Bajas temperaturas y humedad afectan la salud de las mascotas
En los perros, al igual que en sus dueños, las bajas temperaturas, la alta humedad y la reducción de la actividad física impactan en su salud. Los efectos negativos varían según raza, edad y tamaño del animal.
Con las temperaturas invernales, no solo las personas se enferman, también los perros. Eso, porque tanto el frío como las lluvias tienen en los canes consecuencias similares a las que sufren los humanos: afectan de manera negativa su estado de ánimo, reducen su actividad física y, con ello, aumentan de peso, entre otros aspectos.
Por lo anterior, en invierno "son más comunes las patologías respiratorias principalmente en perros seniors, es decir, sobre los 7 u 8 años de vida. Éstos pueden presentar dolores articulares y dificultad para caminar debido a la presencia de enfermedades osteoarticulares", explicó Patricio Guzmán Labraña, miembro del equipo de médicos veterinarios de animales de compañía del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad San Sebastián.
En este contexto, el médico veterinario recomendó mantener las vacunas al día. "Es necesario proteger a los perros contra la hepatitis infecciosa canina, distemper, parvovirus canino y de la rabia. De forma opcional, pueden ser inoculados contra la bordetella bronchiseptica y el virus de la parainfluenza canina, las que son causantes de la traqueobronquitis infecciosa canina (tos de las perreras), patología muy contagiosa y que se caracteriza por la presencia de tos, secreciones oculares y nasales", detalló Guzmán.
Para prevenir la 'tos de las perreras', el también magíster en Medicina y Cirugía de Animales de Compañía precisó que la inoculación se debe aplicar en perros que presentan patologías crónicas respiratorias como bronquitis, colapso traqueal, parálisis laríngea y patologías cardiacas que conduzcan a insuficiencia cardiaca congestiva.
RAZAS Y TIPOS DE CUIDADO
Respecto a las razas, sí influyen en la manera de sobrellevar las bajas temperaturas. "Las nórdicas o aquellas provenientes del hemisferio norte (Husky, Siberiano, San Bernardo y Samoyedo) se encuentran más adaptadas al frío. Mientras que los perros más susceptibles a que su sistema de termorregulación sea sobrepasado y, por tanto, puedan enfermar, son los cachorros, perros viejos o de pelaje corto (Fox Terrier o Chihuahua)", dijo Guzmán.
Por otra parte, se debe considerar si la mascota vive dentro o fuera de la casa. "Las que conviven con nosotros no requieren mayores cuidados. En estos perros, sí es necesario mantener una rutina de paseos y ejercicios a pesar del frío y la lluvia. Por ejemplo, debemos pasearlos las horas más templadas (alrededor del mediodía) y, si es necesario, podemos abrigarlos. Si al regresar del paseo el pelaje está mojado, es importante secarlo y cepillarlo, ya que eso evitará que permanezca húmedo, genere mal olor y se formen nudos en él", afirmó el especialista.
En el caso de los canes que viven en el patio, es fundamental que cuenten con una casa que los proteja de la lluvia, el viento y siempre mantenerlos secos y abrigados. "La casa del perro debe ser de un material que permita una aislación térmica y estar elevada con respecto al suelo para poder mantener el calor generado por la mascota de forma natural. Asimismo, es importante que la ropa de cama que utilice se encuentre siempre limpia y seca", puntualizó el médico veterinario.
ALIMENTACIÓN
En relación con la alimentación, ésta no debe ser descuidada por el dueño y debe ser acorde a la etapa de desarrollo del perro (cachorro, adulto o senior). En esa misma línea, el académico USS enfatizó en que no debe ser modificada, a diferencia de los humanos, quienes consumimos alimentos más calóricos y calientes en esta época del año.
También Patricio Guzmán llamó a los dueños a prestar atención a la cantidad de alimento que el perro consume diariamente, "ya que durante el invierno suele disminuir la actividad física, como los paseos, lo que provoca sobrepeso", expresó.
Por último, aconsejó monitorear la cantidad de agua que bebe la mascota durante el día, particularmente en los perros viejos, quienes son más susceptibles ante las bajas temperaturas.