La necesaria recuperación del turismo
Este fin de semana marcará, sin duda, un punto de inflexión en torno a la forma en que los chilenos somos capaces de compatibilizar dos elementos centrales vinculados a la situación sanitaria y económica que enfrenta el país. Se trata de la posibilidad de realizar desplazamientos seguros, posibilitando la reactivación de la actividad turística, pero sin perder de vista el estricto cumplimiento de normas sanitarias ya conocidas por todos y todavía muy necesaria para seguir avanzando en la tarea de mantener relativamente controlada la pandemia por el covid-19.
Para la Región del Biobío, caracterizada por su mixtura entre un área metropolitana históricamente atractiva como centro de negocios y punto de encuentro empresarial de la macrozona sur, pero a la vez poseedora de importantes atractivos naturales de cordillera a mar, esto es especialmente relevante, ya que es muy necesario alentar la paulatina recuperación de la denominada "industria sin chimenea".
A nivel nacional, se han conocido datos que resultan preocupantes y justifican la inquietud en esta materia.
Por ejemplo, desde el punto de vista de la inversión el Catastro de Inversión del Turismo elaborado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile, que incluye proyectos en ejecución y estudio por un valor igual o superior a US$3 millones, a junio de este año se alcanzó un monto de US$ 704,7 millones, el menor registrado desde que se inició el catastro en 1994. El resultado representa una baja de 25,4% respecto de igual período de 2020 y una caída de 18,4% en comparación con diciembre del año pasado.
Para Tomás Sahli, presidente de la Comisión de Turismo de la CNC, "las empresas que ya tienen su capacidad instalada van a esperar que la demanda reflote para crear empleos. Pero la generación de empleos tanto de la construcción de nuevos proyectos como la operación de estos se va a ver muy retrasada o bien eliminada y eso tiene un impacto muy fuerte en la gente que quiere trabajar en esta industria que emplea principalmente mano de obra femenina y redistribuye mucho, porque cuando el turista visita un lugar no solamente deja sus recursos donde se hospeda, sino que también tienen mucha interacción con las comunidades locales, por tanto, la menor inversión impacta en el empleo y en la redistribución de los recursos que los turistas dejan en los destinos".
En este contexto, el reciente anuncio gubernamental de que a partir del 1 de octubre de 2021 podrán ingresar a Chile extranjeros no residentes que cuenten con un esquema de vacunación completo corresponde a un paso relevante para avanzar hacia la recuperación sectorial. Esto es posible gracias al avance en el Plan Fronteras Protegidas que responde a la sostenida baja en el número de contagios y casos activos que se ha registrado en las últimas semanas.
Por ahora, los extranjeros solo podrán ingresar a través de los aeropuertos de Iquique, Antofagasta y Arturo Merino Benítez. Sin embargo, se espera que prontamente se pueda sumar el aeropuerto Carriel Sur, el cual antes de la pandemia ya había vivido un hito relevante con el inicio de los vuelos directos a Lima, mientras que las aerolíneas prospectaban otros trayectos directos, como hacia Argentina.
Frente al anuncio de la apertura de frontera aérea, el subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte, destacó que esta medida permitirá el ingreso de turistas extranjeros, lo que será clave para la reactivación y recuperación de este rubro. "El turismo receptivo significa cerca de un 40% de los ingresos de esta industria en nuestro país. Este primer paso va a poder seguir avanzando en la medida de que respetemos las medidas sanitarias adecuadas. Esperamos que este proceso sea progresivo y podamos seguir disminuyendo las restricciones", dijo.
Si bien la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA por sus siglas en inglés) valoró el anuncio del Gobierno de Chile sobre la apertura de fronteras, aseveró que las medidas vigentes para entrar y salir de Chile todavía no son suficientes para recuperar la confianza de los viajeros y siguen impidiendo la recuperación del turismo y la sostenibilidad del transporte aéreo. Esto, en particular, debido al requisito de realización de una cuarentena domiciliaria de al menos cinco días.
"No se puede hablar de apertura cuando Chile sigue siendo uno de los países con las medidas más restrictivas del mundo. El actual contexto sanitario, un número cada vez mayor de viajeros vacunados y la prevalencia de las pruebas de diagnóstico, permiten restaurar la conectividad internacional para que las personas puedan volver a hacer uso libremente de un servicio esencial de transporte aéreo, sin trabas que excedan lo realmente necesario para preservar la seguridad de todos", afirmó Peter Cerda, vicepresidente Regional de IATA para las Américas.
Es evidente que frente a la situación sanitaria que aún enfrenta el país -con la amenaza latente que implican las variantes más contagiosa del covid- se debe ser muy cuidadoso en cada medida de desescalada. Aquello por cierto, puede perfectamente compatibilizarse con la necesidad de reactivar el movimiento de personas y contribuir a la necesaria recuperación del turismo nacional.
Por ahora, los extranjeros solo podrán ingresar a través de los aeropuertos de Iquique, Antofagasta y Arturo Merino Benítez. Sin embargo, se espera que prontamente se pueda sumar el aeropuerto Carriel Sur, el cual antes de la pandemia ya había vivido un hito relevante con el inicio de los vuelos directos a Lima, mientras que las aerolíneas prospectaban otros trayectos directos, como hacia Argentina.