Comercio local enfrenta un disímil escenario con miras a Día de la Madre
Emprendedores del rubro de las flores o desayunos vislumbran un desempeño positivo. Detallistas dicen que se obtendrán "ventas horribles".
El próximo domingo se celebrará un nuevo Día de la Madre, y tal como en 2020, esta fecha deberá festejarse en medio de la emergencia sanitaria. A causa de este panorama, el comercio local proyecta dispares efectos en relación a sus ventas.
Los emprendedores que se han volcado a las redes sociales, por ejemplo, ya palpan buenos resultados. Advierten que la nueva modalidad a la que se han visto obligados a entrar les permitirá aumentar los niveles de producción, especialmente en atención a que gran parte de la población puede acceder a mecanismos de delivery o reparto a domicilio, fenómeno agudizado por las cuarentenas totales.
Katherine Placencia, dueña de Grato Despertar, emprendimiento dedicado al reparto de desayunos especiales, cuenta que el año pasado, en su primer Día de la Madre, logró producir unos 80 pedidos, cantidad que se duplicará esta semana a raíz de la alta cantidad de solicitudes que recibió en su Instagram en los últimos días.
"Para este año tengo predispuesto el doble de las entregas. De hecho, desde hace un mes que me estoy preparando y comprando los insumos (...) Espero que me vaya mucho mejor", sostiene la emprendedora, quien por medio de un trabajo personalizado busca repartir a las comunas del Gran Concepción paquetes con sándwiches, pasteles, frutas frescas de estación, bombones, jugos o alfajores. Eso, con la ayuda de familiares y una aplicación virtual de envíos.
Desde el rubro de las flores, Karen Vidal, dueña de Naturaflor, floristería ubicada en el sector de Lomas de San Andrés, relata que siempre han tenido la alternativa delivery. Eso sí, explica que a causa de la pandemia este tipo de servicios se profundizó en varios sentidos, situación que mejoró las ventas, a tal punto de que, probablemente, tendrá que dejar de tomar pedidos a contar este miércoles.
La única complejidad, afirma, tiene relación con los desplazamientos. Según la vendedora, las restricciones de movilidad impactaron en el radio de trabajo al que su equipo podía apostar, es decir, si el año anterior llegaron a comunas como Tomé o Coronel, esta vez los productos se entregarán en un área de cobertura más centralizada.
"Con esto de la pandemia nos limitamos un poco hacia dónde despachar, porque es un caos el traslado, los tacos y los controles", dice.
DETALLISTAS EN CRISIS
A diferencia de estas emprendedoras, el comercio detallista de Concepción prevé cifras pésimas para la que consideran "la segunda fecha más importante del año" después de la Navidad. A las complejidades naturales acarreadas producto de la cuarentena, suman el decaimiento de las ventas por delivery que mantiene el 10% de los más de 450 asociados.
Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio penquista, reconoce que para sus socios esta semana traerá "ventas horribles". "Los negocios detallistas ya no están trabajando con delivery porque no sale a cuenta. De hecho, los que estaban haciendo despacho, simplemente, lo dejaron de hacer debido a que no alcanza con ventas de 5%", asegura.
La comerciante lamenta además "la competencia imparcial" con los supermercados o aquellas personas que ofrecen sus productos y servicios a través de redes sociales.
"Tengo una asociada que tiene dos locales y una fábrica de chocolates, pero hoy en día todo el mundo vende chocolates por redes y ella está en la disyuntiva de si cerrar y despedir gente para trabajar informalmente desde la casa. Estamos hablando de una persona que lleva más de 20 años en el comercio", revela.
Los dirigentes de la Cámara enviaron este sábado una carta al ministro de Salud, Enrique Paris, con el objeto de solicitar la apertura de los establecimientos detallistas en cuarentena, a fin de que las personas decidan si necesitan "venir a nuestros negocios o a los supermercados" en el contexto del Día de la Madre.
Dentro de los rubros que más vendían previo a esta celebración en tiempos normales asoman vestuario, calzado, joyería y prestadores de servicios como las peluquerías o los centros de estética. Hoy, son los más afectados.