Temor global ante el riesgo de quiebra de Evergrande, el gigante inmobiliario chino
La empresa que urbanizó el país desde 1996 podría entrar en un proceso de insolvencia. Sistema bancario global está en alerta.
El gigante inmobiliario chino Evergrande, cuya deuda es de 305.000 millones de dólares, alertó que está en riesgo de entrar en un proceso de insolvencia por culpa de dos de sus filiales, lo que provocó un nuevo desplome de sus acciones e incrementó los temores a que su caída pueda tener consecuencias para el sistema bancario global.
Las acciones de la empresa en la bolsa de Hong Kong cayeron en la última jornada más de 11%, acentuando una tendencia habitual de aproximadamente el último año, período en que Evergrande ha perdido más del 80% de su valor bursátil.
DISTINTAS REALIDADES
El grupo Evergrande, fundado en 1996, se benefició de la ola migratoria a las ciudades y de las extensiones de los derechos de propiedad inmobiliaria en el país asiático y en 2009 empezó a cotizar en la bolsa de Hong Kong, donde tuvo buen desempeño en los siguientes diez años.
A raíz del crecimiento de la empresa, su fundador, Xu Jiayin, se convirtió en el hombre más rico de China con una fortuna valorada en 42.500 millones de dólares según Forbes a fines de 2017, año en que el valor en bolsa de las acciones de Evergrande alcanzó su peak.
Sin embargo, el éxito del grupo escondía una enorme deuda con la que había sufragado su expansión a otros sectores como servicios sanitarios, vehículos eléctricos e incluso deportivo.
Sin embargo, el país en que Evergrande floreció cambió: cuando se fundó en 1996 la población urbana de China representaba el 29% del total, pero en 2017 ya era 57%, aunque todavía con margen de crecimiento pero no al ritmo de las dos décadas pasadas.
En agosto del año pasado, el Gobierno chino anunció la política de "tres líneas rojas": si una inmobiliaria no cumplía ciertos requisitos entre deudas y activos, las autoridades limitarían su acceso al crédito.
Evergrande, una de las más endeudadas del sector, propuso entonces una estrategia de "reducción y control de la deuda" que incluyó grandes descuentos en la venta de departamentos. Sin embargo, fue insuficiente.
UN AÑO NEGRO
Tanto los ingresos como los beneficios del grupo cayeron entre enero y junio de este año, y algunos proyectos han quedado en suspenso mientras el flujo de caja se redujo un 45 % interanual hasta 13.431 millones de dólares.
La semana pasada, los rumores de quiebra se dispararon cuando Evergrande sufrió dos recortes en la calificación de su deuda por parte de las agencias Moody's y Fitch, que alertaban un "alto riesgo de impago".
El lunes la empresa publicó un comunicado para acallar los crecientes rumores de bancarrota en el que aseguraba que las noticias sobre su quiebra eran "completamente falsas", pese a que reconocía que "se enfrentaba a dificultades sin precedentes".
El efecto de la posible quiebra de Evergrande, que da empleo a más de 120.000 personas y representa 7,5% del Producto Interno Bruto de China, se sentiría en a nivel nacional y en los mercados globales dado el gran tamaño del grupo, cuyo pasivo es de unos 304.821 millones de dólares.