La capacidad de socializar, narrar una idea, el trabajo en equipo y la capacidad de detectar problemas y/o oportunidades, son algunas de las habilidades más importantes que un emprendedor/intraemprendedor debe tener, ya que eso le ayudará a materializar sus proyectos como también a alcanzar sus objetivos y desempeñar roles de manera efectiva. Claudio Parra Inostroza (23) lo reconoce así y afirma que es uno de los aspectos fundamentales en los cuales le ayudó "La Academia de Innovación y Emprendimiento Escolar DAEM Los Ángeles", posteriormente "Programa de Fortalecimiento de Comunidades Escolares Emprendedoras", el cual hoy alcanza a 35 establecimientos educacionales municipales de la comuna.
Los aprendizajes obtenidos a través de esta iniciativa durante su etapa de enseñanza media fueron muy importantes para que Parra pudiera sacar adelante su emprendimiento, el que bautizó como Construlectric, desarrollado en Los Ángeles. Además, forma parte del equipo de Innapel, una empresa situada en Concepción que lleva 4 años en el negocio del pellet para estufas.
"Tengo una personalidad introvertida y me cuesta mucho hablar con otras personas. Gracias a la Academia de Innovación y Emprendimiento Escolar en la que participé (que forma parte del programa) pude desarrollar mejor la manera de expresar mis ideas y aprender a liderar y coordinar equipos de trabajo donde la comunicación y el empatizar son claves. Aún tengo muchas cosas que mejorar, pero si no hubiera pasado por esa experiencia, no me habría atrevido a hablar con alguien más o a liderar un proyecto", señala Parra, quien es técnico en electricidad industrial.
Experiencia
El "Programa de Fortalecimiento de Comunidades Escolares Emprendedoras" nace a través de una articulación entre la Academia de Innovación y Emprendimiento Escolar (2016) y el Programa de Ciencia y Tecnología (2018), incentivadas por el alcalde de la comuna, Esteban Krause Salazar, donde ambas iniciativas tienen como propósito el desarrollo de competencias y habilidades científicas-emprendedoras desde etapas tempranas en la comunidad educativa angelina. Entre 2020 y 2021, a través del co-financiamiento del Comité de Desarrollo Productivo Regional del Biobío y Corfo, se logró beneficiar a 367 estudiantes y 172 profesores de 35 establecimientos de enseñanza municipal de la capital de la Provincia de Biobío.
Uno de los estudiantes fue Claudio Parra, quien cuenta que cursó de primero a tercero medio en un recinto de enseñanza científico-humanista, no obstante, siempre sintió que el tipo de educación que recibía no estaba acorde con sus habilidades, más cercanas a lo manual.
"Estaba un poco molesto y confundido, porque algunos profesores me catalogaban como alguien a quien no le gustaba estudiar, pero mi problema no era ese, yo tenía otro tipo de habilidades, o de enfoque. Me fue mal en tercero medio, repetí y me cambié al Liceo Industrial de Los Ángeles. Ahí conocí a Felipe Matamala (director del programa) y participé en la Academia de Innovación y Emprendimiento Escolar", relata.
Parra comenta que la instancia se enmarcaba en sus intereses, porque siempre buscó alguien que le explicara cómo funcionaba o de qué se trataba emprender. Recuerda que en un principio había mucha gente participando, pero poco a poco el grupo se redujo y fueron quedando los que tenían real interés en aprender. "Había un ambiente de trabajo que te motivaba, te dabas cuenta de que no eras el único con los mismos intereses", señala.
Durante el primer año en la academia, Claudio Parra y su compañero Pablo Pino desarrollaron una idea para un emprendimiento. Se trató del "Hidro Pract", un dispositivo para controlar el consumo de agua, programarlo y así liberar cierta cantidad de litros para una determinada acción y, al mismo tiempo, indicar el consumo en litros y su valor en pesos. De esta manera, además, se pretendía generar conciencia acerca del uso desmedido de este importante elemento.
Postularon la iniciativa en el concurso Go Innova de Inacap y resultaron ganadores en la fase provincial, lo cual les permitió viajar a Valparaíso para competir en la etapa nacional. Claudio Parra señala que en esa ocasión no estuvieron entre los tres primeros lugares, pero fue el inicio de una gran aventura permitiéndoles posteriormente presentar su propuesta en diferentes instancias de carácter regional y nacional, iterando su iniciativa y madurando la propuesta.
Parra asegura que la academia y el programa influyeron en la continuidad de su espíritu y esfuerzos emprendedores, aptitudes que, en circunstancias diferentes, probablemente se habrían dado en un periodo más largo de su vida, por lo que considera que es fundamental vivir esta experiencia en etapas tempranas y fortalecer estas instancias tanto en educación básica y media.