Rápido avance del cambio climático
El aumento de gases de efecto invernadero y de la temperatura son una bomba de tiempo que amenaza con el derretimiento de los casquetes polares y con ello, un enorme riesgo sobre países y zonas costeras densamente pobladas. Informes especializados han insistido en los efectos que ya comienzan a sentirse: aumentos de temperatura inusuales y tormentas en zonas donde usualmente no las había, son algunos de los signos.
Sin duda, el calentamiento global avanza más rápido de lo que se esperaba. El primer informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de Naciones Unidas, indicó que alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se alcanzará el umbral de más de 1,5 grados C, con riesgos de desastres sin precedentes para la humanidad, ya sacudida por altas temperaturas e inundaciones. Los expertos responsabilizaron al ser humano por estas alteraciones y advirtieron que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, porque las consecuencias del cambio climático se están evidenciando en fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Grecia o Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, o termómetros que rozan los 50º C en Canadá. Incluso limitando el calentamiento a un aumento de 1,5º C, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos aumentarán de forma sin precedentes tanto en su magnitud, frecuencia, ubicación o momento del año en que ocurren. Por ello, estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono. Los investigadores de Naciones Unidas dicen que el camino a seguir es conocido: impulsar la transición hacia una economía que ponga fin al uso del carbón y las energías fósiles antes que destruyan el planeta.
No obstante, algunas consecuencias ya son irreversibles, porque el deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante siglos, o milenios, el mar, que ya ha subido 20 centímetros desde 1900, todavía podría avanzar medio metro más para el año 2100, aunque se mantenga el calentamiento a +2ºC. De no haber cambios, se prevé el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas.
Para explorar la información a nivel regional, el Grupo Intergubernamental desarrolló un Atlas interactivo y se muestra que en un escenario de calentamiento global de +1,5°C, el alza de la temperatura media anual en la zona central de Chile estaría por sobre esa cifra, acercándose a los 2°C, mientras que en el norte del país ésta alcanzaría o superaría los 2 °C. En la zona sur de Chile, estaría en torno a 1,5°C y solo en las regiones más australes el alza podría ser inferior a esa cifra, más cercana a 1°C. En el mar de Chile, el alza de la temperatura también sería más cercana a 1°C. No obstante, en la Antártica chilena el incremento estaría en torno a 2°C.
Una vez conocidos los resultados del informe elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, diputados integrantes de la comisión de Medio Ambiente de la Cámara citaron a la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, con el objetivo de analizar la emergencia climática en el país y las medidas que se están adoptando para hacerle frente.
En nuestro país, se han dado pasos importantes con el fin de mitigar los daños que se producen a la naturaleza y al cambio climático, como la ley que eliminó la entrega de bolsas plásticas en las tiendas y supermercados, ya que muchas de ellas terminaban en los ríos o en el mar, y el programa de descarbonización de la matriz energética, de manera que ya se ha iniciado el cierre de plantas termoeléctricas a carbón, por el daño ambiental que producen. Nuestro planeta está sometido a cambios de magnitud causados por el hombre, y el calentamiento global que hemos generado es la mejor prueba de ello.
El deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante siglos; el mar, que ya ha crecido 20 centímetros desde 1900, todavía podría avanzar medio metro más para el año 2100. De no haber cambios, se prevé el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte del Amazonas.