No hay que relajar las medidas preventivas
El Gran Concepción ha salido ayer de la cuarentena que se adoptó hace un mes, con el fin de controlar la cantidad de casos de contagios y fallecimientos por covid 19. Las autoridades han señalado que la medida de confinamiento de la población fue efectiva y las cifras tienen ahora una tendencia a la baja, tal como ocurrió cuando se aplicó similar acción en septiembre del año pasado.
Se recuerda que en esa oportunidad el sistema de atención de la Región del Biobío estaba trabajando al límite y algunos pacientes tuvieron que ser enviados a la Región Metropolitana, que entonces no tenía una sobrecarga.
Guillermo Cabrera, director del Equipo de Proyecciones Covid 19 de la Universidad de Concepción y miembro de la mesa nacional I-Covid, ha expresado que se notó un efecto significativo de las cuarentenas en la reducción de los números de contagio. Ahora se espera que la tendencia a la baja se mantenga, lo que no sólo significará un alivio en el número de personas que contraen la enfermedad, sino que disminuirá la presión asistencial que hay desde hace un año para el personal que se desempeña en los centros asistenciales para atender a los pacientes.
Las doce comunas que desde ayer salieron de la fase 1 de cuarentena y pasaron a la fase 2 de transición en nuestra zona son Tomé, Coronel, Hualpén, Penco, Talcahuano, Chiguayante, Hualqui, San Pedro de la Paz, Concepción, Nacimiento, Mulchén y Negrete. Sin embargo, esto no significa que haya que relajar las medidas de prevención de contagios, como uso de mascarilla, distancia social y lavado frecuente de manos, sino que por el contrario, hay que mantenerlas a plenitud, con el fin de no volver a la cuarentena como la que se dispuso en enero de este año.
Diversas autoridades han llamado a la población a tomar con cautela el avance que se ha alcanzado en el plan Paso a Paso. El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, ha señalado que es una buena noticia pero "no debe ser sinónimo de relajo, porque hay que seguir con todas las medidas de prevención sanitaria, el uso obligatorio de mascarilla, lavado constante de manos, uso de alcohol gel, distanciamiento físico, etc., porque no podemos retroceder en un par de días todo lo que pudimos avanzar con este confinamiento de un mes."
En forma simultánea, el Ministerio de Salud lleva adelante el proceso de vacunación masiva contra el covid 19 y a la fecha hay casi un millón 400 mil personas inmunizadas con la primera dosis. De acuerdo con el calendario de atenciones, se ha vacunado a adultos mayores, personal de salud, de las Fuerzas Armadas y de Orden, Bomberos, y en general a quienes desarrollan funciones críticas para el Estado.
El combate contra el virus no sólo depende de las acciones que toma el Gobierno, sino también del comportamiento que tengan las personas. Es comprensible que transcurrido casi un año de la pandemia, la ciudadanía se muestre agotada, pero ello no justifica que esto se traduzca en respuestas riesgosas, como son la vulneración de las medidas sanitarias preventivas, o la realización de fiestas clandestinas sin precauciones. La vacuna es importante, pero debe entenderse que recién se está aplicando la primera dosis, por lo que no se puede pensar en una inmunidad extendida, ya que aún falta llegar a varios millones de chilenos, de acuerdo con el cronograma.
Un reporte del prestigioso banco de inversión JP Morgan dice que Chile podría ser el primer país emergente en el mundo en lograr la inmunidad colectiva contra el coronavirus. El análisis consideró los procesos de vacunación en distintos países y realiza una proyección de la fecha en que cada uno alcanzaría esta inmunidad. Señala que Chile lo lograría hacia el final del segundo trimestre de este año. Recién se ha dado inicio a un proceso, pero se necesitará de mucho tiempo para que el nivel de inmunización permita dar la tranquilidad que todos esperan para dar por superada esta pandemia.
El combate contra el virus no sólo depende de las acciones que toma el Gobierno, sino también del comportamiento que tengan las personas. Es comprensible que transcurrido casi un año de la pandemia, la ciudadanía se muestre agotada, pero ello no justifica que esto se traduzca en respuestas riesgosas.