Actividad turística cae en Saltos del Laja y se complica en pandemia por división territorial
En estos meses que concentran mayor cantidad de visitantes, solo la mitad de los vecinos que viven del turismo y que pertenecen a la comuna de Los Ángeles puede trabajar, que está en Transición, ya que la otra mitad corresponde a Cabrero que se encuentra en fase 1.
Febrero es un mes clave para los habitantes de Saltos del Laja, pues es la época en que llega un mayor número de turistas a las icónicas caídas de agua de la provincia del Biobío que abarca las comunas de Cabrero, Los Ángeles y Yumbel. Sin embargo, en medio de la pandemia, y con la cuarentena anunciada para la comuna de Cabrero desde el pasado 28 de enero, los empresarios/habitantes del lugar nuevamente se ven impedidos de prestar sus servicios turísticos.
Hoy es Cabrero la que se encuentra en fase 1, pero antes fue Los Ángeles e incluso Yumbel.
José Sanzana, vocero de la Cámara de Turismo de Saltos del Laja, indicó que hay 60 empresarios en el sector, sin contar la cantidad de patentes de trabajo, que superan a las 100 personas. Por esto enfatizó en la necesidad de que sea se aplique la misma fase del plan Paso a Paso a las tres comunas, para que el comercio pueda funcionar coordinadamente, sin importar el lado del puente en que se encuentren sus empresas.
Hoy esta división territorial que ubica desde el río hacia el sur Los Ángeles, del río hacia el norte Cabrero, ha dejado importantes consecuencias en los habitantes que ofrecen sus servicios turísticos.
Trabajo x 4
Jaquelin Bodaleo se dedica hace 30 años a dar paseos en lancha por el río Laja a los visitantes que llegan hasta las cascadas. Son cuatro embarcaciones las que posee, sin embargo, hoy la cantidad de turistas que llegan permite el funcionamiento de solo una.
"No da la capacidad como la que teníamos en enero y febrero de años anteriores, cuando funcionaban las cuatro lanchas, o sea, eran 60 personas que podían ir, ahora solamente 15", explicó Bodaleo, ya que cada lancha tiene esa capacidad máxima.
El trabajo, indicó, ha sido un 30% de la capacidad habitual. En su empresa trabajaban 10 personas, y ahora son solo 3. "Antes trabajaba solo mi marido, ahora trabajo yo para apoyarlo. Me toca hacer de promotora, poner alcohol gel a la gente, tomarle la temperatura y estoy de cobradora, estoy haciendo pega de tres o cuatro. Mi marido es el que maneja y tenemos un asistente, que ayuda a desinfectar chalecos, a desinfectar la lancha y está pendiente de los que bajan (hacia el río)", explicó la dueña de paseos en Lanchas Buenaventura.
Lo que le preocupa es que enero y febrero eran los meses en que valían la pena las 12 horas de trabajo, porque aseguraba un año estable. "Esperemos que esto se solucione porque no aguanta el bolsillo, las deudas, los créditos, siguen los intereses y todo, la universidad, el colegio de los niños", explicó Bodaleo.
Febrero mes del peak
Simón Cea es propietario del restaurante Rocas del Laja, ubicado "frente a la feria artesanal", según indicó. Coincidió en que estos meses eran los fundamentales para el trabajo turístico y su sustento del año. "Nuestro peak es del 15 de enero la 15 de febrero", explicó Cea.
Sin embargo, afirmó que las cuarentenas por comuna no han permitido un flujo contante de personas. "Nosotros cerramos el restaurante el 16 de marzo de 2020 y pudimos reabrirlo recién a mediados de octubre de 2020. Ahí alcanzamos a trabajar una semana y Cabrero retrocedió de fase en es tiempo, así que volvimos a cerrar", detalló Cea, que explicó que la dinámica ha sido similar en el resto del comercio de la zona.
Al igual que los paseos en lancha, solo pudieron trabajar a un 30% de su capacidad, "porque se puede atender solo en terraza, lo que implica que tenemos alrededor de 10 mesas cuando lo habitual era alrededor de 30. Ese es el volumen de disminución", puntualizó el propietario.
Duele la cesantía
Estrella Gatica dijo que el funcionamiento de su negocio ha sido muy intermitente. Por ello, aunque sabe que ha habido pérdidas, le es difícil cuantificarlas.
"Hoy en cuarentena total el restaurante no funciona. En marzo (2020) finiquitamos a todo el personal contratado y ahora retomamos a tres o cuatro y los volvimos a finiquitar", explicó Gatica, que mantiene solo a una trabajadora encargada del minimarket, que puede funcionar al tener insumos básicos. "El resto está todo cerrado. Hoy hay cero ingresos, no entra ningún peso", enfatizó la propietaria de Cabañas y Restaurante Los Arcos.
Su empresa ofrece ocho cabañas de cuatro habitaciones, las que arrendaba todos los días, según explicó, además de ofrecer paseos de curso a colegios por un programa de Sernatur. Hoy ninguno de esos servicios se está entregando.
"En el verano trabajaba con 30 personas, de esas tengo una, o sea, hay 29 personas que están sin trabajo, entre garzones, camareras, personal de cocina, y es toda gente del sector, La Aguada, Yumbel, los Ángeles", comentó Gatica.
Lo triste, dijo, es que "hay gente que está arrendando allá en Los Ángeles y que quiere venir a ver el salto y no pueden entrar porque está cerrado el acceso", lamentó, sobre todo porque el límite está a unos metros, a un puente de distancia.