Prevención de emergencias por las lluvias
El sistema frontal que desde la noche del domingo afectó a la Región del Biobío dejó como consecuencias las inundaciones de calles y poblaciones que habitualmente colapsan por las lluvias, deslizamientos de lodo y piedras, interrupción del suministro eléctrico y damnificados especialmente en Lota y Lebu.
La Onemi declaró alerta temprana preventiva durante esos días. En Concepción, se anegaron algunas casas en la Villa San Francisco, por el desborde de un canal, así como en Biobío el rebalse del río Duqueco cortó el camino entre Quilleco y Santa Bárbara.
Una falla de la línea de transmisión eléctrica dejó la noche del lunes sin energía a más de 160 mil hogares del Gran Concepción y parte de Arauco. La Compañía General de Electricidad tuvo que desplegar sus brigadas para reponer el servicio en comunas como Concepción, Coronel, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Tomé, mientras la Dirección Regional de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles ha confirmado que inició una investigación para establecer eventuales responsabilidades y sanciones, si se confirman faltas a la normativa.
No es algo nuevo que en nuestra zona caigan abundantes lluvias durante la temporada de otoño e invierno, pero el frente de los últimos días ha dejado al descubierto nuevamente nuestras falencias. Hay que considerar que este fue el primero del otoño, y que esto exige acentuar los trabajos previos a la llegada del invierno, que en nuestra Región suele ser riguroso. En estas ocasiones, la abundancia de hojas obstruye los desagües en las calles, y la caída de ramas o árboles cortan las redes de energía. Se dice con frecuencia que las ciudades deben aprender a convivir con el nivel de las precipitaciones, sus ríos, esteros y canales, y eso implica mantener expeditos los cauces y colectores. Por ello, son importantes los operativos de invierno y la eliminación de riesgos potenciales que deben hacer los municipios y los distintos servicios públicos. Pero éstos deben realizarse previo a la temporada de lluvias, sin esperar que se produzcan las emergencias para reaccionar, y luego se deben hacer las mantenciones necesarias.
Junto con la labor que le corresponde a los servicios públicos en la limpieza de ríos y canales, así como rejillas de aguas lluvia en las ciudades, es necesario también que la ciudadanía entienda que en cada hogar deben realizar una operación invierno, para limpiar sus canaletas y desagües con el fin de evitar que cada año haya que lamentar que la lluvia y el viento generen problemas que eran predecibles. Y quienes viven en las márgenes de ríos y esteros también deben tomar conciencia de que no deben lanzar basuras, desperdicios ni escombros a los cauces, porque serán ellos los primeros damnificados al momento de la crecida.
Las empresas y servicios deben desarrollar planes de invierno, con todas las medidas necesarias para evitar cortes de suministro, ya que en un escenario como el actual, donde el llamado es reducir la movilidad, es importante que los usuarios cuenten con un suministro eléctrico que les permita seguir conectados a sus trabajos, a sus clases a distancia, y a la vez poder calefaccionar sus hogares. También deben poner a disposición de los usuarios los canales de atención e información para estos casos de emergencia.
Nuestros lectores señalan en cartas su preocupación debido a que no se realiza con oportunidad la recolección de hojas en otoño, por lo que éstas se acumulan y tapan los sumideros de aguas lluvia. Incluso algunos se encuentran tapados no sólo ahora, sino que por mucho tiempo y se congestionan por incapacidad para absorber el flujo de precipitaciones. Asimismo, es posible ver que en algunos sectores los árboles alcanzan grandes dimensiones y se mezclan con las redes de electricidad. Residentes, peatones y automovilistas enfrentan estos problemas de calles anegadas por falta de manejo preventivo, por lo que es necesario realizar en forma oportuna los trabajos de limpieza en esos lugares, así como en riberas y esteros.
No es algo nuevo que en nuestra zona caigan abundantes lluvias en otoño e invierno, pero el frente de los últimos días ha dejado cuantiosos daños. Hay que considerar que este fue el primero del otoño, y que esto exige acentuar los trabajos previos a la llegada del invierno, que en nuestra Región suele ser riguroso.