El rol clave de la educación en la sociedad
Hoy se conmemora a nivel global el Día Internacional de la Educación y la jornada está enfocada en la reflexión en torno a cómo recuperar y revitalizar la educación para la "generación covid-19", reforzando la idea de poner a la enseñanza y el aprendizaje como un centro de la recuperación post-pandemia.
Se trata, sin duda, de un objetivo relevante, especialmente para territorios como Biobío, donde históricamente la educación ha sido uno de los ejes centrales del desarrollo y crecimiento local, especialmente por su robusto sistema de enseñanza superior.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el cierre de escuelas, colegios, liceos e institución de educación superior, así como la interrupción de muchos programas de alfabetización y aprendizaje permanente, ha afectado la vida de 1.600 millones de estudiantes en más de 190 países. Los gobiernos de todas partes actuaron con rapidez para ofrecer soluciones alternativas, pero al menos un tercio de los estudiantes del mundo no pudieron acceder al aprendizaje remoto, mientras que se estima que aquellos en países de ingresos bajos y medianos bajos han perdido casi cuatro meses de escolaridad, en comparación con las seis semanas en los de ingresos altos.
De esta manera, las consecuencias de la emergencia sanitaria han ayudado a amplificar la inequidad social, económica y digital, poniendo a un generación en riesgo frente a una posible "catástrofe del aprendizaje", como advirtió en su minuto el secretario general de la ONU en su Informe de Política sobre Educación y covid-19. Pero las dificultades que se han observado en los últimos meses también han puesto de manifiesto la importancia de la educación como un bien público común, además de base de la cohesión social, el bienestar y las oportunidades.
A medida que la pandemia entra o empeora -con segundas y hasta terceras olas- esto ha obligado a los países a nuevos cierres, pero muchas escuelas han permanecido abiertas, incluso cuando otras instituciones y empresas están cerradas, lo que demuestra la importancia única de su papel en la sociedad, y los múltiples riesgos - académicos, socioemocionales y económicos- de depender únicamente de soluciones de aprendizaje remoto.
En el marco de la conmemoración, Unesco recordó algunos de los desafíos principales que se observan como claves para salvaguardar la educación el presente año.
Entre éstos , se cuenta la necesidad de tomar todas las medidas necesarias para reabrir las escuelas de manera absolutamente segura desde el punto de visto sanitario e inclusiva, así como apoyar a todos los profesores como trabajadores que han debido soportar el peso de tener que realizar clases en línea o buscar todos los métodos posibles para mantener el contacto con sus alumnos.
A ello se suma la importancia de invertir en el desarrollo de habilidades para una recuperación inclusiva, reducir la brecha digital que ha impedido que un tercio de los estudiantes del mundo acceder a la educación durante el cierre de escuelas. Aquello, sin duda, tiene una referencia en nuestra Región, donde -como se sabe- todavía existen zonas que no cuentan con la posibilidad de tener una conexión a la red internet.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta en todo este periodo es también la implementación todas las medidas que se requieran para mitigar las pérdidas de aprendizaje y hacer que los sectores más vulnerables puedan tener la ayuda necesaria para nivelar la cancha en medio de una emergencia que -lamentablemente- ha significado un aumento del desigual acceso a la educación.
Un aspecto fundamental a tener en cuenta en todo este periodo es también la implementación todas las medidas que se requieran para mitigar las pérdidas de aprendizaje y hacer que los sectores más vulnerables puedan tener la ayuda necesaria para nivelar la cancha en medio de la emergencia sanitaria.