"Hay una carencia nuestra para comunicar bien lo que estamos haciendo"
La periodista cuenta cómo se han dado las relaciones y las tensiones al interior de la Convención, afirma que "hay un pequeño grupo que no quiere que esto salga bien" y cree que es injusto que los tilden de "flojos" .
Por Mauricio Ávila C.
Se enseña en las escuelas de Periodismo que los periodistas no son noticia, pero ocurre que hoy Patricia Politzer no solo es protagonista de una, sino que está embarcada en una aventura histórica como es la redacción de una nueva Constitución. La ex directora de Prensa de TVN y ex presidenta del Consejo Nacional de Televisión es una de las 155 constituyentes, en su caso por el Distrito 10 (La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago) y representando al movimiento Independientes No Neutrales.
En la Convención Constitucional, la profesional integra la comisión de Comunicaciones, Información y Transparencia y dice que no deja de emocionarse día a día con lo que está viviendo como parte del grupo de ciudadanos que redactan una propuesta de futura Carta Fundamental. "La verdad es que desde que recibí la comunicación oficial de que era constituyente, me subí a una nube de emoción de la cual no he bajado. Todos los días hay algo que me emociona. Emociona ser consciente del privilegio de estar escribiendo una nueva Constitución para el país", comenta.
-¿Hay más sentimientos que la emoción? ¿Ansiedad, por ejemplo, rabia en algunos momentos?
-No, no siento rabia. Creo que siento más bien una gran responsabilidad. Creo que nosotros no podemos fallar. Tenemos que tener un buen resultado al redactar una buena Constitución para Chile. No tenemos alternativa. Y creo que es tarea de todos, no sólo de los 155 constituyentes, sino que de todos los ciudadanos y ciudadanas, el cuidar este proceso. De repente se nos olvida que estamos en medio de una crisis político, social y económica muy profunda. El país eligió este camino institucional para salir de esa crisis y en ese sentido tenemos una responsabilidad enorme. Tenemos que hacer un buen trabajo o tenemos que hacer un buen trabajo. Ojalá toda la ciudadanía se apropie lo más posible de este proceso y que efectivamente lo tome como propio, participe, opine, se informe, no se deje manipular por algunas declaraciones estridentes que, por supuesto, no me gustan, pero que son parte del camino.
-¿Cómo interpreta el papel de Teresa Marinovic, Arturo Zúñiga y otros que han dicho que o no se está trabajando o se está haciendo mal?
-Basta que cualquier persona mire lo que está ocurriendo y se va a dar cuenta que esas declaraciones no reflejan la realidad dentro de la Convención. Basta que hables con cualquier constituyente para saber que estamos trabajando muchas horas al día, que ya estamos repartidos en comisiones con objetivos precisos, con plazos precisos que realmente si no trabajamos a toda máquina no vamos a poder cumplir. Estamos todos comprometidos con esos plazos. Entonces, decir que no estamos trabajando es completamente fuera de la realidad. Pero más grave aún es cuando hay algunos que dicen, y me refiero a personas informadas que saben cómo es el proceso de redacción de una Constitución, que "ya llevan más de un mes y no han escrito ningún artículo". Por suerte no hemos escrito ningún artículo, porque si no estaríamos en medio de un caos. Lo que estamos haciendo es una etapa importantísima dentro del proceso constituyente, que es definir las reglas del juego para entrar precisamente a los temas de fondo. ¿Y de qué se tratan estas reglas? De cuánto cuórum va a tener una comisión para sesionar, cuántocuórum va a tener el plenario, cuántas veces una propuesta de una comisión va a ir al pleno para que se le hagan indicaciones y vuelva a la comisión. ¿Dos veces, tres, cinco? ¿Qué pasa si se rechaza cinco veces? ¿Qué ocurre con ese tema? Son muchos los aspectos que es fundamental definir hoy día para que el debate constitucional de los contenidos realmente pueda fluir y no se vea obstaculizado y se entre en un caos en que cada uno opine lo que quiera o hable cuando quiera o presente las indicaciones cuando quiera.
-¿Y cuándo comienza la redacción propiamente tal?
-Yo creo que las comisiones de contenido propiamente tal se van a formar durante el mes de septiembre. Ahora, hay que considerar, y por eso te decía que estamos trabajando a full, que esta semana empezaron las audiencias públicas de las distintas comisiones. Y tienes comisiones como la de Derechos Humanos que tiene cerca de 300 peticiones de audiencia. Lo mismo la comisión de Participación Ciudadana. Nosotros, la de Comunicaciones, ya hemos escuchado a una treintena de organizaciones y seguiremos hasta el jueves de la próxima semana escuchando a diversas instituciones, medios, todo tipo de agrupaciones y de personas que quieren hacer su aporte.
-Tantas peticiones es bueno y malo a la vez. Bueno, porque grafica el interés de las personas e instituciones por participar del proceso. Pero malo, porque el tiempo es acotado. ¿Alcanzarán a escuchar a todos?
-Tenemos la obligación de escucharlos a todos. La legitimidad de esta nueva Constitución pasa por la participación ciudadana, por lo tanto, no hay alternativa. Pero me imagino que en las comisiones que tiene niveles tan altos de peticiones probablemente se van a dividir en subcomisiones para escuchar a quienes pidieron audiencias, porque si no, no les va a alcanzar el tiempo. Pero es indispensable e importante.
Las organizaciones vienen con un espíritu muy genuino de aportar. Tienen muchas ganas de ser escuchadas y de aportar en lo que saben. Uno de los grandes descubrimientos que he tenido en este proceso desde la campaña es el tremendo capital humano que tiene nuestro país y que lo hemos estado desperdiciando. Eso me maravilla. En la campaña tuve muchos diálogos y cada vez que terminaba quedaba maravillada con la gente que había participado. Y lo mismo me pasa con mis compañeros y compañeras constituyentes y con la gente que está pidiendo audiencias para ir a aportar. Hubo muchas becas en los últimos años de gente que salió al extranjero y que volvió y muchos no han tenido dónde aportar lo mucho que aprendieron afuera. Y tú las encuentras hoy en distintas organizaciones y lugares y llegan a la Convención a aportar todo lo que tienen y que hasta este momento el país no les había dado espacio. Y también tienes grupos que con más o menos preparación académica están muy focalizados en algún interés en particular, como es el agua, el cambio climático, las energías limpias; distintas temáticas específicas en que te das cuenta de que no sólo tienen un eslogan sobre el tema, sino que han estudiado y conocen profundamente la temática de ese movimiento social en que están participando.
-Más allá del valor intrínseco de un nuevo texto constitucional, tal vez el gran legado de este proceso sea justamente ese: que aparezcan voces y miradas que nunca tuvieron visibilidad.
-Yo creo que estamos en medio de un cambio político, económico, social y cultural muy profundo. Y creo que esto partió con el estallido social. Aquí hubo un grupo de gente que estaba invisibilizado y que empezó a cambiar el rumbo del país. En ese sentido, por ejemplo, hay intentos de los analistas y de los medios de comunicación de tratar de entender y explicar lo que está pasando a partir de las categorías de izquierdas y derechas. Y la verdad es que eso no da cuenta del Chile del siglo 21. Por ejemplo, hoy (jueves) se votó que la Convención tenía que hacerse cargo del cuidado que están dejando de ejercer algunos constituyentes, cuidado de niños, adultos mayores, de personas con algún tipo de discapacidad. Se ha hablado tanto de que la nueva Constitución y el país tiene que valorizar el trabajo doméstico y de cuidado; bueno, hoy ya comenzó a ponerse en práctica con esta votación. Hay un cambio cultural muy grande. Y cuando alguien vota a favor de eso, ¿es de izquierda o derecha? ¿O simplemente toma conciencia de un tema fundamental? Hay constituyentes que no podrían cumplir el rol para el cual los eligió la ciudadanía si el Estado no se hace cargo del cuidado que ellos hacían gratuitamente. Entonces, ya nuestra cultura está cambiando.
-¿Cómo se ve esta vieja división en los pasillos, en la convivencia diaria? ¿Existen todavía esas tensiones o comienzan a bajar las barreras?
-Comentábamos justo esta semana que uno ve los patios ahora en los almuerzos y los grupos son muy mezclados. Los distintos colectivos con los que cada uno llegó se han ido abriendo. Y nos hemos ido conociendo y aprendiendo quién es el otro, por qué piensa de una determinada manera. Hemos ido creando poco a poco un cierto nivel de complicidad, de amistad y de confianza, y yo espero que esta etapa inicial nos ayude mucho a dialogar y llegar a acuerdos cuando entremos en los problemas constitucionales de fondo. Con Independientes No Neutrales hicimos un ejercicio para elegir una vicepresidenta de nuestro movimiento y conseguimos votos desde La Lista del Pueblo, pasando por el Frente Amplio y todo el espectro hasta la derecha del Apruebo. Quisimos dar esa señal, decirles a todos que cuando hay un objetivo, podemos ponernos de acuerdo. Hay constituyentes de todos los sectores trabajando para una tarea concreta en común y salvo algunos conflictos puntuales, la verdad es que están todos trabajando a full.
-¿Se sumarán a esta corriente los de la derecha del Rechazo?
-Habría que preguntárselo a ellos, pero lo que sí te pudo decir es que en la Comisión de Comunicaciones, por ejemplo, que es en la que estoy, está también Teresa Marinovic, quien hace declaraciones muy fuertes y estridentes, pero que ha trabajo haciendo buenos aportes dentro de la comisión. Entonces, ahí hay dos facetas de ella que no conocíamos antes. Ella es capaz de dialogar con nosotros y de avanzar y de cumplir la terea que se nos encomendó en conjunto.
-¿Les preocupa la imagen que tiene el trabajo constituyente? ¿Han comunicado mal?
-Se necesitan dos para el tango. Aquí hay por un lado una falencia de la Convención Constitucional en el sentido de que tal como no había computadores en el primer día, ni basureros, tampoco había una estructura comunicacional, que la hemos ido creando a medida que avanzamos, pero que todavía le falta. Si uno mira la página web, ha mejorado, pero cuesta mucho encontrar lo que uno busca. Entonces, hay una carencia nuestra para comunicar bien lo que estamos haciendo, que se ha ido mejorando. Y, por otro lado, hay una tentación de los medios de tomar las declaraciones más estridentes. Pero el problema que tiene esa manera de reportear la Convención es que no refleja lo que está ocurriendo. Esas declaraciones estridentes no importan nada en Convención. Es decir, las declaraciones de Tere Marinovic no valen nada, pero sí vale el trabajo que ella ha estado haciendo en la comisión de Comunicaciones. Es tan, tan, tan injusto para todos los constituyentes que nos digan que estamos puro flojeando, que no estamos haciendo nada, que no avanzamos nada.
-¿Y por qué han tenido repercusión esos comentarios?
-Creo que hay un grupo pequeño que no quiere que esto salga bien. Es el grupo que votó Rechazo. Algunos dentro de la Convención y otros fuera de ella están interesados en torpedear su avance. Y no hay que sorprenderse. Son las personas que no querían cambios, que se sienten cómodos, que les gusta la Constitución que tenemos. Sabemos que quieren que ojalá estemos todo el día enredados en un tema que no es real, que tiene una partecita de verdad y una gran parte de fantasía.