El rol de las encuestas
La elección presidencial en Chile para el período 2022-2026 se realizará el 21 de noviembre de 2021, en conjunto con las elecciones de senadores y diputados, así como las de consejeros regionales. En el caso de ser necesaria una segunda vuelta electoral -si ningún candidato ha obtenido más de la mitad más uno de los votos emitidos-, la definición ocurrirá el 19 de diciembre de 2021. Las primarias presidenciales oficiales, que incluyen la actuación del Servel, fueron reprogramadas y se realizarán el 18 de julio de este año, aunque los partidos pueden realizar primarias internas previas.
Diferentes actores políticos y ciudadanos en general, le han restado credibilidad a las encuestas de opinión pública que realizan varias empresas y que en forma periódica muestran las variaciones en las preferencias por los precandidatos presidenciales que se encuentran en carrera. Hay quienes incluso señalan que estos sondeos son dirigidos y que no reflejan la realidad. Por momentos, parece que estuviera en tela de juicio su real nivel predictivo. Sin embargo, con todas las limitaciones que estos estudios pudieran tener, son un instrumento para auscultar lo que está pasando en la sociedad. Ello es lo que lleva a los medios informativos a hacer un seguimiento de las encuestas.
También es cierto que hay algunos casos emblemáticos que muestran que no se realizaron lecturas adecuadas del sentir de los electores y que al final tuvieron resultados distintos a los esperados. En Inglaterra se pronosticaba hace unos años que el Brexit o salida de Gran Bretaña de la Unión Europea sería derrotado, pero sucedió lo contrario. Asimismo, en la mayoría de las encuestas de la campaña presidencial de Estados Unidos, Donald Trump aparecía como perdedor de la campaña de 2016, pero finalmente triunfó. Las encuestas son herramientas para medir opiniones y percepciones. Se dice que son una fotografía del momento, pero que va cambiando en la medida en que se agregan nuevas situaciones.
Pese a su valor cuantitativo, algunos plantean que las encuestas van más allá de presentar cifras frías y que influyen en la decisión al ejercer el voto, porque muchas personas optan por seguir lo que dice la mayoría. Pese a ser el reflejo de una realidad temporal sobre la tendencia o pensamiento de la sociedad en un tema específico, tienen su peso y en política pueden llegar a convertirse en un insumo relevante para la toma de decisiones.
Eso sí, es preciso que los sondeos se hagan basándose en una muestra representativa que permita conocer la verdadera opinión de las personas, sin llegar a conclusiones erróneas. A veces las encuestas se efectúan en un área específica, pero sus resultados no se pueden extrapolar a todo el país. Por ejemplo, también llama la atención el desconocimiento ciudadano respecto de las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y constituyentes para este sábado y domingo.
Si hoy los principales temas de preocupación de los ciudadanos -según los sondeos- son la delincuencia, con la ola de asaltos y robos, la salud, la corrupción, la educación, las remuneraciones, el empleo, y la pobreza, es porque la ciudadanía estima que no se han abordado y resuelto, y que la agenda probablemente se ha movido más por el área política. El desencanto con el gobierno y la clase política resulta evidente si se considera que en las encuestas hay un alto porcentaje de ciudadanos que "no responden o no saben".
En consecuencia, nadie puede celebrar, sino más bien analizar qué se está haciendo mal y hacia dónde se canalizará la intención de voto de esas personas. Si bien es cierto que preocupa el bajo ranking de aceptación a los políticos y las colectividades partidistas, ello debe ser constatado como una gran oportunidad para que asuman los cambios que de verdad exige la gente en las encuestas y no los que quieren las cúpulas.
Con todas las limitaciones que estos estudios pudieran tener, siguen siendo un buen instrumento para auscultar lo que está pasando en la sociedad. Pero es preciso que los sondeos se hagan basándose en una muestra representativa que permita conocer la verdadera opinión de las personas, sin llegar a conclusiones erróneas.