Legislación contra el crimen organizado
Las bandas delictuales y el crimen organizado han significado la pérdida de vidas. Estos grupos han atemorizado a barrios enteros y reclutan a jóvenes, incluso menores de edad, lo que provoca la destrucción de muchas familias.
La delincuencia se ve potenciada por la gran cantidad de armas que están en manos de antisociales y, sobre todo, de bandas de narcotraficantes, que disponen de armamento de alto calibre para utilizarlo con el fin de resguardar la distribución y venta de drogas. Ya no son extrañas las balaceras entre traficantes que pugnan por el control de los barrios, sino que también se han dado casos de asesinatos, llamados "ajustes de cuentas", y en ocasiones han caído víctimas inocentes, incluso niños. Resulta alarmante ver cómo en las redadas policiales se decomisan pistolas, revólveres y hasta armamento de guerra, lo que indica que pese a los operativos y a la destrucción de material, queda mucho más en circulación y se va reponiendo.
A fines de diciembre del año pasado el Presidente de la República, Sebastián Piñera, firmó el proyecto de ley contra el crimen organizado, que fue enviado para trámite legislativo al Congreso Nacional. "Estamos en un punto de inflexión que nos obliga a actuar ahora, con decisión y urgencia", señaló en su oportunidad. Se trata de una iniciativa que modifica el delito de asociación ilícita contemplada en el Código Penal, reemplazándolo por dos figuras: la asociación delictiva y la asociación criminal. La asociación delictiva sancionará a quienes formen parte de una organización que se dedique a cometer simples delitos, con penas de privación de libertad de hasta cinco años. La asociación criminal, por su parte, sancionará a quienes formen parte de una organización delictiva para cometer crímenes, con penas de privación de libertad que llegan hasta los diez años.
Con esto, se establecen criterios claros para cuando se está en presencia de una asociación y no simplemente en un concierto de voluntades para cometer un delito. El sólo hecho de organizarse con ese fin se entenderá como un delito, con independencia de si se comete o no el ilícito que se planifica. Para darla por establecida, el tribunal deberá apreciar una asociación delictiva o criminal atendiendo a la cantidad de sus miembros, su dotación de recursos y medios, así como su capacidad de planificación y acción sostenida en el tiempo.
Además, el proyecto de ley establece una regla de incentivo a la delación por parte de alguno de los miembros de la organización criminal. Así, el tribunal puede prescindir de las penas que hubieren correspondido, o imponer una inferior en uno o dos grados, dependiendo de la intensidad de la colaboración, tal como ocurre en varios países con avanzadas legislaciones. El proyecto también propone la modificación y facilitación de las técnicas especiales de investigación, como es el caso de los agentes encubiertos, las interceptaciones telefónicas e infiltración de redes o de grupos criminales operando en el país, extensible a todos los hechos constitutivos de criminalidad organizada, con la autorización del juez de garantía.
Uno de los problemas de seguridad que más preocupa a la población es el aumento del narcotráfico, por al menos dos razones: el consumo de drogas atrapa a los más jóvenes principalmente, y la venta va aparejada con la violencia, que se toma las poblaciones, naturaliza el uso de armas y crea sus propios espacios y normas en medio de las ciudades.
La respuesta a esta realidad ha sido el combate y el tratamiento del asunto como un delito, además de programas de prevención, pero que no logran solucionar el problema, ni frenar el crecimiento del negocio. Si bien hasta ahora el control se ha enfatizado en el microtráfico, este nuevo proyecto apunta a atacar al crimen organizado y pone su atención en dar herramientas legales a las policías y al Ministerio Público para tratar de desbaratar las organizaciones de narcos, que mueven cuantiosas sumas de dinero.
A fines de diciembre del año pasado el Presidente de la República, Sebastián Piñera, firmó el proyecto de ley contra el crimen organizado, que fue enviado para trámite legislativo al Congreso Nacional. "Estamos en un punto de inflexión que nos obliga a actuar ahora, con decisión y urgencia", señaló entonces.