Desde el municipio, el liceo y el escenario: tres ámbitos en los que mujeres penquistas aportaron a la ciudad
En el aniversario 471 de la comuna, el historiador Alejandro Mihovilovich rescató algunos nombres que quedaron grabados en las páginas penquistas.
En muchas ocasiones, cuando se revisa la historia de Concepción, se destaca en mayor medida lo realizado por distintos hombres que cumplieron roles fundamentales en el desarrollo, tanto de la comuna, como de la Región y del país. No obstante, el aporte femenino también tiene un valor muy importante en el crecimiento de la capital del Biobío y en ocasiones no es reconocido como realmente se merece.
El aniversario 471 de Concepción es una oportunidad más que propicia para visitar o revisar la labor efectuada por algunas mujeres de la zona, quienes destacaron en las disciplinas y ámbitos que practicaron, con lo cual quedaron grabadas en las páginas de la historia penquista. El historiador Alejandro Mihovilovich seleccionó tres nombres en este sentido, para entregar antecedentes de sus vidas.
Alcaldesa
Una de las mujeres que se ganó la denominación de "histórica" en la capital regional es Ester Roa Rebolledo, recordada por su labor como la primera alcaldesa de la ciudad, en un periodo de mucha actividad y de hechos relevantes, tanto en lo local como en lo nacional.
Nació el 6 de mayo de 1919. Tras terminar su educación básica, ingresó al Liceo de Niñas de Concepción. En las leyes encontró su vocación, por lo que entró a estudiar a la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de Chile.
Mihovilovich señala que como militante del Partido Demócrata Cristiano, se presentó a las elecciones municipales de 1956, siendo elegida para el periodo 1956-1960, transformándose en la primera mujer alcaldesa de Concepción, además de obtener la primera mayoría nacional. Volvió a ser elegida para el siguiente periodo.
Cabe destacar que dentro de su tiempo en la administración alcaldicia, Ester Roa tuvo que afrontar las consecuencias provocadas por el terremoto de 1960, por lo que gran parte de su trabajo se enfocó en reconstruir las zonas afectadas por el sismo en la comuna.
Dentro de este mismo ámbito, el historiador comenta que Roa lideró modificaciones urbanas que prevalecen hasta la actualidad en la comuna, como la remodelación del parque Ecuador y la erradicación de poblaciones instaladas en la ribera del río Biobío.
Otro hecho relevante de la época lo constituyó la realización en Chile del Mundial de Fútbol de 1962, siendo Concepción una de las sedes del torneo. Ante esto, se le atribuye la construcción del Estadio Municipal de la avenida Collao, el cual hoy lleva su nombre.
Actriz
Si bien nació en Cañete, una parte importante de la formación y carrera en la actuación de Sylvia Orieta Escámez Carrasco, conocida artísticamente como Orietta Escámez, se desarrolló en Concepción. Estudió en el Liceo de Niñas de la ciudad y desde muy joven comenzó a incursionar en las tablas, lo cual desarrolló aún más al estudiar Teatro en la Universidad de Concepción.
El historiador penquista cuenta que la carrera de Escámez está ligada en lo profesional y personal con los hermanos Héctor y Humberto Duvauchelle, ya que trabajó en varias obras con ellos, además de casarse con Humberto.
Justamente, en el marco del centenario de Concepción, participaron en la obra "¿Dónde está la cruz?", de Eugene O'Neill. Posteriormente, formó parte de diferentes grupos de actuación, como el Teatro Libre de la Federación de Estudiantes, creado por Humberto Duvauchelle.
Tras un viaje al Festival Mundial de las Juventudes en Varsovia, Escámez participó en uno de los relatos de la película "Tres miradas a la calle", del director Naum Kramarenco, quien la volvió a dirigir en la cinta "Regreso al silencio", estrenada en 1967.
Tras vivir varios años en Venezuela regresó a Chile en la década de los '80, continuando su carrera teatral en el país. En mayo de 2021 falleció a los 83 años.
Educadora
Quizás Amelia Mella Cortés es un poco menos conocida que las anteriores, pero Alejandro Mihovilovich la destaca por su labor pedagógica y social en Concepción. Entre 1918 y 1929, Mella fue la directora del Liceo de Niñas de la ciudad, la institución de formación local más relevante en lo que respecta al género femenino.
Mella se hizo cargo de la dirección del liceo cuando éste aún era un establecimiento pequeño, que no contaba con un edificio propio. Ante esta situación, la educadora gestionó diferentes comodidades para las estudiantes, a la vez que solicitó formalmente la ayuda del Gobierno para contar con un inmueble que albergara al liceo.
Gracias a la colaboración de la Logia Masónica, se logró influir en el Congreso para reunir los recursos para el edificio del liceo, obras que comenzaron a ejecutarse en 1928, comenta el historiador.
De igual manera, Amelia Mella, propició una labor social de parte del liceo, por medio de actividades de beneficencia que fueran en apoyo, por ejemplo, de personas damnificadas por catástrofes. También impulsó la formación de la Cruz Roja Juvenil y la Liga de Madrecitas, entre otras instancias.
Si bien puede haber muchas otras mujeres destacadas en la historia de la ciudad, éstas tres sin duda forman parte del grupo que ayudó a Concepción a transformarse en una de las principales urbes del país.