Avances del plan de vacunación
Hasta el momento, Chile ha importado más de 8 millones 300 mil dosis de la vacuna contra el covid-19, lo que representa un hito en la campaña de inmunización, que se inició el 3 de febrero, y que asegura la continuidad del calendario que se había elaborado. Desde esta semana, corresponderá la atención a pacientes con cáncer y personas con alguna enfermedad autoinmune, que se encuentren en tratamiento con terapia biológica, para disminuir la posibilidad de contagio, así como la colocación de la segunda dosis a los adultos mayores que encabezaron el listado de beneficiarios.
Esta es una campaña gradual y progresiva, que espera vacunar en el primer trimestre de este año a 5 millones de personas y a mediados de año se pretende alcanzar el 80% de la población, es decir, unas 15 millones de personas. Hasta el momento, han sido inoculados más de 3 millones 300 mil chilenos, el 75% de ellos mayores de 65 años, lo que permite augurar que se cumplirá la meta.
Los expertos internacionales dicen que Chile es el quinto país en el mundo con más vacunas aplicadas por cada cien habitantes, gracias a que negoció con mucha anticipación con los laboratorios, desde abril de 2020, y diversificó los contratos, independientemente de la geopolítica, lo que le ha permitido recibir millones de dosis. Así, tiene comprometidas más de 35 millones de dosis de diferentes laboratorios y de la plataforma Covax, impulsada por la Organización Mundial de la Salud, para garantizar un acceso universal.
La semana pasada, el Ministerio de Salud recibió un cargamento masivo de vacunas del laboratorio Sinovac, con 2 millones de dosis, el más grande desde que se inició el plan de inmunización. Para ello, ha habido un trabajo coordinado entre los ministerios de Salud, Relaciones Exteriores, Ciencias y Transporte, entre otros actores relevantes. Estas vacunas llegan y se distribuyen en aviones comerciales dentro del país y desde las capitales regionales van a las comunas y localidades más pequeñas, constituyendo una red que permite llegar de manera oportuna a todos los rincones.
Al recibir la primera dosis, a cada persona se le ha entregado una tarjeta en que se le indica cuándo deberá concurrir a la segunda dosis, que es necesaria para alcanzar la protección adecuada. Vacunarse contra el coronavirus es voluntario y gratuito, y sólo se requiere que la población considerada en el calendario sanitario presente su cédula de identidad, para acreditar la edad, o algún documento que certifique que cumple funciones críticas. Pero si bien es una acción voluntaria, hay que considerar que esto permite proteger su salud y la de los demás, porque con ello se evita o se restringe la diseminación del virus, resguardando especialmente la vida de las personas más cercanas. También es un acto de solidaridad con los grupos de mayor riesgo, como son los adultos mayores, los enfermos crónicos y los funcionarios de la salud.
A pesar de la llegada de las vacunas y del inicio del proceso de inmunización, las autoridades han reiterado que no se deben relajar las medidas de cuidado, como el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social, con el fin de avanzar en el combate a la enfermedad y tener protegida a gran parte de la población. Mientras ello no ocurra, hay que extremar los cuidados.
Cristóbal Cuadrado, médico y académico de la Universidad de Chile, ha indicado que en marzo habrá una alta ocupación de camas críticas y carga de contagios, que no logran disminuir de manera significativa luego del alza ocurrida en diciembre y enero. Esto tiene implicancias relevantes, porque en este mes se retoman masivamente las actividades productivas, la población vuelve a concentrarse en los grandes centros urbanos y se planifica el retorno gradual a clases, entre otros factores. La vacunación es un proceso muy importante, pero es una apuesta de mediano plazo, cuyos frutos con mayor fuerza se verán en el tercer trimestre de este año, por lo que no es tiempo de abandonar los cuidados sanitarios y preventivos.
Expertos internacionales dicen que Chile es el quinto país en el mundo con más vacunas aplicadas por cada cien habitantes, gracias a que negoció con mucha anticipación con los laboratorios y diversificó los contratos, independientemente de la geopolítica, lo que le ha permitido recibir millones de dosis.