Violencia intrafamiliar física y psicológica
Es lamentable que todavía nuestra sociedad no ha sido capaz de mitigar o erradicar conductas tan dolorosas y terribles, como es la violencia física y psicológica contra la mujer, en el hogar. No obstante, se percibe que en la actualidad identifican con más claridad lo que son aquellos ataques psicológicos, físicos o sexuales, ya sea en el hogar, en el trabajo, en la escuela o en la calle y se atreven a denunciarlos. Esas conductas ya no se consideran "normales", como ocurría hace unas décadas, lo que revela que hay un paulatino cambio cultural.
La pandemia de coronavirus y especialmente las medidas de cuarentena que se aplicaron durante este período para que las familias permanecieran en sus casas con el fin de evitar contagios, también significaron, entre otros problemas, el aumento de los casos de violencia intrafamiliar, cuando la convivencia dentro del hogar se ha deteriorado. La crisis sanitaria significó que muchas mujeres tuvieran que convivir las veinticuatro horas con su agresor y en esos momentos críticos se les hizo más difícil acudir a las unidades policiales para concretar una denuncia por violencia intrafamiliar.
La reciente "Encuesta Nacional sobre la Desmitificación del Amor Romántico y Violencia Simbólica", de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer (Prodemu), arrojó alarmantes cifras sobre los conflictos ocultos en las relaciones de pareja, ya que un 77% de las consultadas dijo que ha sufrido algún tipo de violencia psicológica, como limitarles el acceso al dinero de la familia, humillarlas por la forma de vestir o agredirlas con amenazas psicológicas. El 16% de las mujeres declaró que su expareja la ha amenazado con quitarles los hijos; un 28% se sienten avergonzadas porque su pareja critica su forma de vestir y un 19% ha sido víctima de violencia económica, limitando su autonomía en la disposición de recursos. El 45% de las encuestadas señaló que su pareja "se ha enojado por hablar con otras personas"; a un 48% las han "avergonzado o minimizado"; y a un 36% las han "acusado de infidelidad".
Por ello, la institución lanzó una campaña que busca alertar y prevenir sobre estos tipos de problemas que no se aprecian a simple vista, pero que pueden ser el paso previo a la violencia física. Otro aspecto que aborda, es que las situaciones que se presentan tienden a encubrirse bajo formas de subjetivación del amor romántico, justificadas por considerarse -de forma equivocada- como "expresiones de amor".
Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado durante los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia y una muestra de que en algunos sectores de nuestra sociedad todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la vida de las mujeres. Los celos, la incomprensión y la violencia se conjugan en la génesis del problema, primero como una agresión sicológica, para luego dar paso a los golpes y, en situaciones extremas, terminar con una vida.
El año 2018 se registraron en Chile 42 de femicidios, de los cuales cuatro se cometieron en nuestra región. En 2019 fueron 46 casos consumados, de ellos, dos correspondieron a la Región del Biobío, y en 2020 hubo 43 casos en el país, de los cuales tres ocurrieron en esta región. En el presente año, van 22 de estos homicidios, uno de ellos en nuestra zona. A la vez, en los tribunales se tramitan miles de causas sobre violencia física.
Hace unos días el Congreso aprobó el proyecto de monitoreo telemático en casos de violencia intrafamiliar y uso de tobilleras electrónicas en los agresores, que deberá convertirse en ley y comenzará a aplicarse en febrero de 2022 en los Tribunales de Familia y en junio de 2022 en los Tribunales de Garantía. Sin embargo, ninguna medida será suficiente si no se cuenta con la colaboración de todos como sociedad para involucrarse en la solución de esta realidad.
La encuesta de Prodemu arrojó alarmantes cifras sobre los conflictos ocultos en las relaciones de pareja, ya que un 77% de las consultadas dijo que ha sufrido algún tipo de violencia psicológica, como limitarles el acceso al dinero de la familia, humillarlas por la forma de vestir o agredirlas verbalmente.