Por Nicolás Álvarez Arrau

Según el ministro del Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero, los énfasis para alcanzar una recuperación económica efectiva tienen que ver con dos aspectos: liberar cada vez más actividades como el comercio, el turismo, la construcción y las industrias manufactureras -sin descuidar los protocolos sanitarios- y sumar programas de inversión pública y privada, en conjunto a las ayudas entregadas por el Estado.

En su última visita a la Región del Biobío, Melero abordó la nueva etapa a la que se aprestan el país y la zona de seguir aminorándose los niveles de contagio. Dentro de todo el trabajo que falta por efectuar, dijo, también hay otra variable que vale la pena considerar, como la digitalización de las actividades laborales.

-¿Qué rol cree que jugará este elemento en el proceso que se avecina?

-En más de un año la evaluación del teletrabajo es positiva, aunque hay que mejorar algunos aspectos regulatorios, como es la obligación de los empleadores de facilitar y financiar los elementos necesarios para que el trabajo se haga a distancia y la promoción de los grupos más rezagados, es decir, mujeres, jóvenes y adultos mayores.

-¿Cabe en este nuevo escenario una reducción de la jornada laboral?

-No es la oportunidad para llevar adelante una disminución de la jornada en el Chile de hoy. El énfasis tiene que estar en recuperar empleos, pero estamos abiertos y el Gobierno comparte la visión general de que, gradualmente, se debe ir a una reducción.

-¿Cuándo es el momento?

-En tiempos normales se pueden pensar reducciones de jornadas en cinco años y de forma progresiva. Esto tiene que ir de la mano del mejoramiento de la productividad y de la adaptabilidad.

-Si bien Biobío ha mejorado sus indicadores de ocupación, la encuesta Casen 2020 mostró que acá la pobreza subió a 13,2%. ¿Cómo el Gobierno busca hacerse cargo de este problema?

-La Casen expresó un retroceso que, estimamos, es del orden de cinco años respecto a la situación de pobreza. Ese es un desafío mayor y por eso nuestra política es una política que ve al empleo como una de las formas más eficientes para salir de la condición de pobreza. En la medida en que los hogares hay uno o más ingresos, se generan de inmediato condiciones para superar esto. Los subsidios también han sido un mecanismo efectivo que está llegando a 15 millones de chilenos.

-¿Y cómo se combate la informalidad asociada a nuevos empleos? La recuperación local ha estado marcada por esta situación.

-Tenemos dos subsidios que han ido en esa dirección. También es muy importante la reapertura de la economía.

COMISIÓN DE RECUPERACIÓN

En virtud de los efectos de la pandemia, el Gobierno decidió crear hace unas semanas una comisión de expertos con foco en la recuperación de empleos. La idea es que las propuestas que se trabajen mancomunadamente con Hacienda, Trabajo y Economía sean entregadas a fines de agosto, aunque el Presidente Sebastián Piñera solicitó recientemente mayor celeridad a los miembros de este equipo.

-¿Cómo se verán representadas las regiones en esta comisión? Los dirigentes pertenecen a organismos de carácter nacional y los expertos son de universidades capitalinas...

-Hay dirigentes de organismos que tienen representación en todas las regiones del país. Desde luego, nosotros vamos a recibir todas las propuestas a través de los secretarios regionales ministeriales. La participación de los tres ministerios tiene también un carácter nacional y no solamente regional. Biobío fue la primera región que se visitó tras la creación de esta comisión.

-¿No cree que a veces es bueno dar una señal a las regiones incorporando a algún actor que esté directamente involucrado en los territorios?

-Sin duda. Siempre las opiniones del mundo regional son bien recibidas. Eso sí, es muy difícil armar una mesa con representantes de todas las regiones del país. Para eso están los secretarios ministeriales, que tendrán la misión de recibir esas visiones. Además, nosotros estamos haciendo dos visitas mensuales a regiones, de tal manera que no se excluya a nadie y estén todos convocados.

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) del Biobío presentó SIPEC móvil, herramienta que permitirá a los productores y ganaderos interactuar con el Programa de Trazabilidad Animal SAG, a través de sus dispositivos móviles. Así, por ejemplo, los usuarios que tengan clave para operar en el sistema podrán administrar la información de sus animales desde celulares o tablets.

La aplicación posibilitará en una primera etapa emitir el Formulario de Movimiento Animal (FMA) para la especie bovina, que corresponde al documento oficial que se requiere para trasladar animales de un lugar a otro. La iniciativa ya fue probada de forma exitosa en la Región de Los Lagos.

APOYO AL SECTOR

"El propósito es apoyar al sector ganadero en la gestión productiva de sus animales y para eso la tecnología es una aliada fundamental. Por eso en el SAG impulsamos esta herramienta que facilita el ingreso de información a nuestro sistema de trazabilidad, considerando que el celular ahora es parte de la vida diaria de todos", explicó el director nacional del organismo, Horacio Bórquez.

El delegado (s) presidencial provincial de Biobío y seremi de Agricultura, Francisco Lagos, valoró la implementación del nuevo instrumento, "que va en la línea de la Política Nacional de Desarrollo Rural que impulsa el Ministerio de Agricultura y que busca mejorar la calidad de vida de las personas en zonas rurales, promoviendo su bienestar pese a la lejanía y a las dificultades geográficas".

Iván Ramírez, director regional del SAG, agregó que los productores ganaderos tendrán la oportunidad de gestionar los movimientos de sus animales sin que estén conectados a internet. "En la práctica, el aparato móvil podrá emitir un FMA en formato digital en el mismo predio para amparar el traslado del ganado, cumpliendo así con las normativas vigentes", dijo.

El SAG anunció que ya se está trabajando para sumar otras funcionalidades, como el registro de aplicación de Dispositivos de Identificación Individual Oficial (DIIOS) o la Declaración de Existencia Animal (DEA). Para acceder solo hay que digitar sipecmovil.sag.gob.cl en cualquier navegador en el teléfono móvil.

Las áreas de operación y de apoyo en las empresas sectoriales de la región y, por cierto, del país, se han visto perjudicadas directa e indirectamente por los efectos del Covid-19 en los procesos logísticos nacionales e internacionales. Esto se plasma en la disminución de la disponibilidad de insumos productivos y esenciales para los procesos al interior de las compañías, como es el caso del abastecimiento de las unidades de mantenimiento.

Lo anterior se refleja en la baja disponibilidad de aquellos elementos que permiten el desarrollo de diferentes actividades, como lo son partes, piezas, repuestos o accesorios. Tan complejo es el escenario que si hoy, por ejemplo, su estufa (independiente de la marca y el combustible) falla, el servicio técnico pudiese demorar entre tres y cuatro semanas, entre la compra y recepción de los repuestos, la ejecución de la reparación y las pruebas de calidad y la posterior entrega. Entonces ¿qué hacemos frente a esta situación?, ¿esperamos o buscamos un producto nuevo para no pesar frío?

Esta decisión también está condicionada a la disponibilidad de equipos nuevos, por lo cual, el resultado final de las decisiones dependerá de los procesos logísticos asociados.

El escenario que se prevé no es del todo alentador, ya que, según las últimas publicaciones de la revista Mundo Marítimo la situación en los próximos doce meses se vislumbra con la misma tendencia, es decir, tarifas de fletes internacionales al alza, debido a la escasez de contenedores y sobreventa de espacios en las naves para su transporte, así como también altas demandas de productos desde los mercados del bloque asiático y europeo. Eso ha desencadenado cuellos de botella en terminales como los de Shanghái (China), Róterdam (Países Bajos) y Los Ángeles y Long Beach (California), generando incertidumbre en la fiabilidad de los horarios (tracking) y la capacidad en el mar debido a las largas esperas para descargar y cargar los bienes.

La situación anterior provoca que las fechas previstas de llegada de los bienes a nuestro país se desplacen hasta por cuatro semanas, lo que ha obligado a muchas compañías a comprar menos volúmenes y a traerlos vía aérea, con los consiguientes costos asociados.

Entonces, ¿qué hacen las empresas para disminuir las variabilidades externas frente a esta situación? Lo mismo que hacemos todos frente a situaciones similares, activar el "plan B", el cual a estas alturas estará ya en "plan Y". Consiste en activar los mecanismos de confiabilidad o respaldo para dar continuidad a los servicios, procesos, demandas o satisfacciones de necesidades al interior de los hogares. En el caso de la falla de la estufa, nos pasamos a un calefactor eléctrico de mayor consumo y menor capacidad, mientras se adquiere uno nuevo o se repara el original. Para las empresas ocurre lo mismo y esto se mide en la confiabilidad del sistema, el cual puede ser más o menos confiable, según sus unidades de soporte o backup existentes.

En conclusión, ¿la pandemia ha afectado a los procesos de apoyo en las empresas, como lo es el área de mantenimiento? La respuesta es sí, pero también ha generado oportunidades para mejorar los actuales procesos y, por cierto, acuñar términos como mejora continua, excelencia operacional y control de gestión de una forma nunca vista.

Marcelo Gutiérrez

y Caroll Francesconi

Académicos Advance Facultad de Ingeniería y Tecnología USS