El plan para restaurar el Vagón el Círculo de Bellas Artes de Tomé
Inutilizado desde 2018, los actuales integrantes de la entidad fundada en 1947, están coordinando una serie de acciones para reparar el carro de tren que sirve como su sede desde 1996.
Los hechos se fueron dando como es el arte, espontáneo, libre. El 1 de abril de 1947, en el otoño marino, se forma el Círculo de Bellas en Tomé. Fue en un banco de la plaza, cuando un grupo de jóvenes y artistas estuvieron ahí para darle forma. Entre ellos, siendo un niño, Mario Zapata Vásquez (1935-2020).
En una comuna, con una historia eminentemente ferroviaria y cultural y, por ahí, inspirado en su participación en el Tren de la Cultura de Salvador Allende, es que Zapata hizo las gestiones para llevar un vagón e instalarlo frente al mar, en la playa La Estación.
"Ser parte de aquel tren lo marco profundamente, ya que tenía una visión de la cultura por y para el pueblo", comenta la hija del artista, Natalia, sobre la empresa que hizo al Círculo emprender la aventura de instalar este vagón adquirido en febrero de 1996.
Conocido como "Sector Vagón del Círculo de Bellas Artes Tomé", el enclave estuvo en funcionamiento hasta 2018.
Hace tres años la estructura ya mostraba daños por el paso del tiempo y los daños que, finalmente, produce el aire marino.
"Han existido dos presentaciones de subvención al municipio, la primera en 2011 después del terremoto y ahora con esta nueva presentación", señala, quien es parte de la propuesta de reparación del espacio cultural.
"Nos reunimos en febrero de este año para conversar entre los socios y definimos un camino", comenta Zapata.
UNIR CAMINOS
La hija del grabador cuenta que lo primero apunta a una revalorización del Círculo de Bellas Artes como organización.
"Sin caer en el cosismo con actividades culturales solamente. Es por eso que hicimos un plan de sumar actores en la comunidad y ojalá nuevas generaciones. Estamos estudiando las normativas internas, para modernizarlas sin sacar la esencia de la reunión y la bohemia propia del mundo de cualquier artista. Paralelo a ello, postulando a fondos para arreglar el Vagón, y que continúe su viaje que fue el sueño de sus fundadores", explica.
- En un contexto particular.
- Sabemos que el arte ha sido afectado en esta pandemia, pero esas mentes creativas no están agotadas (...) Todo lo contrario, damos color a la vida y podemos construir en el inconsciente colectivo la hermosura del atardecer convertido en color y movimiento, en música y risas de niños.
- Bonitas palabras, pero ¿cómo lo van a llevar a la acción?
- Tenemos la idea de hermanar la cultura y el turismo, para hacer de la costanera tomecina la mezcla perfecta de un Tomé Incomparable como Cecilia. Crear un café literario, una galería que permita a los turistas visitarlo de manera virtual y un set de transmisiones streaming semi presenciales para nuestros recitales.
El costo de reparaciones, para poner al día el móvil ferroviario, bordea los 20 millones de pesos (buscan hacerlo en tres meses).
Para lograrlo, postularon a una subvención del municipio 2021 de la que hasta el momento no tienen respuesta concreta. A ello suman la postulación a dineros del Ministerio de las Culturas.
"Hoy estamos recibiendo gente que esté motivada en donar su tiempo a la causa artística y se rija por normativas internas. La idea es coordinar una mesa publico privada y convertirnos en una corporación, para cimentar el arte como un polo de desarrollo turístico y cultural para nuestro pueblo", señala Zapata, en relación a una entidad que hoy cuenta con 20 socios, entre artistas y profesionales gestores culturales.
CUMPLIR CON LA COMUNIDAD
Es la propia comunidad tomecina que le ha pedido a los representantes del Círculo hacer algo para reactivar el inmueble, pues lo extrañan vivo y con actividades. "Les da mucha pena verlo así", resume Natalia Zapata, sobre un espacio e iniciativa para la cual cuentan con el apoyo del municipio, Pesquera Camanchaca, Cámara de Tursimo y la Univesidad del Biobío.
Además de Zapata, productora de las actividades del Círculo, para esta iniciativa cuentan con la colaboración de Simón Moncada (arquitecto), Juan Rivera (poeta y secretario de la entidad), Karim Zaror (profesor e hijo del fundador Elías Zaror), Mario Moncada (ingeniero en Innovación), Igor Reyes (escultor) y Leslie Caamaño (profesora y bailarina). "Cada uno es enamorado de Tomé. Somos y seremos un Círculo de Bellas Artes que ama la belleza de su gente campesina, del atardecer, de las vistas de su cerros, su rico vino país, su legado de paños, pesca y trigo", definen sus integrantes, convencido que lograrán su objetivo en el tiempo.