"No creo que me resulte difícil decirle adiós a Saul Goodman"
Bob Odenkirk dejará de encarnar al abogado que surgió de "Breaking Bad" y pasará a un género nuevo para él.
Bob Odenkirk es uno de esos actores cuya imagen ha quedado irremediablemente ligada a un personaje. El suyo, el cínico Saul Goodman de "Breaking Bad", llegó por partida doble con la precuela "Better Call Saul", que se despedirá durante el año 2022 después de más de una década entre las dos series.
"No creo que me resulte difícil decir adiós a Saul Goodman. Me sentiré mal, porque me gusta, pero es difícil estar en la piel, las preocupaciones, las emociones y la vida de alguien durante tanto tiempo", explicó el actor.
No es el único que siente el peso, bueno y malo, de ser un habitual de la pequeña pantalla: "Estuve leyendo a James Gandolfini, que llegó a decir que se sentía oprimido por el personaje de Tony Soprano con el paso del tiempo. Y sé que Bryan Cranston se sentía igual con Walter White (de 'Breaking Bad'): no podía esperar para terminar".
Odenkirk (59 años) estrena esta semana la película de acción "Nobody", su primer largometraje desde "Little Women" (2019) mientras los seguidores del universo "Breaking Bad" esperan los últimos episodios de la ficción derivada sobre el abogado experto en representar a criminales.
HONESTIDAD
"Hacer de Saul Goodman me enseñó a interpretar con honestidad y el corazón abierto; en 'Nobody' el protagonista también es muy honesto, con sentimientos frustrados y mucha profundidad", analizó.
Aunque dar vida a otra persona durante más de 10 años puede llegar a ser "demasiado".
Como escape a esa rutina, y para ser capaz de rodar el mejor filme de acción posible, Odenkirk pasó "casi dos años" entrenando para el personaje, un padre de familia que aparenta una vida completamente normal hasta que unos delincuentes irrumpen violentamente en su casa.
Al negarse a defenderse y tras ser reprendido por su familia, el protagonista, conocido como Hutch Mansell, descubre otra faceta en busca de venganza y de un ajuste de cuentas con su pasado.
Lo curioso es que Odenkirk, que comenzó en el mundo del entretenimiento como escritor de "sketches" cómicos en "Saturday Night Live", nunca imaginó que terminaría portando armas y dando puñetazos a criminales -o siendo uno de ellos- delante de las cámaras.
"De hecho yo me reía de las películas de acción, pensaba que eran ridículas. Me gustaban algunas de Jackie Chan y Clint Eastwood, pero nunca fui fan del género", aseguró.
Ahora no solo le gusta, sino que afirma que grabar escenas como la trepidante pelea en un autobús, uno de los momentos cumbre de "Nobody", "es de lo más divertido" que ha hecho desde que empezó en el cine.
"Estaba en buena forma, pero tenía que ponerme mejor para luchar", detalló sobre su entrenamiento.
DON NADIE
"Nobody" ("Don nadie" en español) es también el lema que impulsa al protagonista a involucrarse en la trama de acción.
"A veces nos decimos esas cosas -analiza-. Este señor se lo dice a sí mismo (don nadie) porque se ha corregido y escondido tanto que se siente un don nadie. Y si uno se siente así es una cuestión de perspectiva".
La película, hora y media de persecución que va al grano desde el minuto uno, es la reinvención como estrella de acción de este intérprete que ha estado nominado a los Emmy y los Globos de Oro por un mismo personaje en dos fenómenos televisivos.
Llegó a "Breaking Bad" en la segunda temporada como un secundario cuando los personajes principales tuvieron que recurrir a un abogado sin escrúpulos, se convirtió en un habitual de la serie en la tercera y, cuando llegó el final, fue el elegido para protagonizar una serie derivada "Better Call Saul".
Ahora, "Nobody" es su entrada con paso firme en la acción más cruda. "Y yo vengo de la comedia", insiste Odenkirk, quien aún no se explica del todo cómo llegó a convertirse en un ícono de las producciones de acción.
"Pensaba que las películas de acción eran ridículas. Me gustaban algunas de Jackie Chan y Clint Eastwood, pero nunca fui fan del género".