Familiares de Julio Escámez buscan rescatar mural de la ex Farmacia Maluje
Dos de sus sobrinas, Orietta y Cecilia, lideran una iniciativa de carácter familiar que busca incluir a autoridades y a la ciudadanía para frenar el deterioro que sufre el mural.
Pintor, grabador y muralista, Julio Escámez es uno de los artistas nacionales más importantes en su disciplina.
Nacido en Antihuala, Los Álamos, en 1925, es en Concepción donde inicia sus estudios en pintura en la Academia de Bellas Artes del pintor Adolfo Berchenko y se inicia también en las artes escénicas. En 1943, es escogido entre sus compañeros como ayudante del muralista y pintor Gregorio de la Fuente para la realización de un mural que contara la historia de la ciudad.
Es así que los tres, junto a Sergio Sotomayor realizan el mural "Historia de Concepción" -entre 1943 y 1946- en la ex Estación Central penquista, actual sede del Gobierno Regional del Biobío.
Continuando sus estudios en Santiago, regresando a la zona y luego de estudiar en la Academia de Bellas de Florencia, Italia, es entre 1957 y 1958 que el pintor realiza la que quizás sea su obra más reconocida, el mural "Historia de la medicina y la farmacia en Chile", ubicado en la ex Farmacia Maluje (Tucapel 676).
MONUMENTO
Declarado como Monumento Histórico Nacional en 2015, el mural fue encargado al pintor por María Maluje y su esposo, para embellecer las nuevas dependencias que la familia mandó a construir para albergar la Farmacia Maluje. Es así que dejaron el espacio en blanco para este propósito.
Continuando la tradición del realismo social, la obra cuenta la historia de la medicina en Chile, comenzando con la medicina tradicional mapuche, la llegada de nuevos conocimientos desde Europa y el desarrollo de esta disciplina durante el siglo XX.
Entre los personajes retratados, figuran el médico Alejandro Lipschutz, el farmacéutico Daniel Belmur, la actual propietaria del inmueble Mariem Contreras Maluje, Violeta Parra, el físico estadounidense Robert Oppenheimer, el artista Nemesio Antúnez y su propia hermana, Orietta Escámez.
De acuerdo a su sobrina Orietta, "si no se logra hacer algo ahora, no sé. Cada año será peor, además el clima de Concepción es tremendo. Sé que los murales necesitan una temperatura y una iluminación importante para que permanezcan".
"La idea es buscar apoyos en la ciudadanía y todos quienes puedan involucrarse para lograr esto. Empezando con la familia Maluje, la propiedad es de ellos. Es emocionante como él retrató la historia de la medicina", agregó.
RESCATE
Sin ninguna intervención importante desde su creación, el mural evidencia las secuelas del paso del tiempo y la nula mantención.
Es así que sus sobrinas Orietta Duvauchelle y Cecilia Escámez hoy lideran una campaña familiar para rescatarlo.
De acuerdo a esta última, "como obra, es lo único que queda de él en Concepción; da pena pasar ahí y ver en las condiciones que está. Es un espacio que se está olvidando".
Es así que, a través de change.org, se encuentra abierta una petición para restaurar el mural, solicitud que ya suma cerca de 600 firmas.
"El mural, que fue declarado Monumento Histórico Nacional el 2015, tiene varios deterioros y urge rescatarlo, ya que es el único que se conserva en la región. Hacemos un llamado a las autoridades competentes y las que declararon la obra como monumento, a hacerse cargo de recuperar y preservar en buen estado esta obra, patrimonio nacional y regional", reseña la publicación.
Al mismo tiempo, tanto Cecilia como Orietta estarán hoy -desde las 11.30 horas- en el café Cantabria de Concepción (a un costado de la Catedral) reuniendo firmas y buscando apoyos para la iniciativa.
"Con Orietta vamos a continuar en esto, nos ayudan nuestras hijas, y sumaremos a personas que nos pueden ir cooperando en hacer gestiones. Lo más importante es ver si salen los recursos", precisó Escámez.
De acuerdo a Duvauchelle, "la idea es que alguna entidad pueda arrendar ese espacio, en vez que esté la farmacia que está en este minuto. Algo que tenga que ver con la obra. Eso sería lo ideal, eso buscamos en el fondo".
"Este es el único mural de Escámez que está en pie, los demás fueron todos destruidos. El mural que había en el Liceo Enrique Molina fue destruido, los que estaban en Lota también y el de Chillán ni hablar. Es mucho", agregó.
Fallecido en Heredia, Costa Rica, en 2015 -a los 90 años- el artista también dejó un gran legado de obras en el país que lo acogió cuando se exilió en 1974, producto del Golpe de Estado.
11:30 horas es la cita en el café Cantabria para recolectar firmas. La idea es conseguir la mayor cantidad y presentarlas ante el Consejo de Monumentos Nacionales lo más pronto posible.