Sector de la agricultura apuesta por la reconversión ante efectos locales del cambio climático
Mayor interés en producción de paltos, nogales y frutas como la frambuesa o arándanos, es la tendencia desde hace algunos años. Eso sí, sigue preocupando la escasez de agua para el riego y esperan soluciones a largo plazo.
El sistema frontal que se registra desde inicios de la semana pasada en la zona centro sur del país, se transformó en un respiro para los agricultores. En lo que va del año, en la Región del Biobío existe un 48% de déficit de agua caída, lo que repercute directamente en la disponibilidad de agua que existirá para el riego en la temporada estival. La situación se torna más crítica con los pronósticos de que este verano será caluroso y seco.
Desde la Sociedad Agrícola del Biobío (Socabio) reconocen que hacen falta ayudas más a largo plazo, considerando que los efectos del cambio climático ya se dejan ver y no se puede estar cada año pensando en si alcanzará con la nieve acumulada para poder regar los cultivos. Desde su trabajo gremial, buscan mirar el vaso medio lleno y adaptarse a la nueva realidad: dejar los cultivos tradicionales como legumbres y papas, y apostar por producir cultivos que antes no daban en un terreno local por el clima.
De esta reconversión también ha sido testigo el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), organismo que, además, tiene abiertas líneas de financiamiento para riego y que cuenta con un presupuesto este año de 1.100 millones de pesos y que tienen por objetivo poder mejorar el acceso, disponibilidad y gestión de los recursos hídricos.
ESCASEZ
El presidente de Socabio, José Miguel Stegmeier, precisó que sobre la situación actual "estamos preocupados de poder contar con este vital elemento, el riego depende de lo que pueda caer esta semana de lluvia. Tenemos la esperanza en este sistema frontal, en que caiga mucha nieve, que es lo que más se requiere porque nos da reservas de agua para el verano. Actualmente estamos con muy poca nieve".
Suma que el Lago del Laja, que es una de sus principales fuentes de riego, también está con poca agua. Ya en el mes de julio, en plenas vacaciones de invierno, turistas habían reportado que la acumulación de nieve no superaba los 15 centímetros y no se encontraba nieve en los costados del camino como en años anteriores.
En ese sentido, Stegmeier agregó que "tenemos la expectativa de que se registren nevazones grandes en la cordillera más alta, en este caso Ñuble, principalmente. Ha estado precipitando sobre los 2 mil 200 metros y antes eso ocurría a los 800 metros".
El director regional de Indap, Odín Vallejos, comentó que "estamos en agosto y no hay tanta nevazón en Alto Biobío, que es la comuna de referencia para nosotros (…) Por la escasez hídrica, muchos cultivos están en riesgo, algunos necesitan estar aplicando agua constantemente y es una condición que se está monitoreando por el Ministerio y el INIA, para estar preparados para lo que se viene".
Según el presidente de Socabio los cultivos que podrían verse más afectados son el maíz, que requiere riego tardío, así como la remolacha.
A raíz del efecto del cambio climático, José Miguel Stegmeier puntualizó que se requieren soluciones a largo plazo porque "es una cosa que viene desde hace 10 años y no sacamos nada con preocuparnos a tres meses del verano. Acá faltan más embalses, tomar medidas acordes a las necesidades de riego a largo plazo, desde el punto de vista público está muy lento, sin proyectos. El cambio climático se nos vino encima y no sacamos nada con lamentarnos".
Entre las iniciativas que él cree pueden funcionar -además de los embalses y que Biobío no tiene- está relacionado a la siembra de nubes y que, señaló, se utilizó para la sequía del año '67. "Se tiraba sal a las nubes", precisó.
RECONVERSIÓN
Desde hace tres años que el Indap ha registrado reconversión en los agricultores hacia cultivos como la frutilla, frambuesas, viñas, maní, paltos y nogales. "Se trata de plantaciones que antes eran impensadas en esta zona y que hoy, con este cambio climático se ven como una oportunidad. El Biobío se proyecta como una región agroindustrial", comentó el director regional.
Esto es respaldado por el presidente de Socabio, quien puntualiza que como "tenemos un aumento de temperatura y no tenemos heladas, aparecen cultivos que antes no hacíamos. Por ejemplo, los nogales que han tenido buena producción. También pasa con frutas como los arándanos. También el sector de Quillón y Cabrero podemos tener paltas, olivos, higos y brevas que antes no se cosechaban".
En ese sentido, recalcó que "no sacamos nada con estar dándonos cabezazos con el cambio climático, hay que acompañarlo con acciones que vayan en la línea de tomar el escenario que estamos teniendo".
Para eso, también ha sido fundamental el tema del riego. Vallejos recalca que existe un aumento del requerimiento de inversión en infraestructura, así como en capacitación.
"Esto tiene directa relación con la reconversión, porque dejaron de hacer cultivos tradicionales, que se siguen sembrando, pero no tan fuerte, como es el caso de la papa y la legumbre. El precio de salida de este otro tipo de productos frutales, además, es mayor", sostuvo.
FINANCIAMIENTO EN RIEGO
El director regional de Indap, Odín Vallejos, recalcó que existen tres instrumentos de financiamiento de riego para la Región: Bono Legal de Aguas (BLA), Programa de Riego Asociativo (PRA) y el Programa de Riego Intrapredial (PRI).
"El presupuesto es de $1.100 millones para riego este año, a través de los diferentes programas. El BLA tiene $161 millones y que contempla asesorías jurídicas referentes a este tema. El otro instrumento, el PRI este año contempla $553 millones y es súper importante por el objetivo es mejorar el acceso y la disponibilidad del recurso a nivel predial. El Indap financia hasta el 90% del costo total de las inversiones", detalló Vallejos.
En tanto el PRA tiene de presupuesto $120 millones para mejorar el acceso, disponibilidad y gestión del recurso hídrico. Vallejos precisó que también "tenemos un convenio con la Conadi para poder realizar pozos e instalar punteras y, además, tenemos el fondo de emergencia FET, que nace por la pandemia, para impulsar la reactivación económica".