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en que tienen acelerar el tranco para lograr lo que no han logrado en todo este tiempo, cuando en realidad los procesos de aprendizaje requieren tiempo. Me preocupa que la escuela sea vista por los estudiantes como un espacio en que les están tratando de hacer tomar un tren en marcha cuando ese tren no existe. Si uno de verdad quiere que ellos aprendan, tiene que detener ese tren, preguntarse qué es lo que sabemos, qué es lo que no sabemos y cómo resolvemos el dar las condiciones que todos puedan alcanzar los objetivos de aprendizaje requeridos.
-¿Qué pasa con el proceso de desmunicipalización? ¿No debiera aplicarse una pausa producto de la pandemia?
-No es competencia de la Agencia, pero creo que son conversaciones de distinto orden. El traspaso no es un hecho de que un día eres municipal y al otro no, tiene que ver con cambios en las construcción de los vínculos, con cambios en la construcción de cómo representas lo que haces y dónde estás, con creencias y también con competencias. Entonces haría un llamado a que este proceso de transición hacia la educación pública desde los municipios sea una construcción, porque lo que hoy sí sabemos es que no es importante sólo el acceso a la educación, sino que también es importante que sea un acceso a educación de calidad, la que no está asegurado si traspasas la propiedad.
El derecho a educarse y a aprender no es necesariamente prerrogativa de un sistema educativo, sino que también tiene que ver con las redes y otros espacios de contención o apoyo social. Y eso está en el territorio. Por lo tanto, es crucial la conversación entre los servicios locales y la preparación desde los municipios. Porque las niñas y niños viven en un territorio, no se cambian de casa, viven en un barrio y si tienen alguna dificultad que no es escolar, pero que incide en las condiciones para que puedan tener una buena y efectiva trayectoria escolar, ¿a quién recurren? Al municipio. Hay que construir esa lógica. Invitaría a darle cierto escalonamiento que no estaba planteado. Yo quisiera invitar a que hiciéramos del derecho de aprender una tarea y una campaña a nivel nacional, no sólo de la escuela. Y ahí los municipios son centrales. Es muy clave no perder el foco, hacer una campaña del derecho a aprender y que todos nos sintamos involucrados y convocados a avanzar en eso desde donde estemos.
-¿Tienen ustedes como Agencia alguna mirada sobre cómo debiera garantizarse en la Constitución el derecho a la educación?
-Yo creo que el reconocimiento de la infancia es parte de lo que también va a estar en la Constitución. Creo que el derecho a la educación debiera estar garantizado. Pero uno debería pensar que no basta con el acceso, sino que hay que generar condiciones para un desarrollo pleno de los niños y jóvenes. Creo que es urgente hacer un marco en que el país declare en su Carta Fundamental que esto es central y que tiene que ver con la dignidad de quienes lo habitan.
-Algo mucho más amplio que el derecho de los padres de elegir un proyecto educativo para sus hijos.
-Es que el elegir no vela por el derecho a calidad. Por eso creo que la discusión se da en el marco de los derechos de la infancia y las juventudes. Me parece que el país entero tiene que hacerse cargo de entregar las condiciones para que, independientemente del contexto en que se encuentre, una niña o un niño, un niñe, pueda desarrollarse a plenitud. Aquí no hay niños vulnerables, hay infancias que son objeto de vulneración de sus derechos. Yo no elijo estar en esa situación. Entonces, ¿quién está a cargo o cuál es el marco que me protege? ¿Quién le ayuda a mi familia a no estar en esa condición? Esa es la pregunta. La ley de aseguramiento de la calidad va hacia allá, que independientemente de dónde me encuentre, de mi origen, de la zona geográfica en la que estoy, de mi contexto familiar, que en todos los lugares de Chile pueda encontrar una escuela que pueda incorporarme y en la cual tenga la tranquilidad de que voy a aprender no lo mismo que los demás, pero sí lo que el Estado y el sistema educacional chileno garantiza a cualquier niño o joven que asista a un aula de nuestro país.
-Ya estamos en plena campaña presidencial. ¿En qué les pediría a los candidatos que pusieran el foco en educación?
-Les pediría que nos hiciéramos cargo de que hubo una pandemia. Si uno comienza a hablar de todo lo que les falta los estudiantes, se empiezan a relacionar con ellos como si fueran personas carenciadas y yo no creo que sea así. Dadas todas las carencias y brechas existentes se puede caer en la tentación de hablar sólo de lo que nos falta. Me gustaría que el Estado se comprometa y genere condiciones para una conversación sobre esto. Requerimos renovar un relato común en relación a la educación pública y hacer de eso una construcción de futuro que nos convoque y que nos haga que, con diferencias por cierto, todas las personas que son parte del sistema escolar y la sociedad podamos tener un entendimiento y aunar nuestros es esfuerzos, reconociendo las diferencias que pueda haber.
"El derecho a educarse y a aprender no es necesariamente prerrogativa de un sistema educativo, sino que también tiene que ver con las redes y otros espacios de apoyo social".