La compañía chilena de telecomunicaciones Mundo, de origen regional y con 27 años de trayectoria, sigue alcanzando hitos en su compromiso con la inclusión digital. Con una oferta al alcance de todos, dio un salto cuantitativo en los últimos dos años, pasando en plena pandemia de 272 mil al medio millón de usuarios.

Enrique Coulembier, CEO de la compañía, afirma que esto "ha sido posible gracias a nuestra insistencia por llegar a lugares relegados en materia de conectividad". "Estamos muy contentos de poder alcanzar esta meta y seguiremos trabajando con un solo objetivo: la inclusión, la cual debe ser un derecho y no un privilegio; Internet es sinónimo de oportunidades y en ese sentido, maximizamos los esfuerzos por democratizar su uso llegando donde otros no llegan", enfatiza.

Asimismo, comenta que "somos una alternativa acorde para aquellas familias con bajos ingresos porque tenemos los precios más bajos del mercado". Además, "destacamos por la calidad de nuestros servicios, pues fuimos los primeros en ofrecer 1.000 megas, la velocidad más rápida de Chile", argumenta.

La compañía de telecomunicaciones se posiciona en la industria como una de las que más fibra óptica ha extendido en Chile, con un 23,9% de participación de mercado, alcanzando más de 2.4 millones de hogares potenciales. Para este 2021, espera tener conectadas a 670 mil familias y llegar a los 3 millones potenciales. "La pandemia generó en la gente una necesidad imperante de estar conectados y el consumo de datos creció en un 40% por persona el año pasado, lo que implica que todas las actividades cotidianas se están realizando en el hogar, por lo que contar con Internet es sencillamente fundamental", agrega el CEO.

Hoy Mundo está presente en 145 comunas de ocho regiones, entre Valparaíso y Los Ríos y de acuerdo al último reporte Subtel, el 50% de las nuevas conexiones a Internet fijo en 2020 las aportó Mundo.

Colegios y emprendedores

Por su parte, el gerente de Mercado Empresas de la compañía, Rodrigo Velásquez, da cuenta de cómo la pandemia aceleró la necesidad de transformación digital en diversas empresas y emprendimientos, incluyendo escuelas. "Pese a que el escenario era desconocido al inicio de la pandemia, tanto emprendedores, sostenedores de colegios e incluso, grandes empresas, debieron poner en la balanza que la conectividad y distintas soluciones para dar continuidad a su rubro era clave, un gasto o ítem imposible de abandonar", enfatiza.

Revela que las escuelas son un nicho muy particular, "tanto las de fundaciones, corporaciones y municipales presentaron la necesidad de conectarse al servicio de Internet como algo básico; sin embargo, en el camino, esto se amplió a un modelo más integral con servicios de consultoría y ciberseguridad", explica. "En nuestro país acortar la brecha digital en los colegios ya no guarda relación únicamente con instalar internet en una sala de computación; hoy es una necesidad que traspasa este requerimiento puntual e incluye Internet por fibra óptica, protección de datos, seguridad perimetral y control de contenidos o información a la que acceden los alumnos y profesores. En definitiva, somos un partner en educar a la comunidad en cómo utilizar correctamente y de mejor manera el servicio", destaca.

Lo anterior implica un despliegue complejo en algunos casos, donde al tratarse de zonas apartadas "un cableado interno requiere de infraestructura a la altura, mayor ingeniería y montaje, etapas donde nosotros como compañía hemos debido resolver e incluso, asumir algunos costos", sostiene Velásquez, pues "cada vez se vuelve una necesidad de conectividad más sofisticada y exigente, dado que hoy se trata de resolver un Internet de buena calidad, habilitación de salas de clases mixtas, para la presencialidad y también para la educación remota", argumenta.

En este año de contingencia sanitaria, la compañía ha conectado a cerca de 120 colegios entre Valparaíso y La Araucanía, cada uno con sus diferentes complejidades. "Nuestro espíritu de estar donde otros actores no llegan, nos hace perseverar en zonas rurales donde es doblemente más complicado resolver una buena implementación de conectividad, como por ejemplo, Hualañé, Romeral, Licantén, San Javier y San Clemente, lugares donde incluso algunas personas nunca habían tenido acceso a la fibra óptica", relata.

Indudablemente, la pandemia evidenció aún más el cambio tecnológico que se venía dando pero esto obligó a cambiar la forma de trabajar y "todos hoy somos conscientes de que esto persistirá", asegura. En cuanto a empresas, el ejecutivo cuenta que han sido unas 10 mil las nuevas conectadas, en distintos requerimientos y sectores productivos. "Hablamos de emprendedores, pequeñas empresas y también grandes empresas que han debido acudir a mayor capacidad o bien, derechamente considerar el Internet como un aliado esencial para subsistir", explica.

Con la crisis las empresas debieron intentar disminuir costos fijos para su estructura de gastos, y por ello, Velásquez afirma que "debimos estar con la solución y oferta más económica, ayudando hoy a salir adelante a negocios de domicilios, cibercafés y peluquerías", ejemplifica.

Asimismo, la conectividad se amplió a rubros que también dieron paso más allá. "Hoy tenemos empresas de transportes, donde apoyamos con soluciones de IOT (siglas en inglés para Internet de las Cosas), somos un aliado que permite desarrollar de mejor manera su negocio, pues ellos se encargan de su cadena de valor y nosotros como compañía de suplir los eslabones de esa cadena que tengan que ver con servicios móviles, Internet de banda ancha, plataformas de control de flotas, GPS, monitoreo. Todo a través del Internet de las Cosas", resalta.

Así, hoy la compañía revisa con grupos de vecinos, empresarios y municipios cómo contribuir a ofrecer una red de conectividad mucho más robusta y al alcance de todos.