Por Redacción

Un informe sobre la percepción que 3.900 trabajadores de 776 empresas del país han tenido de la implementación del teletrabajo, al cumplirse un año de su entrada en vigencia en forma de ley, dio a conocer ayer la Mutual de Seguridad de la CChC y la Subsecretaría del Trabajo.

Los resultados del reporte, si bien muestran que falta camino para que el trabajo remoto logre enraizarse en la cultura laboral del país, también permiten configurar un panorama de la realidad de la adopción masiva de una modalidad que hasta antes de la pandemia era apenas incipiente.

Para hacerse una idea: hacia junio del año pasado -uno de los momentos más complejos de la pandemia-, poco más de 25% del mercado laboral en Chile se desempeñó en modalidad de teletrabajo, cifra que descendió a 22,4% en octubre y que siguió disminuyendo hasta 17,5% en enero pasado, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cuando las medidas de confinamiento se flexibilizaron.

ACTIVIDAD Y GÉNERO

Al margen de aquello, el reporte de la Mutual indica que un 60% de quienes han desarrollado labores en modo teletrabajo lo hacen en actividades profesionales, científicas y técnicas; educación; actividades de servicios administrativos y de apoyo, comercio, actividades financieras y de seguros.

Además, se revela que han sido más las mujeres que los hombres quienes han explorado el desempeño laboral a distancia: 57% de quienes teletrabajaron fueron mujeres versus 43% de hombres. "Por las características actuales de las actividades indicadas, son mayoritariamente ocupadas por mujeres. Los hombres se han integrado al teletrabajo en mayor proporción que las mujeres en actividades tales como construcción, minería, transporte y suministro de electricidad, agua y gas", precisó la Mutual.

DESAFÍOS PENDIENTES

El sondeo además muestra algunas problemáticas que han subsistido durante el primer año de teletrabajo en Chile, según la percepción de los propios trabajadores. Así, por ejemplo, el 41% de los participantes en el sondeo dijeron no tener equipamiento o mobiliario adecuado en sus hogares para desarrollar plenamente su trabajo a distancia.

Otra cifra preocupante, y que se suele pasar por alto, es que el 44% de los trabajadores no cuenta con una silla que le otorgue condiciones de comodidad adecuadas para sus labores.

FISCALIZACIÓN Y MULTAS

Aunque el 42% de los trabajadores asegura desconocer los riesgos asociados a su desempeño desde el hogar y cerca de un 40% señala no haber recibido capacitación o formación en dichas materias, desde la Mutual -junto con indicar que se seguirán abordando dichos ámbitos- se destacó que el desempeño laboral desde casa ha permitido reducir los accidentes de trayecto, que en Chile son 4 de cada 10 accidentes laborales.

El subsecretario de Trabajo, Fernando Arab, además señaló que ha habido pocas denuncias a nivel nacional relacionadas con el incumplimiento de las obligaciones de la ley de teletrabajo. En total, 299 en un año, las que han dado origen a 280 fiscalizaciones por parte de la Dirección del Trabajo, aplicando multas por cerca de $670 millones.

Sobre la proyección de la modalidad, el subsecretario Arab añadió que aún es necesario "crear una cultura del teletrabajo en nuestro país, lo que supone concientizar acerca de los tiempos de conexión y el respeto a los mismos, para garantizar el debido descanso de los trabajadores, y también acerca de que las herramientas de trabajo y los costos del teletrabajo deben ser asumidos por el empleador", agregó Arab.

En tanto, Felipe Bunster, gerente general de la Mutual de Seguridad, anticipó que "es probable que esta modalidad nos siga acompañando por mucho tiempo más. El desafío es seguir apostando a una correcta puesta en marcha del trabajo a distancia".

LEY SOBRE TELETRABAJO

La Ley 21.220 regula el trabajo a distancia y entre otros alcances, obliga al empleador a adecuar los contratos de trabajo, informar a los trabajadores sobre los riesgos y funciones a desempeñar, proveer herramientas y materiales para trabajar a distancia y mantener los derechos que en el desempeño presencial. Además, garantiza un tiempo mínimo de desconexión al día y permite a los trabajadores distribuir su jornada en los horarios que mejor se adapten a sus propias necesidades.

Una investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) anticipa una ola de problemas de salud mental a causa de la pandemia del covid-19, cuyos efectos impondrán costos "monumentales" a los sistemas sanitarios -y con una permanencia que prevalecerá a la inmunización-, asociados principalmente al impacto socioeconómico que ha tenido la crisis.

El estudio recomienda, entre otros aspectos, que los gobiernos puedan destinar mayores recursos a combatir las enfermedades mentales, aplicar innovaciones de asistencia remota, incrementar la formación especializada y otorgar mayores políticas de protección social. Además, se sugiere que el tratamiento de estas dolencias se considere una actividad esencial.

La investigación proyecta una "crisis global sin precedentes" en materias vinculadas con la salud mental, anticipando que podría llegar a ser una nueva pandemia luego del coronavirus.

"La pandemia de covid ha afectado a la salud de las personas, pero también a sus objetivos personales, su dinámica familiar, su rol laboral y su estabilidad económica", dice el documento, donde además se menciona que el impacto sobre la salud mental ha llegado "a través de múltiples mecanismos de forma simultánea, lo que requiere una acción urgente para la intervención, prevención y preparación".

COMPORTAMIENTO

Entre las causas de los problemas de salud mental, el estudio menciona los cambios profundos en los hábitos diarios, en la interacción y comportamiento; el aislamiento y soledad; la violencia intrafamiliar; las alteraciones socioeconómicas; el miedo al contagio; y el riesgo vinculado a la ciudad y la "desconexión de la naturaleza", que ha traído aparejada la pandemia.

Entre los más afectados por los trastornos mentales, el estudio menciona a niños, adolescentes y jóvenes; mujeres; personas mayores; personas con problemas de salud previos; inmigrantes y refugiados; y trabajadores de la "primera línea" contra el covid-19.

Aunque el reporte reconoce que es complejo cuantificar los efectos de esta ola de problemas de salud mental, sí proyecta costos "monumentales", que no terminarán cuando los procesos de vacunación concluyan, porque se mantendrán por un tiempo más los que son causados por el trauma y las consecuencias socieconómicas de la pandemia.