Quemas controladas y riesgo de incendios
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) ha levantado la restricción al uso del fuego para la eliminación de desechos agrícolas en las comunas agrícolas de la Región del Biobío, considerando que a partir de este mes los propietarios necesitan preparar sus terrenos para la próxima temporada de siembras. El uso del fuego es uno de los más antiguos métodos usados para la eliminación de desechos vegetales que quedan después de las faenas agrícolas. No obstante, las quemas de desechos forestales se encuentran suspendidas.
El Decreto Supremo N°276 de 1980, faculta a esa corporación para regular el uso del fuego en forma segura y sólo como quema controlada. Por eso, el organismo ha llamado a los agricultores dar aviso previo antes de iniciar esas quemas, con el fin de detectar que el uso del fuego sea controlado y estar preparados en el caso de una emergencia de incendio que pudiera extenderse a bosques. El seremi de Agricultura, Francisco Lagos, ha señalado que ya se inició el registro de faenas de quemas en las comunas agrícolas y una forma de regularlas para que se realicen de manera correcta y sin riesgo, es que Conaf tome conocimiento y a la vez entregue al interesado las recomendaciones prácticas para llevar a cabo el trabajo de manera segura para su predio y para los vecinos.
En el registro se tendrá la información del predio, su ubicación, fecha y horario de la faena, con el fin de regular y minimizar el impacto. Otra de las razones por las que es vital este registro ante Conaf es que si el predio se ubica cerca de una carretera, camino o contiguo a zonas de tendidos eléctricos, el organismo puede coordinarse con Carabineros para regular el tránsito que pudiese verse afectado por el humo. Las sanciones a los infractores pueden ir desde multas hasta su detención por parte de la fuerza pública.
Estas medidas que se han adoptado son especialmente importantes para evitar incendios forestales, considerando que éstos no sólo se producen en verano sino también ha habido desastres ocurridos en Semana Santa. Históricamente la temporada de incendios forestales había estado circunscrita entre los meses de noviembre a abril de cada año, siendo los meses más críticos enero y febrero. Sin embargo, atendiendo los importantes cambios climáticos, como una mayor presencia de periodos de sequía, durante los últimos años la ocurrencia de incendios forestales se ha desplazado hacia los meses de octubre a mayo, situación que ha llevado a mantener activo el sistema de protección contra siniestros de bosques.
Durante la presente temporada han ocurrido en Chile 5.992 incendios, un 13% menos que en la temporada 2019-2020, y se han quemado 32.512 hectáreas, lo que representa un 65% menos que en el período anterior. En nuestra Región del Biobío, se han registrado 2.502 siniestros forestales, un 6% más que en la temporada pasada, pero la superficie afectada llega a 5.168 hectáreas, lo que significa un 66% menos. Las restricciones de salidas para las personas hacia los sectores rurales, debido a la pandemia, y los trabajos que con bastante anticipación se realizaron en las comunas más expuestas, al construir cortafuegos, con seguridad influyeron en este descenso.
No cabe alguna duda que el verano de 2017 será recordado debido a los devastadores incendios forestales que afectaron la zona centro sur de nuestro país. La tragedia terminó con once muertos, más de 3 mil afectados y 467 mil hectáreas consumidas por el fuego. En medio de la catástrofe surgieron una serie de hipótesis ante el avance del fuego, que intentaban explicar el origen múltiple de focos.
Los estudios indican que el 99% de estas catástrofes se producen por la acción humana, ya sea por premeditación o por negligencia. De ahí que las autoridades realizan con anticipación un llamado a la prevención en el caso de las quemas agrícolas, para que las personas no generen condiciones de riesgo para la ocurrencia de incendios.
En nuestra Región del Biobío se han registrado 2.502 siniestros forestales, un 6% más que en la temporada pasada, pero la superficie afectada es 66% menor. Las restricciones de movilidad, debido a la pandemia y los cortafuegos que se construyeron con anticipación, influyeron en este descenso.