemos un plazo bien ajustado, siempre supimos que iba a ser un plazo ajustado. No me adelantaría a pensar en superar el plazo de un año que está establecido, sino que trataría de avanzar en esa línea que está y en las reglas que tenemos.
-¿No cree que peticiones de ese tipo desmotivan la participación?
-No sé si la desmotivan o no, pero sí creo que la Convención logró tener sus reglamentos con los tres meses y muchos decían que no iban a ser capaces, que iban a estar discutiendo sobre cómo funcionar durante seis meses, pero se logró. Estamos comenzando la discusión de fondo, todos aquellos que indicaban que esto no iba a ser posible se han tenido que guardar sus palabras, porque está funcionando. No podemos olvidarnos que tenemos un plebiscito de salida y ese es el finalmente el espacio de participación más vinculante que tiene el proceso y además con voto obligatorio.
-Esta semana, en los discursos de inicio, algunos hablaron con emoción de los avances y otros convencionales dijeron que prácticamente todo está viciado. Estos extremos ayudan bien poco a motivar a la participación.
-Siento que no es comprensible que personas que estén dentro de la Convención y que desde el inicio estén pensando que esto no va a funcionar. Me llama mucho la atención y me parece poco motivante. Las imágenes de violencia que vimos en la conmemoración del 18 de octubre demuestran la debilidad que tenemos en nuestra democracia de no saber canalizar las diferencias. Si realmente queremos avanzar en el fortalecimiento democrático tenemos que aprender a dialogar, a participar y a entregar nuestras posiciones diferentes para avanzar en conjunto, más que ponerle palitos a la Convención o señalar que lo que se está haciendo no va a funcionar desde antes de que empiece. Hay que hacer primar la esperanza y tener ese discurso para que los ciudadanos quieran involucrarse en esto. Esto que estamos viviendo es una tarea súper bonita y emblemática y muchas veces se ha perdido esa parte histórica-mística que tiene el proceso y se ha enlodado con riñas y posiciones que no ayudan a la construcción del país que necesitamos.