Poda de árboles para proteger la red eléctrica
Entre las labores que se deben efectuar en terreno cada invierno para mantener la seguridad de las redes eléctricas y el alumbrado público, se encuentra la poda de árboles, cuyo objetivo es evitar que las ramas caigan sobre las líneas de energía. Con relativa frecuencia, los lectores plantean en cartas o fotografías, los problemas que se generan con especies que alcanzan grandes dimensiones y cuyos ganchos interactúan con el tendido, o bien las frondosas ramas neutralizan la efectividad de las luminarias.
Hace unos días, el director regional de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), Manuel Cartagena, encabezó una fiscalización a trabajos de poda y despeje de líneas que la empresa CGE realiza en Concepción, para evitar cortes de luz en invierno. Hay que considerar que nuestra Región del Biobío se caracteriza por tener un invierno crudo, con lluvia y fuertes vientos y que en esos temporales siempre ocurren caída de árboles y ramas, con el peligro que esto significa para los transeúntes y conductores. También si las ramas están muy cercanas a las redes eléctricas, se generan accidentes que derivan en la interrupción del servicio. Asimismo, la abundancia de hojas obstruye los desagües en las calles.
De ahí la importancia de que estos trabajos de prevención se realizan en forma periódica para evitar males mayores. En este caso, la fiscalización se efectuó en la calle Manuel Gutiérrez con Ainavillo, para ver que las obras cumplieran con los estándares indicados en la normativa y con los planes de invierno que mantiene la empresa distribuidora de energía, con el fin de que los usuarios cuenten con un suministro eléctrico continuo y seguro.
Las autoridades de la SEC han señalado que las concesionarias del servicio en cada ciudad tienen la obligación de tomar todas las medidas necesarias, para cumplir con los parámetros de continuidad del suministro, incluyendo la poda y despeje de árboles y ramas en las líneas eléctricas, así como también deben garantizar las medidas comerciales, como la atención a los usuarios, reforzamiento de canales de atención. Y ante alguna alerta temprana o preventiva de Onemi, se deben activar los planes de contingencia que sean necesarios.
Las empresas realizan fuertes inversiones en una tarea continua de mejoramiento de calidad del servicio, manejo de la vegetación, refuerzo y renovación de postes, líneas, trasformadores y subestaciones. El manejo de la vegetación en una zona de alta pluviometría como la nuestra, y donde muchas veces se desconocen o no se respetan las restricciones para efectuar plantaciones dentro de las franjas de seguridad de las líneas eléctricas, es un desafío permanente para todos los actores involucrados, como municipios, dueños de predios particulares, y las compañías distribuidoras de electricidad. Más complicado es aun cuando los árboles ornamentales en las ciudades se plantan al lado de los postes del alumbrado público y sus follajes tapan las luminarias, por lo que no se aprovecha en su totalidad la capacidad lumínica, generándose zonas oscuras que son un riesgo de asalto para los transeúntes.
De acuerdo con información de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, los planes de invierno tuvieron un aumento a nivel nacional, al comparar los 931 de este año, con los 845 desarrollados el año pasado. En cuanto a destinación de recursos, también se produjo un incremento, pues para este invierno 2021 se comprometieron 11.407 millones de pesos, respecto de los 9.041 millones invertidos durante el invierno pasado. En la región la inversión anual es superior a los de 600 millones de pesos.
Por ello, son importantes los operativos de invierno y la eliminación de riesgos potenciales que hacen los municipios, empresas concesionarias y servicios públicos, especialmente previo a la temporada de lluvias, para evitar que se produzcan emergencias como interrupciones del servicio.
La SEC ha fiscalizado trabajos de poda y despeje de líneas que realiza CGE en Concepción, para evitar cortes de luz. Nuestra Región del Biobío se caracteriza por tener un invierno crudo, con lluvia y fuertes vientos y que en esos temporales ocurren caídas de árboles y desprendimientos de ramas.