Conflicto en la atención de salud de Tirúa
El martes último, luego de una semana de paralización, el personal de la atención de salud primaria de la comuna de Tirúa, en la Provincia de Arauco, decidió reanudar su labor tras los avances de la mesa de trabajo formada con la Intendencia y otras autoridades locales, para abordar la inseguridad y precariedad que los afecta en su ejercicio profesional.
El conflicto, desencadenado producto de la agresión y amedrentamiento sufridos por personal del Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) de la localidad de Quidico, luego de un incidente derivado de una toma de viviendas en el sector, es un claro síntoma del impacto del clima de violencia que afecta a la Provincia de Arauco.
A propósito del episodio ocurrido el martes 13 de abril pasado, la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam) emitió un comunicado en el que denunció el ataque a los funcionarios que se encontraban en el turno de urgencia, lo que incluyó agresiones físicas y amenazas "con todo tipo de violentas represalias".
En base a los testimonios de los funcionarios, el gremio alertó que "la sensación de inseguridad es de tal nivel, que los funcionarios de esa comuna se encuentran movilizados, muchos de ellos no volverán a desempeñarse en el recinto, perjudicándose así toda la comunidad de Tirúa".
De acuerdo a los trabajadores, se trata de situaciones que se han repetido el último tiempo en la comuna, lo que ha derivado en una sensación de "indefensión e impunidad". Aquello fue el detonante de la paralización, que incluyó el llamado a las autoridades a proveer de más medidas de seguridad para efectuar su labor en los centros de salud comunal.
Un par de días después fue el Colegio Médico Regional Concepción el que se plegó a denunciar la compleja situación de los profesionales del área, al dar a conocer que habían iniciado el proceso para retirar a los cinco médicos generales de zona que atienden en el Cesfam Isabel Jiménez Riquelme.
El presidente regional de Colegio Médico, Germán Acuña, informó que ante la "vaga respuesta" que habrían entregado las autoridades sobre las medidas de seguridad que se habían comprometido implementar para resguardar la integridad del personal sanitario y del Centro de Salud Familiar de Tirúa, se decidió iniciar el proceso para que los médicos en Etapa de Destinación y Formación -conocidos como generales de zona- fueran retirados de Tirúa y que se les busque otra localización para terminar su etapa de formación.
"Los médicos se quieren ir de Tirúa porque temen por su seguridad. La decisión del Colegio Médico es retirar a los médicos, pero que se vayan aún no es un hecho, porque tenemos que ver los detalles con la Subsecretaría de Redes Asistenciales", sostuvo Acuña.
"No puede ser que ganarse una beca sea arriesgando sus vidas. El Colegio Médico no es una máquina de mártires, tenemos un compromiso público pero no al nivel de sacrificar las vidas de nuestros colegiados. No se puede ir a trabajar sabiendo que te pueden quitar la vida o quemar la casa", agregó el dirigente gremial.
Frente a estas acciones, la semana recién pasada se expresó de forma más clara una respuesta a las demandas, en consideración a que la paralización de una actividad tan importante como la salud primaria -especialmente en tiempos de pandemia- es algo que termina afectando a una comunidad ya fuertemente golpeada por condiciones basales asociadas a pobreza y postergación, así como un clima de violencia que lamentablemente golpea a los más necesitados.
Fue el martes último cuando se comunicó que autoridades regionales y dirigentes de los trabajadores de la salud alcanzaron un acuerdo en el marco de la mesa de trabajo donde se comenzaron a trabajar los puntos planteados por los funcionarios.
Según detalló el intendente de Biobío, Patricio Kuhn, los acuerdos fueron posibles gracias al diálogo y la buena disposición de las partes y que "todas las medidas del petitorio fueron acogidas, y se está trabajando en el corto y mediano plazo, disponiendo los recursos y apoyando para la mayor celeridad en la presentación y gestión de proyectos".
En concreto, se comprometieron medidas para enfrentar los problemas de violencia que afectan a la comuna, con el mejoramiento de la seguridad en los propios centros de salud, a lo que se sumó la suscripción de un convenio con el Servicio de Salud de Arauco para facilitar la derivación a centros de mayor complejidad por vía aérea o marítima en caso de imposibilidad de traslado normal por carretera. Además, se mejorará el traslado de pacientes que requieren diálisis, se agilizará la entrega de vacunas, medicamentos, leche y otros insumos, para reducir los tiempos de espera y se ejecutará un proyecto que dotará a la Dirección de Salud Municipal con una nueva ambulancia y la pronta inauguración del Servicio de Atención de Urgencias de Alta Resolución (SAR).
Afortunadamente, esta vez se logró un acuerdo en torno a una problemática coyuntural, pero aquello no debe ser obstáculo para reconocer que hay un inmenso trabajo de fondo, como es realizar todas las acciones necesarias para recobrar la anhelada paz social en la Provincia de Arauco.
El conflicto, desencadenado luego de la agresión y amedrentamiento sufridos por personal del Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) de la localidad de Quidico, tras un incidente derivado de una toma de viviendas en el sector, es un claro síntoma del impacto del clima de violencia que afecta a la Provincia de Arauco.