La crisis que una nueva institución busca resolver
El 1 de octubre entra en vigencia Mejor Niñez y tanto desde la Defensoría como de la Asociación de Funcionarios ven difícil -en la situación actual- que se terminen los casos de maltratos y abusos. Estas denuncias han hecho que hayan existido cuatro directores en un año, entre subrogantes y titulares.
Por Lesly Zurita Arriagada / lesly.zurita@diarioelsur.cl
Elena Schulz alcanzó a cumplir dos meses como directora regional del Servicio Nacional de Menores (Sename) del Biobío, antes de ser removida del puesto. Y en tres años, ya son cuatro las personas que se han hecho cargo -ya sea de forma titular o subrogante- del servicio a nivel local. La causa de las salidas son los casos de maltrato y abusos sexuales a niños que están en residencias que se han hecho públicos y que pese a las medidas que se han implementado -la remoción de los directivos, entre ellas- no ha sido suficiente para que no sigan ocurriendo.
El hogar Tupahue, ubicado en la comuna de Hualpén y dependiente de la Protectora de la Infancia, es el lugar donde ocurrieron los últimos hechos: dos niñas denunciaron haber sido víctimas de maltrato y abusos por parte de funcionarios del recinto que fueron desvinculados. Pero no era primera vez que se conocían denuncias de este tipo: en septiembre del año pasado un padre grabó imágenes de maltrato en el mismo recinto.
Y pese a que el caso de más connotación es el del hogar Nido, que posteriormente fue clausurado, por incluso tener denuncias sobre adopciones ilegales, hay residencias, como el Hogar Carlos Macera de Talcahuano, que el igual que Tupahue, presentan más de una denuncia por vulneración de derechos a los niños internos. Todos tienen algo en común: dependen de un organismo colaborador del Sename, por ende, los funcionarios no dependen directamente del servicio.
Esta seguidilla de casos, sumado al cambio constante de directivos locales, se enfrenta ahora con que desde el 1 de octubre comienza a funcionar el Servicio Mejor Niñez, que vendría a reemplazar al Sename. Sin embargo, tanto desde la Defensoría de la Niñez, como desde la Asociación de Funcionarios del Sename, ven difícil un cambio real para evitar que estos hechos sigan repitiéndose.
DIRECTIVA ITINERANTE
Un año y dos meses alcanzó a estar Ximena Morgan en la dirección regional del Sename. Era la primera que llegaba al cargo vía Alta Dirección Pública, después de un año vacante del puesto y Elena Schulz, si bien arribó como subrogante en diciembre, fue confirmada en el puesto apenas en abril.
Alejandro Núñez, dirigente nacional de la Asociación de Trabajadores del Sename (Antrasi) y funcionario del CIP-CRC de Coronel cree que "evidentemente el cambio en los nombres de los directores del servicio, repercute en todo el Sename. Y esto tiene que ver con este gobierno y con anteriores, lo ven como un espacio de instalación política de autoridades que desconocen lo que el servicio hace, se instala gente depende el color político que corresponda".
Para Núñez, lo más grave es que se esté en pleno proceso de instalación de un servicio (Mejor Niñez) "sin autoridades regionales empoderadas en el cargo, eso nos complica". Esto, porque tras la salida de Schulz se nominó a Claudia de La Hoz, quien dirige el servicio en La Araucanía, como subrogante en el Biobío. Ella también subrogó el Sename a nivel nacional.
Patricia Muñoz, defensora de la Niñez, reconoce que le preocupa la situación de la Región del Biobío y, por lo mismo ha sido querellante en los tres casos conocidos en el último año (Nido, Macera y Tupahue).
"Obviamente la falta de una estructura clara y de una definición de autoridad que provoque cambios severos y estrictos para que la institucionalidad funcione bien, tiene un impacto. Ahí uno esperaría que desde el nivel central hubiera un soporte técnico y una supervisión muy aguda de lo que pasa en Sename Biobío, porque son episodios que se van reproduciendo en el tiempo y que, en definitiva, no sacamos nada en anunciar comunicacionalmente que se produce la destitución o que se genera una subrogancia o una intervención, si luego no hay una definición que provoque los cambios que se necesitan", insiste la defensora.
Recalca que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ordenó una intervención del Sename Biobío y ella solicitó el informe para saber en qué situación quedó y qué medidas se instalaron. "En el caso Tupahue, vuelve a develarse que, a pesar de que existía un conocimiento previo de la directora, no actúa conforme a lo que se espera. Entonces, es un tema complejo donde uno no observa que haya una comprensión de parte del servicio, en términos de la responsabilidad que les cabe para que estos hechos no ocurran", indica Muñoz.
Sobre este punto, desde la Dirección Regional de Sename Biobío precisaron que en junio del año pasado se elaboró un plan de trabajo con el Ministerio de Justicia. "Este plan de trabajo tiene cinco pilares: acciones ante eventuales vulneraciones al interior de residencias, abordaje de situaciones de salud mental de niños, niñas y adolescentes en residencias, supervisión de organismos colaboradores, manejo de la pandemia covid-19, y monitoreo a la implementación de Residencias Familiares administradas por Sename", señalaron por escrito.
Agregaron que "parte de los avances se relacionan con el aumento de las capacitaciones y las mejoras de los equipos de los organismos colaboradores, especialmente de los trabajadores que atienden directamente a los niños. Por ejemplo, en el hogar Carlos Macera de Talcahuano se contrataron técnicos de nivel superior en ámbitos como salud y educación".
LOS COLABORADORES
En una entrevista realizada en marzo pasado, la coordinadora regional del Programa Mi Abogado, Paola Bustamante, comentó que en el Hogar Carlos Macera "en septiembre pesquisamos un delito de estupro, una cuidadora mantenía una relación sentimental con un chico de Sename y lo que se informó en ese momento era que ella estaba embarazada. Eso fue denunciado y terminó con todos los profesionales desvinculados del Carlos Macera, muchos de los cuales sabían de esta relación".
Agregó que "los profesionales que estaban en el momento en que llegan Carabineros (donde dos adolescentes terminan con lesiones), no manejaban las historias de los niños, muchos no tienen las capacidades técnicas, la mitad está con licencia, no hay interés o hay un desgaste. Hay que reconocer que para trabajar en una residencia con niños polivictimizados se requiere una capacitación permanente y eso está al debe".
Respecto a estos recintos colaboradores, que concentran las denuncias, Muñoz dice que "nosotros hemos pedido en varias ocasiones que se ponga término a los contratos y a los convenios con organismos colaboradores que -desde nuestra perspectiva- no resguardan lso derechos de los niños. Esas peticiones no siempre son acogidas por el Sename y, por lo tanto, desde ahí hay efectivamente una necesidad de avanzar en esa materia".
¿Cómo enfrenta Sename las falencias que detecta en un organismo colaborador? "El servicio solicita al tribunal de familia respectivo la administración provisoria del recinto, con lo cual ese hogar queda a cargo directo del servicio, con el fin de subsanar las deficiencias o determinar si debe cerrarse definitivamente. Esta administración provisoria es la que actualmente funciona en el caso del hogar Carlos Macera y fue solicitada en el caso del hogar Tupahue", precisaron desde la dirección regional del servicio.
Añadieron que "en cuanto a los presuntos hechos vulneratorios que puedan afectar a niños, niñas y adolescentes en las residencias, cada vez que se detectan situaciones que eventualmente pueden ser delitos se realiza una denuncia al Ministerio Público, para que esa institución determine si se realiza una investigación de tipo penal. Junto con ello, en los casos más graves, Sename presenta una querella contra los responsables de esos presuntos delitos. Ambas acciones, denuncia y querella, se hicieron en el caso del hogar Tupahue, perteneciente a un organismo colaborador. Además, frente a este tipo de hechos se toman medidas administrativas, tales como sumarios o la desvinculación de funcionarios, lo que puede incluir a los directores regionales".
El dirigente de los funcionarios cree que el rol de los privados era un tema que se debía modificar en la creación del nuevo servicio, pero no ocurrió. "Era un tema prioritario y nada cambió, el nuevo servicio tiene un poco más de control, pero es más de lo mismo, sin fiscalización real a los privados, que finalmente se llevan gran parte del presupuesto, es un negocio que les conviene", opina.
¿MEJOR SERVICIO?
El 1 de octubre queda atrás el Sename y entra en funcionamiento Mejor Niñez, y la preocupación de la defensora de la Niñez es que no sigan repitiéndose los hechos de vulneración hacia niños. Muñoz puntualiza que "es una expectativa ciudadana la que se ha generado de que se pone fin al Sename, pero se crea una inquietud cuando uno observa que se produce un traspaso de funcionarios, cuando hemos abordado que esto se haga con exigencias técnicas, en términos de perfiles y que los maltratos a niños, niñas y adolescentes no pueden ser traspasados a esta nueva institucionalidad".
La defensora asegura que se necesita una formación continua a los trabajadores de residencias. "No puede ser que cualquier persona, sin conocimiento, sin competencias, aborde la situación de niños vulnerados en sus derechos y eso es lo que ocurre en el Sename", precisa Patricia Muñoz.
Alejandro Núñez considera que no será mejor que el actual y que "aquí hay tremendas dudas de lo que se está creando, por ejemplo, hay un tema de salud mental que nadie se hace cargo. No hay una varita mágica. Nosotros que trabajamos con la infancia vulnerada sabemos que estos temas no van a terminar mañana".