Inicio de la campaña electoral
El miércoles se ha iniciado la campaña electoral para los comicios presidenciales, parlamentarios y de consejeros regionales que se realizarán el próximo 21 de noviembre. Como parte de ello, cinco de los siete candidatos a la Primera Magistratura participaron en el primer debate televisado de esta campaña.
De acuerdo con la legislación, los candidatos pueden realizar propaganda por medios de prensa y radioemisoras, con brigadistas en la vía pública, mediante el porte de banderas, lienzos u otros elementos no fijos que identifiquen la candidatura o la entrega de material impreso u otro tipo de objetos informativos, y propaganda contratada en redes sociales. También desde ahora, las autoridades públicas que realicen inauguraciones de obras u otros eventos o ceremonias de carácter público, deberán cursar invitaciones por escrito a tales eventos a todos los candidatos del respectivo territorio electoral. En una siguiente etapa, que comenzará el 22 de octubre, se desarrollará la franja electoral para las elecciones presidenciales y parlamentarias, se podrá efectuar propaganda en plazas, parques u otros lugares públicos autorizados, mediante carteles, y en espacios privados, con carteles, afiches o letreros, contando con la autorización del propietario.
En estas elecciones presidenciales compiten Gabriel Boric, Sebastián Sichel, Yasna Provoste, José Antonio Kast, Marco-Enriquez Ominami, Eduardo Artés y Franco Parisi. Además de elegir al próximo gobierno, los chilenos decidirán 27 cupos en el Senado, completando la renovación de los 50 miembros de la Cámara Alta. Los senadores corresponden a las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana, O'Higgins, Ñuble, Biobío, Los Ríos, Los Lagos y Magallanes y la Antártica Chilena. También se elegirán 155 diputados y 302 consejeros regionales en todo el país.
Asimismo, el Servicio Electoral (Servel) ha publicado el padrón habilitado compuesto por 15.030.963 electores, de los cuales 14.959.945 residen en Chile y 71.018 en el extranjero. En el caso de nuestra Región del Biobío, el registro de ciudadanos habilitados para sufragar en esta oportunidad es de 1 millón 337 ciudadanos, casi cuatro mil más que los que participaron en los comicios de mayo del presente año. Son 330 los candidatos que postulan a algún cargo en la región, entre ellos, 22 aspirantes al Senado, 73 a diputados y 235 a consejeros regionales.
Los aspirantes a estos cargos de representación tienen mucho que decir en los próximos meses, a través de la exposición de sus ideas y mensajes respecto de los programas que están dispuestos a desarrollar en caso de ser elegidos. Es necesario y deseable que aspiren a objetivos de largo aliento, en especial para determinar cómo ayudarán a Chile a recuperarse de la crisis que provocó la pandemia, con el fin de que la ciudadanía haga una buena elección y no se arrepienta en corto plazo. También es bueno considerar que un buen candidato no es aquél que raya la ciudad, sino quien activa lo mejor de sí para lograr el beneficio de los demás.
Los postulantes tienen en sus manos la oportunidad de reencantar a los electores que están desilusionados de los políticos. La fuerza de las ideas, el respeto y proyectos sólidos también deben desterrar la fórmula de los rayados, de los carteles que en cada elección brotan por todas las ciudades y terminan destruidos, y de millones de pesos gastados en papelería, para dar paso a la creatividad y a un contacto cercano con la comunidad, que no sólo debe ocurrir en época de elecciones. Estos líderes deben exponer soluciones a los problemas que agobian a la gente, más que entrar en discusiones sin sentido. Los candidatos deben ser cuidadosos, para no demostrar en sus campañas un desprecio por las ciudades y una falta de compromiso con el objetivo de tener espacios limpios. Estos son algunos de los tantos desafíos que deberán enfrentar quienes aspiran a transformarse en nuestras próximas autoridades y nuestros representantes.
Los aspirantes tienen mucho que decir, a través de la exposición de sus ideas y mensajes respecto de los programas que desarrollarán en caso de ser elegidos. Es necesario que aspiren a objetivos de largo aliento, en especial para determinar cómo ayudarán a Chile a recuperarse de la crisis que dejó la pandemia.